Tanto el Alfa Romeo Giulietta como el Seat León son coches que, ya de base, apuestan por un toque extra de deportividad, ensalzado en el caso de nuestros protagonistas por mecánicas Diesel de muy buen rendimiento. Lejos han quedado los tiempos en los que un Diesel quedaba algo desubicado al estar asociado a un automóvil con cierto espíritu deportivo y, si bien el gasóleo nunca igualará las sensaciones de un buen propulsor de gasolina, sí que puede resultar muy rápido, contando al mismo tiempo con las ventajas de una mayor eficiencia y grandes dosis de par.
Los 150 CV que homologan estas versiones del Alfa Romeo Giulietta y del Seat León les permiten un nivel de dinamismo muy por encima de versiones de acceso que ya resultan plenamente solventes, pero sin llegar al exceso. Son, por tanto, idóneos para quien busque una respuesta más enérgica en caso de necesidad, mayor rapidez y seguridad al realizar un adelantamiento o, simplemente, una conducción más placentera y entusiasta. Todo ello con consumos que, si no abusas del acelerador, están en torno a los 5 l/100 km en uso real, pero que, si aligeras el ritmo, como mucho subirán a unos más que razonables 6 litros, y esta es quizá la diferencia más importante respecto a los turbo de gasolina.
El tamaño del Alfa Giulietta y del Seat León, unido a las cinco puertas y a la buena capacidad de sus maleteros, hace que sean utilizables para casi cualquier necesidad. En el caso del Seat León, tanto por el diseño algo más conservador de esta generación, como por la generosa habitabilidad trasera, podríamos decir que se ha decantado por una concepción más familiar que su antecesor. El Alfa Romeo Giulietta, en cambio, sacrifica algo de practicidad a favor de unas líneas que siguen resultando de las más sugerentes de la clase. En el italiano la altura posterior es menor, al igual que el espacio para las piernas de los pasajeros traseros, mientras que en la zona delantera hay menos huecos portaobjetos y de menor capacidad. Eso sí, a cambio de ser menos funcional que el Seat León, te encuentras en un habitáculo que destila deportividad. Lástima que la postura de conducción no sea igual de buena que en el Seat León, que siempre ha destacado por unos reglajes y configuración que parecen hechos a medida.
En cuanto a los chasis del Alfa Giulietta y del Seat León, estamos ante dos verdaderos ejemplos de comportamiento. Cómodos, estables y muy ágiles, ambos resultan muy eficaces frente a cualquier trazado o situación que se presente, y brindan un alto nivel de seguridad. Sin embargo, cada uno lo logra a su manera. El Alfa Giulietta cuenta con un eje trasero multibrazo que va muy sujeto y aporta facilidad de conducción en todo momento, incluso en asfaltos deteriorados, donde se mantiene estoico y no influye sobre la trazada, que es muy precisa gracias a su milimétrica dirección. Por su parte, el eje torsional del Seat León —el esquema multibrazo queda reservado a las motorizaciones más potentes— puede verse afectado por ciertas irregularidades en momentos puntuales, por ejemplo juntas de dilatación, firmes rotos o incluso algunas líneas de la carretera si la capa de pintura es muy gruesa, algo que contrasta con unos niveles de aplomo y precisión que, en el resto de circunstancias, son dignos de elogio.
El Alfa Giulietta y el Seat León ofrecen distintos programas de conducción para configurar algunos aspectos del coche al gusto del conductor o a las condiciones de la carretera. Al activar el modo Dynamic del Alfa Romeo Giulietta se endurece la dirección (quizá en exceso), se precarga el circuito de frenos y la respuesta del acelerador se hace mucho más contundente, tanto que cuesta dosificarlo en su justa medida hasta que te acostumbras y requiere que cambies el 'chip' para adaptarte, al menos en esta unidad. Al mismo tiempo, este modo de conducción conecta la función de 'autoblocante' electrónico Q2 y con ello se retrasa mucho el subviraje al acelerar en plena curva, elevando sobremanera la efectividad, pero sin llegar a conseguir un límite tan alto como el Seat León, cuyas ayudas electrónicas (incluido su propio 'diferencial autoblocante' electrónico XDS, siempre conectado) son más eficaces. Por otro lado, su eje trasero, ligeramente más participativo, quita trabajo al tren delantero y da como resultado un paso por curva todavía más rápido y neutro que en el Alfa Giulietta. Otra ventaja del Seat León es que, con los amortiguadores pilotados de nuestra unidad de pruebas, ofrecidos en un paquete opcional junto con una dirección de radio progresivo, los apoyos son muy inmediatos, hay muy pocas inercias y cualquier oscilación de la carrocería queda neutralizada casi por completo. Su mayor ligereza seguro que también tiene algo que ver. El buen dinamismo del que hacen gala es sin duda uno de sus atractivos y, aunque distan bastante de ser coches radicales, pueden proporcionar cierto entretenimiento incluso en un circuito. En nuestro trazado habitual del Inta, aprovechando una jornada en la que 'pasábamos por allí', pudimos compararlos frente a frente para ver amplificadas sus diferencias. En este escenario el Seat León se defiende con mayor precisión y efectividad, siendo más incisivo a la entrada de las curvas y, sobre todo, con menos subviraje al reacelerar. Su tacto de freno es más firme y da más confianza y, en general, presenta una mayor naturalidad para las situaciones de máxima deportividad. El Alfa Giulietta se siente más pesado, algo menos directo y con mayor dificultad para mantener la trazada bajo aceleración en las curvas más cerradas (sobre todo por la 'excesiva' respuesta del acelerador), aunque tampoco lo hace nada mal. No obstante, en el uso normal por carretera las diferencias son menos apreciables.
La razón en este caso manda teniendo en cuenta las mecánicas empleadas, que son Diesel, pero no por ello hay que renunciar a las buenas prestaciones, y menos cuando van acompañadas de unos bastidores pensados para disfrutar de la conducción. A esto hay sumar un nivel de equipamiento bastante generoso en ambos casos, aunque algo más moderno en el caso del Seat León, que cuenta con elementos diferenciadores como el arranque por botón, freno de mano eléctrico y asistentes de seguridad de última generación.
Alfa Romeo JTDm vs Seat León TDI, datos técnicos
Medición | Alfa Romeo Giulietta 2.0 JTDm 150 Super | Seat León 2.0 TDI Xcellence Plus |
Motor (*) | 1.956 cm3/4 cilindros en línea | 1.968 cm3/4 cilindros en línea |
Potencia (*) | 150 CV a 3.750 rpm | 150 CV a 3.500 rpm |
Par máximo (*) | 38,8 mkg a 1.750 rpm | 34,7 mkg a 1.750 rpm |
Tracción (*) | Delantera | Delantera |
0-100 km/h | 8,39 s | 8,12 s |
0-1.000 m | 29,7 s | 29,4 s |
Consumo urbano real | 5,8 l/100 km | 6 l/100 km |
Consumo carretera real | 4,8 l/100 km | 4,8 l/100 km |
Consumo medio real | 5,2 l/100 km | 5,3 l/100 km |
Frenada 140-0 km/h | 75,9 m | 70,6 m |
Peso | 1.441 kg | 1.352 kg |
Maletero | 380 litros | 390 litros |
Espacio piernas trasero | 74 cm | 81 cm |
Anchura delantera/trasera | 142/131 cm | 142/134 cm |
Altura min/máx | 95/100 cm | 95/101 cm |
Precios | 21.150 euros | 24.360 euros |
(*) Datos oficiales, el resto, medidos por el Centro Técnico de Autopista.
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