El criterio de rivalidad para hacer que este BMW se enfrente al A3 se basa en el precio, por una diferencia a favor de la marca bávara de unos 3.000 euros (medio millón de pesetas). En prestaciones el BMW queda, justificadamente, por debajo. Más de 40 CV de diferencia con el A3 y la ausencia de turbocompresor hacen que disponga de una aceleración mucho más lenta y de una velocidad punta algo más reducida. En consumos, sin embargo, ambos coches van casi a la par. El Audi gasta 10,6 litros a los 100 en ciudad, frente a los 10,2 litros que registra el BMW. En recorridos extraurbanos, el Audi penaliza con un dato de 6,2 litros frente a los 5,5 litros del BMW. Los elementos de serie son prácticamente los mismos para uno y otro coche, y en los dos, es opcional la pintura metalizada, aunque en el BMW cuesta un poco más: 705 euros (117.302 pesetas). La diferencia más acusada entre ambos modelos y en relación también con el Mercedes es la propulsión trasera de BMW y Mercedes, frente a la tracción delantera del Audi. El Mercedes es el rival más caro (30.750 euros, unos 5,1 millones de pesetas) y, sin embargo, la aceleración, por ejemplo, se queda por debajo de la del Audi con una diferencia abismal. Si el Mercedes tarda 9,3 segundos en acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora, el Audi realiza esta marca en 7,5 segundos. En cuanto a consumos, el modelo de la estrella también penaliza: 14,3 litros a los 100 kilómetros en recorrido urbano frente a los 10,6 litros del Audi. En trayectos extraurbanos, la diferencia también es notable: 6,2 litros (Audi) frente a 9,7 litros (Mercedes). En velocidad máxima destaca Mercedes, con 230 kilómetros por hora, frente a los 228 kilómetros por hora del Audi. Los equipamientos son muy parecidos, ambos disponen de sistema antibloqueo de frenos, control de tracción y climatizador automático, entre otros. Sin embargo, la pintura metalizada marca la diferencia. En los dos modelos es opcional, pero en este Mercedes cuesta 947 euros (157.568 pesetas), frente a los 520 euros (86.521 pesetas) del Audi. El Seat León es el modelo más barato de todos los rivales a los que hemos enfrentado este A3. Cuesta unos 7.000 euros (un 1 millón de pesetas) menos que nuestro protagonista (21.255 euros versus 28.420 euros). Las prestaciones en este caso son casi calcadas; de hecho, comparten propulsor. Penaliza por un litro en los consumos urbanos, una cifra que apenas es apreciable, si tenemos en cuenta el ahorro de más de 6.000 euros en el precio total del automóvil. El descenso en el consumo urbano, sobre todo puede tener su origen en el peso de ambos coches. El Audi es algo más ligero (1.180 kilogramos) que el Seat (1.289 kilogramos). En el equipamiento de serie es donde encontramos quizás algunos "peros" del Seat, ya que no dispone, por ejemplo, de control de estabilidad, que cuesta, adicionalmente, 532 euros (unas 88.000 pesetas). El Golf no monta, por el momento, el mismo motor turbo de 180 CV del que disponen sus compañeros de grupo automovilístico: el A3 y el León. A pesar de ello, tiene los mismos consumos que el A3. Según los datos oficiales, 10,6 litros a los 100 en recorrido urbano para el A3 y 10,7 litros para el León. No obstante, el Volkswagen se queda un segundo por debajo en aceleraciones frente al Audi y 16 kilómetros por hora menos en velocidad máxima. Los 30 CV de diferencia entre uno y otro no se acusan, por tanto, en cuanto a prestaciones. En el precio sí se notan las diferencias: el Audi sale por 28.420 euros (4,7 millones de pesetas), mientras que el Golf sale algo más barato: 22.300 euros (3,7 millones de pesetas). En cuanto a equipamiento de serie, ambos disponen de sistema antibloqueo y control de estabilidad y, como mínimo, de dos airbags. A favor del A3, aunque no justifica el precio final, está el climatizador de serie, que en el Golf cuesta 338 euros (56.238 pesetas). En contra, la pintura metalizada, como elemento opcional en ambos, cuesta 520 euros en el Audi y 281 euros en el Volkswagen (86.521 pesetas y 46.754 pesetas, respectivamente). El