Tras cuatro años en el mercado para el Skoda Rapid y tres para el Skoda Spaceback, ha llegado el momento de actualizar tanto la pequeña berlina de Skoda como su versión de carrocería compacta. A simple vista, lo que más llama la atención es su nuevo diseño frontal, con faros que opcionalmente pueden ser bi-xenón con luces diurnas e intermitentes integrados de led. También se ha rediseñado la zona inferior del paragolpes delantero, con antinieblas modificados ahora unidos por una línea cromada en las versiones tope de gama Style que tratan de aumentar visualmente la anchura del coche.
El resto de novedades en los diseños exteriores del Skoda Spaceback y Rapid 2017 las marcan los cinco nuevos diseños para las llantas y tres colores de carrocería —de los 13 disponibles—. Además, en los Spaceback con equipamiento Style, en la zaga, encontramos una mayor superficie acristalada en su luna, que se puede complementar con un techo panorámico de 1,71 por 1,15 metros.
Pequeños detalles en su interior y grandes soluciones
En su interior cambian las molduras de puertas y salpicadero, el módulo de climatización así como muy ligeramente la instrumentación. Lo más interesante es la llegada de dos conectores USB para las plazas traseras para la carga de dispositivos móviles, que se unen al resto de soluciones «Simply Clever» como la bandeja plegable, el falso suelo del maletero ajustable, el hueco para el paraguas o la rasqueta en la tapa del depósito para el hielo entre otras muchas cosas.
Mecánicamente, la única novedad es el relevo del 1.2 TSI tetracilíndrico, con versiones de 90 y 110 CV, por el 1.0 TSI tricilíndrico con 95 o 110 CV. El primero con cambio manual de 5 velocidades o automático DSG de doble embrague pilotado de 7 y el segundo sólo manual con 6 relaciones. Se trata de un propulsor más compacto y ligero —reduce su masa en 10 kg—, que pese a su arquitectura no proporciona un nivel de vibraciones o sonoridad superiores a los de su fantástico predecesor. Se siente elástico y potente para sus niveles de potencia, con una ligera mejor en prestaciones para el pequeño —entre 0,2 y 0,3 s más rápido en el 0-100 km/h, con 11 s para ambas carrocerías—, fruto de sus 5 CV extra manteniéndose la cifra de par, y prácticamente los mismos registros para el de 110, que aumenta ligeramente su agrado de uso gracias a los 2,5 mkg más de par que aporta. Sí encontramos más diferencias en cuanto a consumos, con una rebaja de 0,3 l/100 km en la versión de acceso y 0,4 en la de 110 CV, con 4,4 y 4,5 l/100 km de media respectivamente.
La gama mecánica de gasolina se completa con el refinado 1.4 TSI de 125 CV, asociado al cambio DSG de 7 velocidades. En Diesel se arranca con el 1.4 TDI tricilíndrico con 90 CV, manual de 5 velocidades o DSG de 7, o 115 CV, manual de 5 velocidades, que por su tacto más áspero, peor respuesta y elevado nivel sonoro no es recomendable frente a los TSI de gasolina. Mucha mejor opción es el 1.6 TDI de 115 CV, más satisfactorio desde cualquier plano que el 1.4 TDI y con apenas 0,2 l/100 más de consumo según los datos oficiales. Todos los motores son turbo, con inyección directa y se combinan con sistema de parada y arranque automáticos en las detenciones así como con sistema de recuperación de energía; que carga la batería en fases de desaceleración para reducir tensión y por ende el consumo.
Skoda Spaceback y Rapid 2017: comportamiento de referencia
Por bastidor, para su enfoque, a pesar de no contar con novedades, ambos sobresalen muy por encima de la media de sus hipotéticos rivales. Son ágiles, seguros y fáciles de conducir, si bien no cuentan con suspensiones tan elaboradas como, por ejemplo, las de un Octavia tanto por eficacia como por confort.
En cuanto a equipamiento, los Skoda Spaceback y Rapid 2017 estrenan las luces automáticas —que se encienden con baja luminosidad, al accionar los limpiaparabrisas…—, con cambio automático entre cruce/carretera y antinieblas con iluminación en curva. Ambos se ofrecen con tres niveles de equipamiento: Active, Ambition y Style, a los que en la gama Spaceback se suma el deportivo Monte Carlo, con: parrilla, alerón, carcasas de los retrovisores y llantas de aleación de 16” en negro, cristales traseros oscurecidos, tapicería específica, costuras en rojo para volante, pomo del cambio y reposabrazos, molduras con diseño en carbono, faros bi-xenón, aire acondicionado y techo panorámico entre otras cosas.
Aún no están definidos los precios para nuestro país, pero todo indica que subirán entre 500 y 750 euros, con lo que se ofrecerá un Rapid desde 14.250 euros y un Spaceback desde 13.900 euros; que con las ofertas de financiación permitirán al Rapid arrancar desde unos 13.000 euros. Ya se admiten pedidos, si bien para las primeras entregas habrá que esperar hasta finales del mes de junio.