Aunque sin estos arcos (que esconden en su interior, a modo de refuerzo, un tubo de aluminio de 55 milímetros de diámetro y 4 de espesor) desaparece parte de la sensación de seguridad, ésta queda avalada por el instituto alemán TÜV, referencia en los tests de resistencia en caso de vuelco. Para adaptarse a los criterios de esta entidad, se han empleado piezas de gran diámetro y grosor –anuncia Citroën- en el interior de los montantes del parabrisas y en la armadura de los asientos y los reposacabezas traseros.Ya estamos listos para emprender nuestro viaje en todo un “spider", aunque habrá que rezar para que no llueva: con esta configuración no se puede volver a poner la capota, que necesita de los arcos para volver a su posición original. Si lo intentamos, se borrará la memoria de la arquitectura eléctrica multiplexada empleada para la gestión del techo y, además de no lograr nada (es decir, el Pluriel permanecerá descubierto), tendremos que acudir inmediatamente a un servicio oficial para que vuelvan a restablecer el sistema.Sin embargo, mientras el tiempo sea agradable, nada nos impedirá disfrutar de un recorrido tranquilo: el sol sobre nuestras cabezas, el viento en la cara –es aquí cuando se hace patente otra de las ventajas de llevar el pelo corto- y una temperatura óptima, garantizada por un efectivo climatizador. Un trayecto corto es lo más recomendable; el aire resulta molesto incluso con las ventanas subidas cuando llevamos mucho tiempo al volante, pues llega a aturdir. Si el viaje es largo, lo mejor será realizar paradas frecuentes para despejarnos.
En los recorridos por carreteras de montaña podremos lograr un ritmo vivo: los casi 80 CV del motor 1.4 otorgan un dinamismo correcto y se pueden afrontar las curvas con aplomo (aunque las suspensiones están comprometidas con la comodidad, un centro de gravedad más bajo que el del C3 proporciona una dosis “extra" de confianza).
En este apartado, es destacable el comportamiento de los frenos. Su respuesta a la mínima insinuación sobre el pedal es inmediata. Además, hacen gala de una gran mordiente y son resistentes a la fatiga. Para evitar que los “amigos de lo ajeno" puedan tener acceso a los objetos que llevamos en el maletero, Citroën incluye unas tapas (que, normalmente, se guardan en el espacio que ocupará el techo cuando se “esconda") con las que podremos cubrir el hueco dejado por los arcos y la bandeja. La calidad de estos plásticos es mejorable, aunque son una solución mejor que no llevar nada. Cuando queramos acentuar la imagen deportiva del modelo, basta con eliminar los arcos que dan continuidad a la silueta del Pluriel en su versión cabrio. Estos elementos, fabricados en una aleación de aluminio, son extremadamente resistentes, según anuncia la marca francesa, con el fin de asegurar la protección de los ocupantes del vehículo en caso de vuelco.Su peso es de 12 kg y, a pesar de que no es excesivo, su forma los hace poco manejables, por lo que será mejor contar con ayuda si vamos a quitarlos. Para ello, hay que tirar de las palancas que los unen a la parte trasera (situadas en los laterales del maletero) y subirlas. Después, se abren los anclajes que ligan el parabrisas y los arcos y… habrá que buscar un sitio en el que guardar éstos, ya que no caben en el coche. Es recomendable hacerse con las fundas que ofrece Citroën para protegerlos, con el fin de evitar arañazos o pequeños golpes.