Comparativa: Ford Mondeo 1.5 EcoBoost 160, Mazda 6 2.0 Skyactiv, VW Passat 1.4 TSI ACT 150

La lucha por la supremacía en el segmento de las berlinas medias es tan cerrada que encontrar un rey que resalte entre tanta nobleza no es tarea sencilla. ¿Podrá el Volkswagen Passat en su nueva generación mantener el liderazgo de los últimos años?

Francisco Morillo. Fotos: Ángel Yuste.

Comparativa: Ford Mondeo 1.5 EcoBoost 160, Mazda 6 2.0 Skyactiv, VW Passat 1.4 TSI ACT 150
Comparativa: Ford Mondeo 1.5 EcoBoost 160, Mazda 6 2.0 Skyactiv, VW Passat 1.4 TSI ACT 150

Este año, que ahora alcanza a su ecuador, ha supuesto para este segmento la llegada de dos pesos pesados: el Ford Mondeo y el Volkswagen Passat. Y ambos poseen novedosos motores de gasolina que, si no hacemos muchos miles de kilómetros al año, pueden resultar rentables, no sólo económicamente, sino también a la hora de obsequiarnos con un refinamiento que los turbodiésel, ni de lejos, pueden alcanzar. Antes de nada queremos dejar clara una consideración: si en otros tiempos tres representantes de estas marcas podían ser considerados como «hijos de generalistas», a día de hoy, su calidad de realización, equipamiento y funcionamiento general, les permiten no envidiar —incluso en ciertos casos sería al contrario— a vehículos, teóricamente, considerados «premium».

Fórmulas diferentes

Comparativa: Ford Mondeo 1.5 EcoBoost 160, Mazda 6 2.0 Skyactiv, VW Passat 1.4 TSI ACT 150En los dos recién llegados encontramos interesantes propulsores bajo sus respectivos capós. En el Ford Mondeo se halla un EcoBoost de 1,5 litros, con inyección directa y sobrealimentación por turbocompresor. Sus 160 CV homologados se han quedado muy cortos cuando lo hemos colocado sobre nuestro banco de rodillos, superando los 180, incluso. En el caso del Volkswagen, el «downsizing» es aún más radical, rebajando la cilindrada hasta 1,4 litros. Pero, lo más interesante de este motor es la posibilidad de desconexión automática de dos de los cilindros cuando las pautas de conducción lo hacen aconsejable. Mediante un mensaje que aparece en el tablero de instrumentos, el conductor sabe cuándo el motor usa la mitad de sus cilindros, de manera que, incluso, con un poco de habilidad puede influir sobre este ahorrativo ingenio. Por su parte, el Mazda mantiene una tradicional arquitectura, con dos litros de cilindrada y alimentación atmosférica, como en los viejos tiempos.

Esta falta de sobrealimentador podría parecer que coloca al modelo japonés en desventaja frente a sus rivales pero, una vez que han pasado los tres por nuestro banco de potencia, las cifras lo desmienten. De hecho, el Mazda 6 salta espectacularmente desde los 145 CV homologados a unos generosos 162, mientras el Passat sólo supera en menos de siete la cifra homologada, quedándose a las puertas de los 157 CV. El Mondeo, por su parte, parece haber sufrido un error de montaje y disfrutar de la centralita de otra versión, pues se escapa hasta unos estratosféricos 188 CV. Pese a su sensible crecimiento en rendimiento, el motor del Mazda sí nota su respiración atmosférica, con una respuesta mas débil a bajo régimen. Las cifras de par así lo atestiguan, porque a 1.500 rpm genera algo mas de 16 mkg mientras el Mondeo llega a 20 y el Passat sobrevuela a todos, superando los 27. Esto no implica que sea desagradable, ni mucho menos, pues, de los tres, el japonés es el más suave y el que mejor acepta el funcionamiento en el entorno del ralentí en marchas largas. Si viviésemos en un tiempo pasado, sería interesante comprobar cuál de los tres reacciona mejor a alto régimen, pero hoy en día esto es algo secundario. Aun así, atestiguaremos que es el Ford quien llega más pletórico a la zona roja del cuentarrevoluciones, seguido por Volkswagen y Mazda, ambos muy parejos.

