Alfa 8C Spider

Realizado de manera artesanal y con carrocería de fibra de carbono, el Alfa 8C Spider es una de las creaciones más bellas de nuestro tiempo, todo un superdeportivo que nace como futuro clásico y que enamora a quien lo ve, lo oye o lo conduce.

Alfa 8C Spider
Alfa 8C Spider

Con el Alfa 8C Competizione, Alfa Romeo volvía a sus gloriosos orígenes. Ahora le llega el turno a la versión descapotable, bautizada como Alfa 8C Spider, que da una vuelta de tuerca al lujo y a la exclusividad del modelo, pero, sobre todo, permite disfrutar a cielo abierto de su espectacular sonido. Al igual que el Alfa 8C Competizione, serán sólo 500 las unidades que se fabriquen del 8C Spider, y ya están todas vendidas. Su precio: 232.081 euros. Mecánicamente hay pocas diferencias entre ambos, salvo que la ausencia de techo obliga a incorporar ciertos elementos para no perder rigidez. En el Alfa 8C Spider el marco del parabrisas está realizado íntegramente en fibra de carbono estructural, además se añaden refuerzos de acero en el chasis y una barra antiaproximación en las torretas de suspensión delanteras. El otro cambio significativo atañe al depósito de combustible, que se desplaza medio metro hacia delante para mejorar el centrado de masas. De este modo, el equilibrio es perfecto, pues pasa de un reparto de 49/51 a un 50/50. La apertura de la capota se realiza rápidamente y sin complicaciones, de manera semiautomática y siempre con el coche parado para no comprometer la seguridad. Antes de pulsar el botón de la consola central que pone en funcionamiento el plegado del techo de lona hay que desenganchar manualmente una fijación central del marco del parabrisas, que carece de motores eléctricos- esto supondría un incremento de peso y un peor centro de gravedad-. El mínimo maletero, en el que sólo cabe una pequeña maleta, es independiente.Al igual que en el Alfa 8C Competizione, toda la carrocería del Alfa 8C Spider es de fibra de carbono. En el interior también hay grandes cantidades de este exótico material, en algunos casos con un tratamiento de lacado, como en la zona del botón de arranque y el freno de mano electrónico, así como en las levas del cambio situadas tras el volante, y en otros con una terminación mate, como, por ejemplo, en el salpicadero. El aluminio también se emplea profusamente en el interior, sobre todo en la consola central, que está formada por un bloque de una pieza pulida a mano.El motor del Alfa 8C Spider permanece invariado respecto al del 8C Competizione. Es el mismo V8 de 4,6 litros y 450 CV a 7.000 rpm, toda una joya mecánica de origen Ferrari, empleada también en el Maserati GranTurismo, pero con mayor rendimiento en el caso del Alfa 8C Spider. Su sonido y la forma de entregar la potencia dejan claro desde el arranque que estamos ante una máquina pensada para embriagar los sentidos y capaz de rodar a 292 km/h. En el Alfa 8C Spider los frenos son carbocerámicos de serie, algo que se ofrecía como opción en el 8C Competizione.Nuestra toma de contacto ha tenido lugar en el trazado histórico del mítico circuito de Balocco, y, a pesar de las palabras de sus responsables: “el Alfa 8C Spider es un coche con el que se puede pasear cómodamente por la playa", “para correr ya está el Alfa 8C Competicione"... su comportamiento es impecable. Gracias a la elevadísima rigidez conseguida no es necesario hacer uso de un tarado de amortiguación excesivamente duro, pero no por ello se renuncia a un agarre en curva excepcional, ni a una precisión de guiado perfecta. Las reacciones del Alfa 8C Spider son previsibles y progresivas, incluso con el control de estabilidad desconectado, lo que lo convierte en un auténtico juguete en manos expertas, con todas las cualidades que se podrían esperar de un superdeportivo de propulsión posterior. Se pueden redondear las curvas a base de gas, o