criterio de rivalidad para hacer que este BMW se enfrente al A3 se basa en el precio, por una diferencia a favor de la marca bávara de unos 3.000 euros (medio millón de pesetas). En prestaciones el BMW queda, justificadamente, por debajo. Más de 40 CV de diferencia con el A3 y la ausencia de turbocompresor hacen que disponga de una aceleración mucho más lenta y de una velocidad punta algo más reducida. En consumos, sin embargo, ambos coches van casi a la par. El Audi gasta 10,6 litros a los 100 en ciudad, frente a los 10,2 litros que registra el BMW. En recorridos extraurbanos, el Audi penaliza con un dato de 6,2 litros frente a los 5,5 litros del BMW. Los elementos de serie son prácticamente los mismos para uno y otro coche, y en los dos, es opcional la pintura metalizada, aunque en el BMW cuesta un poco más: 705 euros (117.302 pesetas). La diferencia más acusada entre ambos modelos y en relación también con el Mercedes es la propulsión trasera de BMW y Mercedes, frente a la tracción delantera del Audi. El Mercedes es el rival más caro (30.750 euros, unos 5,1 millones de pesetas) y, sin embargo, la aceleración, por ejemplo, se queda por debajo de la del Audi con una diferencia abismal. Si el Mercedes tarda 9,3 segundos en acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora, el Audi realiza esta marca en 7,5 segundos. En cuanto a consumos, el modelo de la estrella también penaliza: 14,3 litros a los 100 kilómetros en recorrido urbano frente a los 10,6 litros del Audi. En trayectos extraurbanos, la diferencia también es notable: 6,2 litros (Audi) frente a 9,7 litros (Mercedes). En velocidad máxima destaca Mercedes, con 230 kilómetros por hora, frente a los 228 kilómetros por hora del Audi. Los equipamientos son muy parecidos, ambos disponen de sistema antibloqueo de frenos, control de tracción y climatizador automático, entre otros. Sin embargo, la pintura metalizada marca la diferencia. En los dos modelos es opcional, pero en este Mercedes cuesta 947 euros (157.568 pesetas), frente a los 520 euros (86.521 pesetas) del Audi. El Seat León es el modelo más barato de todos los rivales a los que hemos enfrentado este A3. Cuesta unos 7.000 euros (un 1 millón de pesetas) menos que nuestro protagonista (21.255 euros versus 28.420 euros). Las prestaciones en este caso son casi calcadas; de hecho, comparten propulsor. Penaliza por un litro en los consumos urbanos, una cifra que apenas es apreciable, si tenemos en cuenta el ahorro de más de 6.000 euros en el precio total del automóvil. El descenso en el consumo urbano, sobre todo puede tener su origen en el peso de ambos coches. El Audi es algo más ligero (1.180 kilogramos) que el Seat (1.289 kilogramos). En el equipamiento de serie es donde encontramos quizás algunos "peros" del Seat, ya que no dispone, por ejemplo, de control de estabilidad, que cuesta, adicionalmente, 532 euros (unas 88.000 pesetas). El Golf no monta, por el momento, el mismo motor turbo de 180 CV del que disponen sus compañeros de grupo automovilístico: el A3 y el León. A pesar de ello, tiene los mismos consumos que el A3. Según los datos oficiales, 10,6 litros a los 100 en recorrido urbano para el A3 y 10,7 litros para el León. No obstante, el Volkswagen se queda un segundo por debajo en aceleraciones frente al Audi y 16 kilómetros por hora menos en velocidad máxima. Los 30 CV de diferencia entre uno y otro no se acusan, por tanto, en cuanto a prestaciones. En el precio sí se notan las diferencias: el Audi sale por 28.420 euros (4,7 millones de pesetas), mientras que el Golf sale algo más barato: 22.300 euros (3,7 millones de pesetas). En cuanto a equipamiento de serie, ambos disponen de sistema antibloqueo y control de estabilidad y, como mínimo, de dos airbags. A favor del A3, aunque no justifica el precio final, está el climatizador de serie, que en el Golf cuesta 338 euros (56.238 pesetas). En contra, la pintura metalizada, como elemento opcional en ambos, cuesta 520 euros en el Audi y 281 euros en el Volkswagen (86.521 pesetas y 46.754 pesetas, respectivamente). El