La traslación de los respectivos rendimientos al cronómetro no es lineal porque aparece un factor desestabilizante, que es el peso. Si por potencia fuera, el más rápido debería ser el Ford. Sin embargo, no es así. Y es que, con respecto al Mazda 6, por ejemplo, hay casi 200 kilogramos de diferencia y más de 170 sobre el Passat. El resultado de esta ecuación indica que el Volkswagen es el más dinámico de los tres, seguido de cerca por el Mazda y el Ford. En cualquier caso, las diferencias se perciben, sobre todo, en los adelantamientos, porque el resto de las mediciones difícilmente se pueden trasladar a la circulación en carretera abierta. Y, lamentablemente para el Mazda, en dicha maniobra resulta ser el menos brillante.

Comparativa: Ford Mondeo 1.5 EcoBoost 160, Mazda 6 2.0 Skyactiv, VW Passat 1.4 TSI ACT 150El factor peso también incide en otro capítulo importante: el consumo. Y, como no podía ser de otra manera, el Mondeo es el más condicionado, con cifras en nuestro consumo medio dos litros superior al Mazda, cuyo motor es extraordinariamente austero, sin necesidad de «downsizing» ni sobrealimentación. No muy detrás, el Passat consigue unas cifras de gasto brillantes, pero sorprende que en el entorno donde debería mostrar su mejor potencial —la carretera—, al actuar con mayor frecuencia la desconexión de cilindros, se quede casi un litro por detrás del modelo japonés. El Mondeo, sin duda algo afectado por su peso más elevado, consigue unas cifras que hace diez años serían brillantes, pero los tiempos y la ciencia avanzan una barbaridad y, hoy en día, no es así.

Refinados

Las tendencias del mercado en los últimos años nos han llevado a una saturación de conducción de vehículos con motores turbodiésel. Por esto, volver a disfrutar con berlinas de este porte propulsadas por ingenios de gasolina es revelador. Ni ruido, ni vibraciones al nivel de sus hermanos de gasóleo. De pronto, tres modelos de poco más de 25.000 euros de precio se nos antojan Clase S.

Si no somos rodadores empedernidos, versiones como éstas son más que recomendables. En particular, este Mondeo Titanium deslumbra. Su imponente presencia, no olvidemos que se acerca a los 4,9 metros de longitud, acertada estética e impresionante área de sustentación —tiene la distancia entre ejes y las vías más amplias de los tres— convierten su rodar en señorial. Es el más suave de suspensión y, para compensarlo, posee una capacidad direccional superlativa. Tanto que, al principio, hay que acostumbrarse para no encarar el arcén interior de la curva.

Passat y Mazda 6 ofrecen un equilibrio más natural entre comportamiento y confort. Su conducción dinámica es algo más intuitiva y no sorprenden al conductor con excesos en ninguna de sus reacciones. En cualquiera de los tres vamos bien servidos en seguridad activa, si bien el Ford es el que frena con más eficacia y, además, posee paquetes de ayuda electrónica que ya hubiera querido el Apolo XI en su llegada a la Luna.

Señoriales

Viajar en cualquiera de nuestros protagonistas es, realmente, un placer. Espacio por doquier, equipamiento generoso y un aislamiento impecable de la carretera y el entorno aéreo. De su diseño, destacaríamos al Mondeo, por sus excelentes asientos y entorno señorial. El Passat muestra un diseño muy rectilíneo, que le resta hidalguía y los respaldos delanteros muestran un exceso de celo en la tarea de aquilatar peso. El Mazda, como el Mondeo, comete la «imprudencia» de no ofrecer el navegador de serie y su oferta de equipamiento opcional es más corta que la de sus rivales, dejando sin posibilidad a los más detallistas de ajustar su unidad a sus gustos más personales.