Mercedes C 250 CDI Coupe

Se anuncia chaparrón entre los coupés medios de lujo. Con vientos procedentes de la nueva Clase C y la fuerza renovadora que imprime hoy Mercedes, un vendaval llega al mercado para descargar. Nueva silueta, más confort, mejor dinamismo... Por primera vez, Audi y BMW sacan en esta categoría el paraguas: el anterior Mercedes CLC es historia.

Mercedes C 250 CDI Coupe
Mercedes C 250 CDI Coupe

Llega el invierno y toca mirar al cielo. La estación se anuncia fría y lluviosa, muy activa. También en una industria del automóvil hasta hoy demasiado en calma paralizada por la Economía. Claro que a base de aluviones hay quien persigue ya reactivarla. En Europa, la formación de temporales parece desplazarse últimamente a Stuttgart, porque Mercedes vuelve definitivamente a la carga desde su sede.

Tras un período dubitativo y con merma visible de calidad que le llevó a perder con preocupación terreno frente a sus rivales BMW y, sobre todo, la pujante Audi, la marca de la estrella brilla hoy más que nunca. Lo veníamos viendo, y sintiendo, en sus últimas novedades. En las renovadas Clase S, E, CLS, M... pero era de esperar en su gama alta. La constatación llega cuando se traslada por fin a su base, porque, tras conducir el nuevo Mercedes C Coupé, se confirma que tanto Audi (con su actualizado A5) como BMW (con su gran Serie 3 Coupé, que ya anuncia nueva generación) ya tienen rival para hacerles sombra. Lo que nunca consiguieron el Mercedes C Sportcoupe, ni el posterior CLC. Y la tendencia seguirá con las esperanzadoras nuevas Clase A y B, como Mercedes ya nos enseña.

Coupé 5 estrellas
Claro que el Mercedes C Coupé es quien, por abajo, arranca nueva era. Y es mucho coche. A pesar de que Mercedes anunció que el CLC no tendría sustituto, y que hoy su coupé medio se junta demasiado a un superior Mercedes E Coupé más sofisticado sí, pero que comparte plataforma y batalla de última Clase C, la importancia de un buen C Coupé era vital. Para hacer frente a sus enemigos, y para atraer nuevos clientes.

De hecho, el veterano Mercedes C Sportcoupé tuvo en el fabricante la tasa de captación más alta, con un 70 por ciento de compradores llegados de otras firmas y de los que, 4 de cada 10, compraron años más tarde un Mercedes superior. Así que a renovar la atracción. Primero con nueva imagen más exclusiva, abandonando los dos volúmenes con portón del anterior CLC por una carrocería tricuerpo de 2 puertas. Y lo cierto es que resulta precioso, sobre todo vestido por un paquete AMG, caro (2.600 €) pero necesario para configurar estética y dinámicamente el gran coche que es.

Segundo, por su mejorada funcionalidad. La nueva estructura le permite crecer 14 centímetros, superando en todas las cotas al CLC (importante son los 115 litros más de maletero -420 totales- que ya sí permiten el viaje) y plantándose al nivel de Audi A5 o BMW Serie 3, con quienes, eso sí, copia una altura trasera para tallas medio-bajas. Es lo que tienen los coupés.

Otro importante y necesario paso al frente en el nuevo Mercedes C Coupé llega, sobre todo, en ajustes, acabado y equipamiento, ya muy completo de serie, y con detectores de cansancio, ángulo muerto o cambio de carril involuntario, además de conexión a Internet o luces inteligentes entre su dotación. De verdadero lujo a diferencia de un predecesor que acusaba ya el paso del tiempo... y el ahorro en la marca.

En marcha
Hoy son otros tiempos respecto a su predecesor Mercedes CLC. Al sentarnos, el cinturón no se aproxima automáticamente como en el Mercedes E Coupé, pero luego por postura, tacto o impacto visual, ¡qué calidad transmite el nuevo C Coupé! Y qué rodadura. Porque aquí Mercedes nunca escatimó, pero hoy también avanza. Pierde algo de aislamiento ante el C berlina, pero no suena más que un Audi A5 y sí transmite más suavidad y confort de marcha.

