Con el R8 y las berlinas RS entró en el Olimpo de los deportivos. Así que tocaba ahora en Audi recargar su pequeño y ágil coupé. A escala, sí, pero con munición para tumbar a cualquier hipotético rival. Quizás, con una variante ya con motor atmosférico V6 de 250 CV que hacía tambalear la categoría por refinamiento y prestaciones no era necesario cargar tintas sobre este divertido Audi TT coupé… pensarán algunos; y más cuando las restrictivas normas de circulación, el precio del carburante y la nueva conciencia ecológica aconsejan no exprimir siquiera un 50 por ciento de sus posibilidades.
Pero lo cierto es que, a pesar de su apariencia más feroz –con parrilla sobredimensionada, mayores tomas de aire, dos salidas dobles de escape y hasta un embellecedor trasero que imita a un difusor-, este nuevo Audi TTS podría calificarse incluso como “políticamente correcto". Entiéndannos: corre más -bastante más-, pero añade todo un arsenal tecnológico para seguridad de conducción y consume hasta un litro menos de media cada 100 km. ¿El milagro? Cómo no, la estrategia downsizing en formato deportivo.
En lugar de 3,2 litros de cilindrada, Audi extrae en esta ocasión más potencia de un ligero propulsor de inyección directa 2.0 sobrealimentado –el 4 cilindros TFSI que emplea el S3- pero completamente reforzado y puesto al día en sistema de inyección, escape, gestión electrónica y alimentación (con turbo más grande y una presión que aumenta a 1,2 bares) para rendir ahora 272 CV…
…Y subiendo, pues ya existe un prototipo TT clubsport donde supera los 300. Lo que lleva a pensar que el poderoso V6 va camino de la extinción… al menos en los Audi pequeños. Porque esta misma fórmula seguro que le emplazará progresivamente a sustituir en sus mayores modelos al actual V8. Elucubraciones al margen, agárrense y bajémonos al nuevo Audi TTS Coupé, porque a él no se sube. Para quien alberge más dudas de esta variante TTS de altas prestaciones, decirle que nunca fue tan preciso el lanzamiento. Nos referimos a su poder de efectividad. No hacía falta, como en el R8, recurrir a un desarrollo específico con motor central para obtener un pequeño coupé explosivo.
Con su última renovación, el Audi TT superó las expectativas. Perdió encanto con una línea más suavizada, pero mejoró por completo a la primera generación con un habitáculo menos claustrofóbico, un “cockpit" más acogedor y un ambiente de gran tacto y calidad, reforzado ahora deportivamente con inserciones en aluminio y asientos anatómicos, de excelente sujeción.
Pero, sobre todo, el Audi TT se reforzó con una gran evolución técnica que, partiendo de módulos del compacto A3, incluía una nueva carrocería con hasta un 70 por ciento de aluminio. Este componente, mucho más ligero que el acero y capaz de optimizar el reparto de pesos, se ha utilizado ahora para afianzar el eje delantero. También se ha recalibrado la dirección, adoptado superiores neumáticos (en nuestra unidad unos espectaculares 255/35 R19, mayores incluso que los delanteros del R8) y unas suspensiones tomadas del acabado SLine, con muelles cortos que rebajan 10 mm la altura. Así, con su gran anchura de vías y liviano peso, sólo faltaba en el Audi TTS incluir de serie la última evolución de su tracción integral con embrague multidisco Haldex (todos sus rivales son propulsión trasera) y un motor a la altura para una suprema eficacia. Y, desde luego, este motor TFSI lo está. Vaya si lo está.
Los cerca de 54.000 euros que cuesta el TTS, con un buen equipamiento y el imprescindible cambio STronic, parecen justificados. Frente al actual TT V6 compensa, apenas 500 euros más caro. Los Porsche y BMW cuestan 10.000 más, y sólo el 350 Z resulta más económico, aunque no tan rápido ni efectivo.
