En éste, la potencia se han mantenido casi a la par con la anterior versión y por ello las prestaciones siguen siendo de primer orden. Acelera claramente más rápido que el Tdi, pero, para ir realmente deprisa en carretera, requiere un continuo uso de la palanca de cambios y estirar cada marcha hasta bien pasadas las 5.000 rpm. Por ello, su conducción requiere una mayor concentración para sacar el máximo partido y, en condiciones normales, se puede rodar casi igual de rápido con el TDi (aunque en autopista el gasolina tiene una velocidad máxima real ligeramente superior), pero con un esfuerzo menor. Lógicamente, el consumo puede llegar a ser muy determinante en la elección de uno y otro, y el TDi marca la pauta con unos valores ciertamente bajos, tanto en ciudad como en carretera. Ello le permite suplir una de las principales carencias del Arosa: la escasa capacidad del depósito de combustible. Y si en cuanto a motores no hay apenas variaciones en este nueva generación, el bastidor del Arosa ha sido objeto de una minuciosa puesta a punto para garantizar una mejora en sus cualidades dinámicas. En el caso del TDi, las suspensiones se han endurecido un 8 por ciento respecto al anterior modelo, lo que permite rebajar la altura de carrocería en 12 milímetros. En el más deportivo 16V, los técnicos han llegado más lejos aún, rebajando la carrocería 16 milímetros y endureciendo la amortiguación en un 12 por ciento. El resultado supone una apreciable mejora en la estabilidad frente a sus antecesores aunque, dado el buen nivel de prestaciones, aún admitirían una mayor firmeza en sus tarados sin llegar a perjudicar el confort. Los balanceos de carrocería en los apoyos o simplemente al pasar por los habituales badenes de nuestras carreteras son ahora menos acusados, especialmente en el Sport —acabado exclusivo del 1.4 16V— lo que beneficia no sólo en una conducción más segura, sino también más confortable, pues los ocupantes sufren en menor medida las oscilaciones de la carrocería. Y en los tramos más lentos y revirados, la conducción del 16V puede llegar a ser excitante, con unas reacciones muy vivas y una respuesta del motor propia de un deportivo. En éste, la potencia se han mantenido casi a la par con la anterior versión y por ello las prestaciones siguen siendo de primer orden. Acelera claramente más rápido que el Tdi, pero, para ir realmente deprisa en carretera, requiere un continuo uso de la palanca de cambios y estirar cada marcha hasta bien pasadas las 5.000 rpm. Por ello, su conducción requiere una mayor concentración para sacar el máximo partido y, en condiciones normales, se puede rodar casi igual de rápido con el TDi (aunque en autopista el gasolina tiene una velocidad máxima real ligeramente superior), pero con un esfuerzo menor. Lógicamente, el consumo puede llegar a ser muy determinante en la elección de uno y otro, y el TDi marca la pauta con unos valores ciertamente bajos, tanto en ciudad como en carretera. Ello le permite suplir una de las principales carencias del Arosa: la escasa capacidad del depósito de combustible. Y si en cuanto a motores no hay apenas variaciones en este nueva generación, el bastidor del Arosa ha sido objeto de una minuciosa puesta a punto para garantizar una mejora en sus cualidades dinámicas. En el caso del TDi, las suspensiones se han endurecido un 8 por ciento respecto al anterior modelo, lo que permite rebajar la altura de carrocería en 12 milímetros. En el más deportivo 16V, los técnicos han llegado más lejos aún, rebajando la carrocería 16 milímetros y endureciendo la amortiguación en un 12 por ciento. El resultado supone una apreciable mejora en la estabilidad frente a sus antecesores aunque, dado el buen nivel de prestaciones, aún admitirían una mayor firmeza en sus tarados sin llegar a perjudicar el confort. Los balanceos de carrocería en los apoyos o simplemente al pasar por los habituales badenes de nuestras carreteras son ahora menos acusados, especialmente en el Sport —acabado exclusivo del 1.4 16V— lo que beneficia no sólo en una conducción más segura, sino también más confortable, pues los ocupantes sufren en menor medida las oscilaciones de la carrocería. Y en los tramos más lentos y revirados, la conducción del 16V puede llegar a ser excitante, con unas reacciones muy vivas y una respuesta del motor propia de un deportivo.
Seat Arosa 1.4 TDi / Seat Arosa 1.4 16V
La nueva imagen del Arosa hace de este pequeño Seat un modelo mucho más atractivo, exhibiendo una personalidad muy definida y alejada del Lupo de Volkswagen. Las versiones TDi y 16V Sport suponen la máxima expresión de la gama