Siempre sólo en propulsión trasera, como el E Coupé y a diferencia de un C que también monta tracción 4Matic, sorprende por la comodidad que aportan las suspensiones de serie con amortiguadores variables en flexibilidad según asfalto y tipo de conducción (mecánicamente, y no de forma electrónica disponible en opción). Trabajan de maravilla y, aunque permiten más movimiento de carrocería que un A5 y, sobre todo, un BMW Serie 3, absorben mejor en la pisada pero adaptándose siempre al recorrido para ajustar dureza en caso necesario. Como ante rápidos cambios de dirección, cuando descarga menos, o ante el bache en apoyo, donde sube y se clava al bajar sin modificar trayectorias.

El nuevo Mercedes C Coupé resulta en carretera fácil, estable y permisivo de conducción, también con buena motricidad y un ESP que sólo interviene al sobrepasar límites. Este carácter puede que le prive también de la extrema agilidad y milimétrica precisión del más instantáneo BMW Serie 3 Coupé, pero en nuestro C Coupé con paquete AMG esta diferencia queda también limitada sin pérdida relativa de confort. Suma así chasis rebajado 15 milímetros, mayores neumáticos en llanta de 18 pulgadas y dirección paramétrica, capaz de variar desmultiplicación según ángulo de giro... y creemos que referencia hoy por precisión y naturalidad.

Este Clase C es, por tanto, muy rápido sin necesidad de rudeza o sequedad alguna. Puede que en el espíritu deportivo de todo coupé sólo desentonen las siglas BlueEfficiency en su carrocería. Pero, como en cualquier Clase C, es inherente a toda versión, y otra muestra del avance de Mercedes al sumar sistema Stop/Start y frenada regenerativa para contribuir al mínimo gasto. Como también su moderna mecánica.

4 grandes cilindros
Porque esta primera prueba al Mercedes C Coupé la realizamos en versión 250 CDI, el primer 4 cilindros que montó, por ejemplo, la gran Clase S. Se trata de un 2,2 litros, con dos turbos y gran respuesta ya bajo 1.500 rpm. Tanta, que puede sin problemas con los muy largos desarrollos de la última evolución del cambio 7G-Tronic Plus de convertidor de par, opcional a la caja manual de 6 marchas.

Quede claro que, a pesar de los buenos adelantamientos, el conjunto llega enfocado a la mayor suavidad y eficiencia, apreciable sobre todo en un modo "E" de cambio que inserta siempre la relación más larga posible (y son 7), respondiendo con cierto retardo a grandes demandas repentinas de una aceleración que no impresiona: debe bajar hasta 3 marchas antes de golpe.

Para la conducción que permite este Clase C Coupé, mejor aconsejamos recurrir a un modo "S" más rápido o, sobre todo, al divertido modo de cambio Manual. Y nuevamente aparece aquí el paquete AMG para añadir levas en volante. Eso sí, entonces en el C 250 CDI no sacaremos todo el partido a un consumo que en caso contrario cifra sólo 6,3 l/100 km medidos, más de 1 litro cada 100 kilómetros menos que el anterior CLC 220 CDI de sólo 150 CV o un Audi A5 2.0 TDI/170: en la línea del hasta hoy inalcanzable BMW 320d Coupé de 184 CV.

El bajo consumo, por tanto, es buen motivo para recuperar en marcha parte del dinero invertido. Y es que, si anteriormente los Mercedes CLC/C Sportcoupé fueron los verdaderos Mercedes de acceso, hoy el nuevo C Coupé suma a la berlina entre 1.000 y 3.000 euros más por versión. Precio a pagar por su mejora en diseño, calidad y dinamismo... aunque, todo sea dicho, aún competitivo con los Audi A5 y BMW Serie 3 Coupé. Sin duda, hoy sí hay partido: la tormenta ha estallado.

- Calidad de realización
- Equilibrio confort/dinamismo
- Motor y consumos
  • Altura trasera
  • Freno de aparcamiento por pedal
  • Precio final