— Conjunto motor/cambio
— Agilidad y comportamiento
— Ambiente interior
— Plazas traseras
— Confort de suspensiones
— Kit antipinchazos
— Cañón automáticoCon el R8 y las berlinas RS entró en el Olimpo de los deportivos. Así que tocaba ahora en Audi recargar su pequeño y ágil coupé. A escala, sí, pero con munición para tumbar a cualquier hipotético rival. Quizás, con una variante ya con motor atmosférico V6 de 250 CV que hacía tambalear la categoría por refinamiento y prestaciones no era necesario cargar tintas sobre este divertido Audi TT coupé… pensarán algunos; y más cuando las restrictivas normas de circulación, el precio del carburante y la nueva conciencia ecológica aconsejan no exprimir siquiera un 50 por ciento de sus posibilidades.
Pero lo cierto es que, a pesar de su apariencia más feroz –con parrilla sobredimensionada, mayores tomas de aire, dos salidas dobles de escape y hasta un embellecedor trasero que imita a un difusor-, este nuevo Audi TTS podría calificarse incluso como “políticamente correcto". Entiéndannos: corre más -bastante más-, pero añade todo un arsenal tecnológico para seguridad de conducción y consume hasta un litro menos de media cada 100 km. ¿El milagro? Cómo no, la estrategia downsizing en formato deportivo.
En lugar de 3,2 litros de cilindrada, Audi extrae en esta ocasión más potencia de un ligero propulsor de inyección directa 2.0 sobrealimentado –el 4 cilindros TFSI que emplea el S3- pero completamente reforzado y puesto al día en sistema de inyección, escape, gestión electrónica y alimentación (con turbo más grande y una presión que aumenta a 1,2 bares) para rendir ahora 272 CV…
…Y subiendo, pues ya existe un prototipo TT clubsport donde supera los 300. Lo que lleva a pensar que el poderoso V6 va camino de la extinción… al menos en los Audi pequeños. Porque esta misma fórmula seguro que le emplazará progresivamente a sustituir en sus mayores modelos al actual V8. Elucubraciones al margen, agárrense y bajémonos al nuevo Audi TTS Coupé, porque a él no se sube. Para quien alberge más dudas de esta variante TTS de altas prestaciones, decirle que nunca fue tan preciso el lanzamiento. Nos referimos a su poder de efectividad. No hacía falta, como en el R8, recurrir a un desarrollo específico con motor central para obtener un pequeño coupé explosivo.
Con su última renovación, el Audi TT superó las expectativas. Perdió encanto con una línea más suavizada, pero mejoró por completo a la primera generación con un habitáculo menos claustrofóbico, un “cockpit" más acogedor y un ambiente de gran tacto y calidad, reforzado ahora deportivamente con inserciones en aluminio y asientos anatómicos, de excelente sujeción.
Pero, sobre todo, el Audi TT se reforzó con una gran evolución técnica que, partiendo de módulos del compacto A3, incluía una nueva carrocería con hasta un 70 por ciento de aluminio. Este componente, mucho más ligero que el acero y capaz de optimizar el reparto de pesos, se ha utilizado ahora para afianzar el eje delantero. También se ha recalibrado la dirección, adoptado superiores neumáticos (en nuestra unidad unos espectaculares 255/35 R19, mayores incluso que los delanteros del R8) y unas suspensiones tomadas del acabado SLine, con muelles cortos que rebajan 10 mm la altura. Así, con su gran anchura de vías y liviano peso, sólo faltaba en el Audi TTS incluir de serie la última evolución de su tracción integral con embrague multidisco Haldex (todos sus rivales son propulsión trasera) y un motor a la altura para una suprema eficacia. Y, desde luego, este motor TFSI lo está. Vaya si lo está.
Los cerca de 54.000 euros que cuesta el TTS, con un buen equipamiento y el imprescindible cambio STronic, parecen justificados. Frente al actual TT V6 compensa, apenas 500 euros más caro. Los Porsche y BMW cuestan 10.000 más, y sólo el 350 Z resulta más económico, aunque no tan rápido ni efectivo.
— Conjunto motor/cambio
— Agilidad y comportamiento
— Ambiente interior
— Plazas traseras
— Confort de suspensiones
— Kit antipinchazos
— Cañón automático