La apuesta de Mercedes por la expansión es decidida y parece no tener fin ya que busca crecer tanto en los segmentos de nueva creación como en los tradicionales, explotando todas las opciones posibles de carrocería en cada una de sus líneas de turismo. El último en llegar ha sido la versión cabrio del Clase E, válido ahora para cuatro adultos de más de 1,8 m de estatura , que suma una atractiva variante descubierta a una familia numerosa que ya contaba con versiones Sedan, Coupé, Estate y Estate All Terrain puesta en el mercado en apenas seis meses.
Comparado con el anterior Clase E es mucho más rotundo y contundente. Así, resulta 12 cm más largo (4,83 m) y casi 7,5 cm más ancho (1,86), pero más impactante es el aumento en su base rodante, con 11 cm más entre ejes y casi 7 más en ancho de vías, que se traduce en una notable ganancia en cuanto a espacio interior y en un maletero de razonable capacidad, anunciado en 385 l en configuración cerrada y 310 con la capota recogida. Es accesible también desde el interior gracias a la posibilidad de abatir individualmente uno o dos de los respaldos.
La capota del Mercedes E Cabrio
Como para el resto de sus berlinas, Mercedes ha optado por una por una capota de lona para el Clase E inspirada en la del Clase S ya que permite más libertad a los diseñadores al tener un plegado más sencillo y necesitar menos espacio que un techo metálico retráctil —reservado por Mercedes para sus roadsters SL y SLC—.
En este caso, el Mercedes Clase E Cabrio permite pasar de su configuración abierta a cerrada en 20”, un tiempo que no es especialmente brillante y podría realizarse incluso en marcha siempre a una velocidad inferior a los 50 km/h; algo muy conveniente cuando hay que protegerse de la meteorología y permitirá apreciar el buen aislamiento que ofrece, tanto en cuanto a sonoridad durante la marcha incluso a alta velocidad como protección térmica hacia los ocupantes.
En este sentido tienen su importancia dos dispositivos instalados en el Marcedes Clase E Cabrio como el Airscarf, una canalización de aire caliente en los reposacabezas que dirigiría aire caliente hacia la parte trasera de los pasajeros delanteros, y el Aircap, ofrecido de serie en España. éste un deflector emergente instalado en la parte superior del marco del parabrisas y al desplegarse modifica el flujo del aire evitando la presencia de turbulencias en el habitáculo. Actúa de manera solidaria con un derivabrisas trasero, también emergente, y su efecto podría ampliarse en el caso de montar el derivabrisas opcional, colocable tras los pasajeros delanteros.
La mecánica del Mercedes E Cabrio
La modificación de la sección delantera y piso del habitáculo ha permitido a Mercedes compensar en el Clase E Cabrio la pérdida de rigidez derivada de no llevar techo. Pero esto también ha llevado a tener que modificar la puesta a punto de elementos del chasis como la suspensión. En este caso se ofrecen dos. La estándar –Agility Control- es fija, con muelles que rebajan la altura de la carrocería en 15 mm y cuentan con una amortiguación más enfocada al confort y una neumática, la Air Body Control con muelles neumáticos de mayor sección regulables en tres niveles de fuerza y unos amortiguadores de regulación electrónica que permiten adaptarse a las diferentes exigencias de conducción del Dynamic con cinco modos de conducción que llegarían al máximo dinamismo.
Pese a este planteamiento, y haber sido construido con gran proporción de materiales ligeros y aluminio, el Mercedes Clase E no es ningún peso ligero. No es capaz de bajar de los 1.800 kg y esto se va a notar a poco que queramos aumentar el ritmo de marcha en zonas de curvas con unas inercias evidentes y alguna lógica falta de agilidad. En cambio, si en vías despejadas ofrece precisión de bisturí, con una tendencia natural a seguir las órdenes del conductor sin poner en dificultades a sus controles de estabilidad.
En España va a estar disponible en cuatro versiones diferentes E220 d (194 CV; 4,3 l/100 km); E 350 d 4Matic (258 CV; 6,5 l/100 km); E 300 (245 CV; 6,8 l/100 km) y E 400 4Matic, (333 CV, 8,3 l/100 km) todas ellas asociadas al cambio automático 9G-Tronic de otras tantas velocidades, si bien los dos bloques V6 sólo podrán encontrarse con tracción integral permanente.
La seguridad y equipamiento del Mercedes E Cabrio
Además de confort y unas excelentes posibilidades de conducción, el Mercedes Clase E Cabrio incorpora de serie un completo equipo de ayudas a la conducción que incluye un asistente de frenado activo que detectaría potenciales riesgos como coches que circulasen más despacio, estuviesen detenidos o peatones y de no mediar intervención del conductor podría llegar a iniciar la frenada de manera autónoma. También es de serie el Attention Assist, que avisaría al conductor de cuando su comportamiento al volante denota fatiga, y el asistente de viento cruzado, que aplicaría selectivamente los frenos para contribuir a la estabilización del vehículo.
En cambio, será opcional en control de crucero Distronic con corrección de volante que mantendría la distancia prefijada respecto del vehículo anterior manteniendo el Clase E en el centro del carril a velocidades de hasta 210 km/h, demostrando que la conducción autónoma cada vez está más próxima, algo en lo que el sistema de reconocimiento de señales contribuye al respetar las velocidades máximas específicas.
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