Chrysler ha querido “europeizar" su Sebring con la incorporación de una caja manual de cinco relaciones. El protagonista de nuestro contacto completa una gama de la que ya forman parte los modelos con motor 2.7 V6 de 200 CV (en las versiones automática y manual), aquellos con este mismo motor 2.0 de 141 CV configurada con cambio automático y los acabados cabrio.
El precio del Chrysler Sebring 2.0L 16V Manual es de 3.724.900 pesetas y ya se puede adquirir en cualquiera de los concesionarios de la marca.
La inclusión del cambio manual ha supuesto una mejora en el comportamiento del motor y por ende del propio vehículo. Comparado con la versión asociada a la caja de cambios semi automática Autostick de cuatro relaciones, el Sebring 2.0 manual está capacitado para que el motor dé más de sí. Jugar con el cambio nos permite sacar más juego a una mecánica de 141 CV, que es no se queda corta a pesar de las dimensiones y el peso del modelo Las decisiones que antes se encargaba de tomar la electrónica, no siempre de la forma más adecuada, son ahora llevadas a cabo por nosotros mismos, que a priori tenemos un mejor conocimiento de las condiciones de la carretera y del tráfico. Pincha aquí , si quieres ver las relaciones de cambio de las versiones automática y manual.
Tuvimos la oportunidad de conducir este vehículo por una zona especialmente virada y las sensaciones han sido muy buenas para este tipo de zonas. El juego con la palanca de cambios, no muy cómoda de utilizar, permite que no se produzcan pérdidas de potencia a las salidas de las curvas o cuando éstas se sitúan en repechos, además de una mejora en la frenada gracias a la actuación del freno motor que hace que el pedal de freno no sea demasiado castigado. Las suspensiones se han tratado especialmente en esta versión 2 litros (se han recibido muelles y amortiguadores específicos) para evitar excesivos balanceos de la carrocería en los cambios de apoyo, y a fe que se ha hecho un buen trabajo. A pesar de eso, la actitud subviradora, no demasiado evidente, no se ha perdido.
En autopista y autovía, que decir tiene, se puede rodar muy rápido con esta berlina y se alcanzan cruceros de 160-170 km/h con relativa facilidad. La comodidad que se alcanza es bastante elevada, exceptuando dos situaciones. Cuando el asfalto no está en buenas condiciones y está minado con baches, las suspensiones actúan de forma algo seca, con lo que esa aparente paz que inunda a los pasajeros del Sebring se ve quebrantada. La segunda situación se da cuando llevamos el coche alto de vueltas, a partir de 5.000 o 5.500 rpm. El ruido que produce el motor en estas ocasiones es bastante fuerte y molesto.
Circulando por trazado urbano notamos que no es el hábitat natural de la berlina norteamericana, ya que circulando a bajo régimen el motor es bastante perezoso.
Chrysler ha querido “europeizar" su Sebring con la incorporación de una caja manual de cinco relaciones. El protagonista de nuestro contacto completa una gama de la que ya forman parte los modelos con motor 2.7 V6 de 200 CV (en las versiones automática y manual), aquellos con este mismo motor 2.0 de 141 CV configurada con cambio automático y los acabados cabrio.
El precio del Chrysler Sebring 2.0L 16V Manual es de 3.724.900 pesetas y ya se puede adquirir en cualquiera de los concesionarios de la marca.
La inclusión del cambio manual ha supuesto una mejora en el comportamiento del motor y por ende del propio vehículo. Comparado con la versión asociada a la caja de cambios semi automática Autostick de cuatro relaciones, el Sebring 2.0 manual está capacitado para que el motor dé más de sí. Jugar con el cambio nos permite sacar más juego a una mecánica de 141 CV, que es no se queda corta a pesar de las dimensiones y el peso del modelo Las decisiones que antes se encargaba de tomar la electrónica, no siempre de la forma más adecuada, son ahora llevadas a cabo por nosotros mismos, que a priori tenemos un mejor conocimiento de las condiciones de la carretera y del tráfico. Pincha aquí , si quieres ver las relaciones de cambio de las versiones automática y manual.
Tuvimos la oportunidad de conducir este vehículo por una zona especialmente virada y las sensaciones han sido muy buenas para este tipo de zonas. El juego con la palanca de cambios, no muy cómoda de utilizar, permite que no se produzcan pérdidas de potencia a las salidas de las curvas o cuando éstas se sitúan en repechos, además de una mejora en la frenada gracias a la actuación del freno motor que hace que el pedal de freno no sea demasiado castigado. Las suspensiones se han tratado especialmente en esta versión 2 litros (se han recibido muelles y amortiguadores específicos) para evitar excesivos balanceos de la carrocería en los cambios de apoyo, y a fe que se ha hecho un buen trabajo. A pesar de eso, la actitud subviradora, no demasiado evidente, no se ha perdido.
En autopista y autovía, que decir tiene, se puede rodar muy rápido con esta berlina y se alcanzan cruceros de 160-170 km/h con relativa facilidad. La comodidad que se alcanza es bastante elevada, exceptuando dos situaciones. Cuando el asfalto no está en buenas condiciones y está minado con baches, las suspensiones actúan de forma algo seca, con lo que esa aparente paz que inunda a los pasajeros del Sebring se ve quebrantada. La segunda situación se da cuando llevamos el coche alto de vueltas, a partir de 5.000 o 5.500 rpm. El ruido que produce el motor en estas ocasiones es bastante fuerte y molesto.
Circulando por trazado urbano notamos que no es el hábitat natural de la berlina norteamericana, ya que circulando a bajo régimen el motor es bastante perezoso.