Las cualidades ruteras y mayor ambición como vehículos familiares de los utilitarios de última generación, seguramente encuentran en los motores Diesel actuales a sus mejores aliados. Pero en el rango de potencia en el que se mueven estos altos de gama de gasolina, sólo el Polo ofrece una alternativa Diesel —1.9 TDI 100 CV—, que dicho sea de paso pone en evidencia en prestaciones y economía de consumo al 1.4 16V 100 CV de gasolina. Sólo los 1.520 euros a favor de éste, parecen un argumento, pero también muy serio, a su favor.
En el caso del C3 y Fiesta habrá que esperar a las anunciadas versiones Diesel 1.4 16V common rail de 90 CV —compartirán motor—, mejor adaptadas a esa ambicionada filosofía de familiares de estos utilitarios, que las actuales versiones de 68 CV.
Mientras llegan esas versiones Diesel, de estos cuatro competidores de gasolina, el C3 y el Fiesta son los que ofrecen mejores aptitudes dinámicas. La cilindrada manda sobre potencias equivalentes, y el agrado de conducción de los dos motores 1.6 es superior por su mejor respuesta desde bajas revoluciones. En tráfico urbano no es determinante, pero en carretera la diferencia entre unos y otros a veces parece vital.
De la tendencia de crecimiento de los utilitarios, el Fiesta y el Polo son la mejor expresión. Las ventajas aparecen fundamentalmente en las plazas traseras, las más generosas para acoger a dos adultos. De hecho, ofrecen tanto espacio para las piernas como un Focus y Golf, respectivamente. No pasa así con los maleteros, que desde un punto de vista familiar siguen siendo escasos, sobre todo el del Polo, que en su actual generación se le ha olvidado aplicar las ventajas de su tamaño al maletero.
Las cualidades ruteras y mayor ambición como vehículos familiares de los utilitarios de última generación, seguramente encuentran en los motores Diesel actuales a sus mejores aliados. Pero en el rango de potencia en el que se mueven estos altos de gama de gasolina, sólo el Polo ofrece una alternativa Diesel —1.9 TDI 100 CV—, que dicho sea de paso pone en evidencia en prestaciones y economía de consumo al 1.4 16V 100 CV de gasolina. Sólo los 1.520 euros a favor de éste, parecen un argumento, pero también muy serio, a su favor.
En el caso del C3 y Fiesta habrá que esperar a las anunciadas versiones Diesel 1.4 16V common rail de 90 CV —compartirán motor—, mejor adaptadas a esa ambicionada filosofía de familiares de estos utilitarios, que las actuales versiones de 68 CV.
Mientras llegan esas versiones Diesel, de estos cuatro competidores de gasolina, el C3 y el Fiesta son los que ofrecen mejores aptitudes dinámicas. La cilindrada manda sobre potencias equivalentes, y el agrado de conducción de los dos motores 1.6 es superior por su mejor respuesta desde bajas revoluciones. En tráfico urbano no es determinante, pero en carretera la diferencia entre unos y otros a veces parece vital.
De la tendencia de crecimiento de los utilitarios, el Fiesta y el Polo son la mejor expresión. Las ventajas aparecen fundamentalmente en las plazas traseras, las más generosas para acoger a dos adultos. De hecho, ofrecen tanto espacio para las piernas como un Focus y Golf, respectivamente. No pasa así con los maleteros, que desde un punto de vista familiar siguen siendo escasos, sobre todo el del Polo, que en su actual generación se le ha olvidado aplicar las ventajas de su tamaño al maletero.
Las cualidades ruteras y mayor ambición como vehículos familiares de los utilitarios de última generación, seguramente encuentran en los motores Diesel actuales a sus mejores aliados. Pero en el rango de potencia en el que se mueven estos altos de gama de gasolina, sólo el Polo ofrece una alternativa Diesel —1.9 TDI 100 CV—, que dicho sea de paso pone en evidencia en prestaciones y economía de consumo al 1.4 16V 100 CV de gasolina. Sólo los 1.520 euros a favor de éste, parecen un argumento, pero también muy serio, a su favor.
En el caso del C3 y Fiesta habrá que esperar a las anunciadas versiones Diesel 1.4 16V common rail de 90 CV —compartirán motor—, mejor adaptadas a esa ambicionada filosofía de familiares de estos utilitarios, que las actuales versiones de 68 CV.
Mientras llegan esas versiones Diesel, de estos cuatro competidores de gasolina, el C3 y el Fiesta son los que ofrecen mejores aptitudes dinámicas. La cilindrada manda sobre potencias equivalentes, y el agrado de conducción de los dos motores 1.6 es superior por su mejor respuesta desde bajas revoluciones. En tráfico urbano no es determinante, pero en carretera la diferencia entre unos y otros a veces parece vital.
De la tendencia de crecimiento de los utilitarios, el Fiesta y el Polo son la mejor expresión. Las ventajas aparecen fundamentalmente en las plazas traseras, las más generosas para acoger a dos adultos. De hecho, ofrecen tanto espacio para las piernas como un Focus y Golf, respectivamente. No pasa así con los maleteros, que desde un punto de vista familiar siguen siendo escasos, sobre todo el del Polo, que en su actual generación se le ha olvidado aplicar las ventajas de su tamaño al maletero.
Las cualidades ruteras y mayor ambición como vehículos familiares de los utilitarios de última generación, seguramente encuentran en los motores Diesel actuales a sus mejores aliados. Pero en el rango de potencia en el que se mueven estos altos de gama de gasolina, sólo el Polo ofrece una alternativa Diesel —1.9 TDI 100 CV—, que dicho sea de paso pone en evidencia en prestaciones y economía de consumo al 1.4 16V 100 CV de gasolina. Sólo los 1.520 euros a favor de éste, parecen un argumento, pero también muy serio, a su favor.
En el caso del C3 y Fiesta habrá que esperar a las anunciadas versiones Diesel 1.4 16V common rail de 90 CV —compartirán motor—, mejor adaptadas a esa ambicionada filosofía de familiares de estos utilitarios, que las actuales versiones de 68 CV.
Mientras llegan esas versiones Diesel, de estos cuatro competidores de gasolina, el C3 y el Fiesta son los que ofrecen mejores aptitudes dinámicas. La cilindrada manda sobre potencias equivalentes, y el agrado de conducción de los dos motores 1.6 es superior por su mejor respuesta desde bajas revoluciones. En tráfico urbano no es determinante, pero en carretera la diferencia entre unos y otros a veces parece vital.
De la tendencia de crecimiento de los utilitarios, el Fiesta y el Polo son la mejor expresión. Las ventajas aparecen fundamentalmente en las plazas traseras, las más generosas para acoger a dos adultos. De hecho, ofrecen tanto espacio para las piernas como un Focus y Golf, respectivamente. No pasa así con los maleteros, que desde un punto de vista familiar siguen siendo escasos, sobre todo el del Polo, que en su actual generación se le ha olvidado aplicar las ventajas de su tamaño al maletero.