Como se anunció hace más de dos años en la presentación del prototipo Al2, las fechas se han cumplido a rajatabla, y el definitivo Audi A2, que será producido en la planta de Neckarslum con una capacidad de 60.000 unidades anuales, se comercializará a mediados del año 2000 con un precio situado alrededor de los tres millones de pesetas. Según Dietmar Schumacher, jefe de marketing de producto, «el A2 es el concepto de vehículo moderno para el comienzo del nuevo milenio». Con una longitud 25 cm superior a la de su más directo competidor, el Mercedes Clase A, y una batalla idéntica a la del Volkswagen Polo, el A2 representa un avanzado concepto de diseño y practicidad que, gracias a su contenido peso, de sólo 895 kg, y a su excelente Cx, de 0,28, promete permitir una conducción ágil y cómoda. En su atrevido diseño se han tenido en cuenta algunos rasgos característicos de otros modelos de la marca, como los montantes del techo en forma de arco y la estrecha parrilla frontal, similares a los del TT, o las formas del portón posterior que recuerdan en gran medida al Audi 100 Avant de 1982 y permiten una excelente visibilidad al contar con una luna curvada de grandes dimensiones. Aunque utiliza componentes de diversos modelos del grupo, el A2 no comparte plataforma con ningún otro modelo, pues el chasis ha sido desarrollado completamente nuevo a partir de una estructura ASF (Audi Space Frame), tecnología estrenada en el modelo más lujoso y representativo de la marca, el A8. Se trata de la demostración de que esta técnica puede ser extrapolada también a volúmenes de producción altos. La estructura de aluminio permite una reducción en peso de aproximadamente un 40 por ciento respecto a una carrocería convencional de acero, lo que significa una disminución de unos 150 kg respecto a otros modelos de su categoría. El peso total del conjunto es de 895 kg en la versión de gasolina, y de 65 kg más en el caso de la variante Diesel de tres cilindros. Sin embargo, la utilización del aluminio no significa menor resistencia; de hecho, el A2 constituye una referencia en su segmento, pues supera las pruebas más estrictas de choque y logra una rigidez torsional muy elevada gracias a la tecnología empleada, mediante "jaula" de perfiles de aluminio. Y es que la seguridad ha sido una de las máximas "sugeridas" por el patrón del grupo, Ferdinand Piëch. Se ha reforzado la seguridad activa con la inclusión de elementos como el ABS con sistema de distribución electrónica de la fuerza de frenado EBV, bloqueo electrónico del diferencial EDS, sistema antipatinamiento ASR y programa electrónico de estabilidad ESP. También la seguridad pasiva ha llegado hasta niveles no conocidos hasta la fecha en su categoría. De serie ofrecerá airbags frontales y laterales, mientras que el sistema Audi Sideguard, con airbags para la protección de la cabeza, se ofrecerá como opción. Como se anunció hace más de dos años en la presentación del prototipo Al2, las fechas se han cumplido a rajatabla, y el definitivo Audi A2, que será producido en la planta de Neckarslum con una capacidad de 60.000 unidades anuales, se comercializará a mediados del año 2000 con un precio situado alrededor de los tres millones de pesetas. Según Dietmar Schumacher, jefe de marketing de producto, «el A2 es el concepto de vehículo moderno para el comienzo del nuevo milenio». Con una longitud 25 cm superior a la de su más directo competidor, el Mercedes Clase A, y una batalla idéntica a la del Volkswagen Polo, el A2 representa un avanzado concepto de diseño y practicidad que, gracias a su contenido peso, de sólo 895 kg, y a su excelente Cx, de 0,28, promete permitir una conducción ágil y cómoda. En su atrevido diseño se han tenido en cuenta algunos rasgos característicos de otros modelos de la marca, como los montantes del techo en forma de arco y la estrecha parrilla frontal, similares a los del TT, o las formas del portón posterior que recuerdan en gran medida al Audi 100 Avant de 1982 y permiten una excelente visibilidad al contar con una luna curvada de grandes dimensiones. Aunque utiliza componentes de diversos modelos del grupo, el A2 no comparte plataforma con ningún otro modelo, pues el chasis ha sido desarrollado completamente nuevo a partir de una estructura ASF (Audi Space Frame), tecnología estrenada en el modelo más lujoso y representativo de la marca, el A8. Se trata de la demostración de que esta técnica puede ser extrapolada también a volúmenes de producción altos. La estructura de aluminio permite una reducción en peso de aproximadamente un 40 por ciento respecto a una carrocería convencional de acero, lo que significa una disminución de unos 150 kg respecto a otros modelos de su categoría. El peso total del conjunto es de 895 kg en la versión de gasolina, y de 65 kg más en el caso de la variante Diesel de tres cilindros. Sin embargo, la utilización del aluminio no significa menor resistencia; de hecho, el A2 constituye una referencia en su segmento, pues supera las pruebas más estrictas de choque y logra una rigidez torsional muy elevada gracias a la tecnología empleada, mediante "jaula" de perfiles de aluminio. Y es que la seguridad ha sido una de las máximas "sugeridas" por el patrón del grupo, Ferdinand Piëch. Se ha reforzado la seguridad activa con la inclusión de elementos como el ABS con sistema de distribución electrónica de la fuerza de frenado EBV, bloqueo electrónico del diferencial EDS, sistema antipatinamiento ASR y programa electrónico de estabilidad ESP. También la seguridad pasiva ha llegado hasta niveles no conocidos hasta la fecha en su categoría. De serie ofrecerá airbags frontales y laterales, mientras que el sistema Audi Sideguard, con airbags para la protección de la cabeza, se ofrecerá como opción.
Audi A2
El Audi A2, que llegará al mercado a mediados de año, representa un importante avance en la fabricación de automóviles de gran serie. Se trata del primer modelo de su categoría realizado completamente en aluminio.
