Lo que menos nos ha gustado de este Matiz es su comportamiento en carretera abierta. Y ello se debe a lo ajustado de la mecánica y a un comportamiento, que, aunque noble e incluso previsible, nos obliga a prestar bastante atención a todo lo que hacemos, para no ponernos en aprietos nosotros mismos. Tiene una dirección lenta y unas suspensiones blandas. Estas dos características influyen en un comportamiento dinámico aceptable, pero mejorable. Como es un coche eminentemente urbano, los ingenieros de Chevrolet han optado por montar suspensiones de tarado blando. Son ideales para la ciudad, pero comprometen el agarre al suelo en pasos por curva a velocidades elevadas (también influyen, claro, el tamaño de los pequeños neumáticos y un ancho de vías corto). Y hablando de comportamiento, otro de los ingredientes que influye en él son las cotas. La batalla del Matiz (2,3 metros) no nos resulta corta, sino que, en relación con la longitud total del vehículo (3,4 metros), es más que aceptable. El Matiz recorre 81 metros hasta detenerse por completo cuando frenamos desde una velocidad de 140 km/h. Pero cuando circulamos en carretera, ¿qué sensaciones nos transmite este coche olvidado ya el apartado dinámico? Pues se trata de un vehículo aceptablemente cómodo, en el que el ruido del motor se filtra al habitáculo cuando alcanzamos determinadas velocidades por encima de 100 km/h. Sólo cuando va muy revolucionado, resulta incluso molesto. ¿Problemas de aislamiento del habitáculo o de mecánica demasiado ruidosa? Una mezcla de ambas, probablemente.Durante los kilómetros recorridos para hacer esta prueba, comprobamos que el Matiz “bebe" bastante. Consultando los datos que nos facilita el Centro Técnico, nuestras sospechan se confirman, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un motor de pequeña cilindrada (un litro). El ciudad ¡y eso que es un coche urbano! alcanza los 8,1 litros a los 100 km de consumo; en recorridos extraurbanos, el dato se coloca en 5,7 litros: mucho más “cabal". En nuestro país se comercializan cuatro versiones diferentes del Matiz. Una de ellas monta el propulsor de 0,8 litros y 51 CV de potencia; el resto, la mecánica de un litro y 65 CV. Las diferencias entre los de mayor potencia se plasman en tres acabados: S, SE y SX (éste último es el protagonista de nuestra prueba). Chevrolet aún no incorpora mecánicas Diesel en ninguno de sus turismos comercializados en nuestro país. El rango de precios del Matiz va desde 8.150 euros de la versión de acceso a la gama Chevrolet hasta 9.980 euros del tope de gama: 1.0 SX.
LO MEJOR
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LO PEOR
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* Tamaño reducido |
* Recuperaciones |