criterio de rivalidad para hacer que este BMW se enfrente al A3 se basa en el precio, por una diferencia a favor de la marca bávara de unos 3.000 euros (medio millón de pesetas). En prestaciones el BMW queda, justificadamente, por debajo. Más de 40 CV de diferencia con el A3 y la ausencia de turbocompresor hacen que disponga de una aceleración mucho más lenta y de una velocidad punta algo más reducida. En consumos, sin embargo, ambos coches van casi a la par. El Audi gasta 10,6 litros a los 100 en ciudad, frente a los 10,2 litros que registra el BMW. En recorridos extraurbanos, el Audi penaliza con un dato de 6,2 litros frente a los 5,5 litros del BMW. Los elementos de serie son prácticamente los mismos para uno y otro coche, y en los dos, es opcional la pintura metalizada, aunque en el BMW cuesta un poco más: 705 euros (117.302 pesetas). La diferencia más acusada entre ambos modelos y en relación también con el Mercedes es la propulsión trasera de BMW y Mercedes, frente a la tracción delantera del Audi. El Mercedes es el rival más caro (30.750 euros, unos 5,1 millones de pesetas) y, sin embargo, la aceleración, por ejemplo, se queda por debajo de la del Audi con una diferencia abismal. Si el Mercedes tarda 9,3 segundos en acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora, el Audi realiza esta marca en 7,5 segundos. En cuanto a consumos, el modelo de la estrella también penaliza: 14,3 litros a los 100 kilómetros en recorrido urbano frente a los 10,6 litros del Audi. En trayectos extraurbanos, la diferencia también es notable: 6,2 litros (Audi) frente a 9,7 litros (Mercedes). En velocidad máxima destaca Mercedes, con 230 kilómetros por hora, frente a los 228 kilómetros por hora del Audi. Los equipamientos son muy parecidos, ambos disponen de sistema antibloqueo de frenos, control de tracción y climatizador automático, entre otros. Sin embargo, la pintura metalizada marca la diferencia. En los dos modelos es opcional, pero en este Mercedes cuesta 947 euros (157.568 pesetas), frente a los 520 euros (86.521 pesetas) del Audi. El Seat León es el modelo más barato de todos los rivales a los que hemos enfrentado este A3. Cuesta unos 7.000 euros (un 1 millón de pesetas) menos que nuestro protagonista (21.255 euros versus 28.420 euros). Las prestaciones en este caso son casi calcadas; de hecho, comparten propulsor. Penaliza por un litro en los consumos urbanos, una cifra que apenas es apreciable, si tenemos en cuenta el ahorro de más de 6.000 euros en el precio total del automóvil. El descenso en el consumo urbano, sobre todo puede tener su origen en el peso de ambos coches. El Audi es algo más ligero (1.180 kilogramos) que el Seat (1.289 kilogramos). En el equipamiento de serie es donde encontramos quizás algunos "peros" del Seat, ya que no dispone, por ejemplo, de control de estabilidad, que cuesta, adicionalmente, 532 euros (unas 88.000 pesetas). El Golf no monta, por el momento, el mismo motor turbo de 180 CV del que disponen sus compañeros de grupo automovilístico: el A3 y el León. A pesar de ello, tiene los mismos consumos que el A3. Según los datos oficiales, 10,6 litros a los 100 en recorrido urbano para el A3 y 10,7 litros para el León. No obstante, el Volkswagen se queda un segundo por debajo en aceleraciones frente al Audi y 16 kilómetros por hora menos en velocidad máxima. Los 30 CV de diferencia entre uno y otro no se acusan, por tanto, en cuanto a prestaciones. En el precio sí se notan las diferencias: el Audi sale por 28.420 euros (4,7 millones de pesetas), mientras que el Golf sale algo más barato: 22.300 euros (3,7 millones de pesetas). En cuanto a equipamiento de serie, ambos disponen de sistema antibloqueo y control de estabilidad y, como mínimo, de dos airbags. A favor del A3, aunque no justifica el precio final, está el climatizador de serie, que en el Golf cuesta 338 euros (56.238 pesetas). En contra, la pintura metalizada, como elemento opcional en ambos, cuesta 520 euros en el Audi y 281 euros en el Volkswagen (86.521 pesetas y 46.754 pesetas, respectivamente).