cerrando más la dirección cuando el coche está apoyado, situaciones en las que el 8C Spider hará gala de unas maneras nobles, casi fáciles. En cualquier caso, con el control de estabilidad activado y pulsando la tecla 'Sport' ya se puede disfrutar sobremanera. A diferencia de lo que cabría esperar, el cambio manual pilotado puede resultar sumamente suave si funciona en modo automático, pero su personalidad cambia por completo al usarlo con las levas, sobre todo en modo 'Sport'. Al pulsar este botón también varía la respuesta del pedal del acelerador, la dureza de la dirección y el mapeado de la centralita, de modo que el motor se vuelve más puntiagudo y su sonido, todavía más espectacular y adictivo. Estamos ante un coche de ensueño que encierra lo mejor de Italia en materia deportiva.Con el Alfa 8C Competizione, Alfa Romeo volvía a sus gloriosos orígenes. Ahora le llega el turno a la versión descapotable, bautizada como Alfa 8C Spider, que da una vuelta de tuerca al lujo y a la exclusividad del modelo, pero, sobre todo, permite disfrutar a cielo abierto de su espectacular sonido. Al igual que el Alfa 8C Competizione, serán sólo 500 las unidades que se fabriquen del 8C Spider, y ya están todas vendidas. Su precio: 232.081 euros. Mecánicamente hay pocas diferencias entre ambos, salvo que la ausencia de techo obliga a incorporar ciertos elementos para no perder rigidez. En el Alfa 8C Spider el marco del parabrisas está realizado íntegramente en fibra de carbono estructural, además se añaden refuerzos de acero en el chasis y una barra antiaproximación en las torretas de suspensión delanteras. El otro cambio significativo atañe al depósito de combustible, que se desplaza medio metro hacia delante para mejorar el centrado de masas. De este modo, el equilibrio es perfecto, pues pasa de un reparto de 49/51 a un 50/50. La apertura de la capota se realiza rápidamente y sin complicaciones, de manera semiautomática y siempre con el coche parado para no comprometer la seguridad. Antes de pulsar el botón de la consola central que pone en funcionamiento el plegado del techo de lona hay que desenganchar manualmente una fijación central del marco del parabrisas, que carece de motores eléctricos- esto supondría un incremento de peso y un peor centro de gravedad-. El mínimo maletero, en el que sólo cabe una pequeña maleta, es independiente.Al igual que en el Alfa 8C Competizione, toda la carrocería del Alfa 8C Spider es de fibra de carbono. En el interior también hay grandes cantidades de este exótico material, en algunos casos con un tratamiento de lacado, como en la zona del botón de arranque y el freno de mano electrónico, así como en las levas del cambio situadas tras el volante, y en otros con una terminación mate, como, por ejemplo, en el salpicadero. El aluminio también se emplea profusamente en el interior, sobre todo en la consola central, que está formada por un bloque de una pieza pulida a mano.El motor del Alfa 8C Spider permanece invariado respecto al del 8C Competizione. Es el mismo V8 de 4,6 litros y 450 CV a 7.000 rpm, toda una joya mecánica de origen Ferrari, empleada también en el Maserati GranTurismo, pero con mayor rendimiento en el caso del Alfa 8C Spider. Su sonido y la forma de entregar la potencia dejan claro desde el arranque que estamos ante una máquina pensada para embriagar los sentidos y capaz de rodar a 292 km/h. En el Alfa 8C Spider los frenos son carbocerámicos de serie, algo que se ofrecía como opción en el 8C Competizione.Nuestra toma de contacto ha tenido lugar en el trazado histórico del mítico circuito de Balocco, y, a pesar de las palabras de sus responsables: “el Alfa 8C Spider es un coche con el que se puede pasear cómodamente por la playa", “para correr ya está el Alfa 8C Competicione"... su comportamiento es impecable. Gracias a la elevadísima rigidez conseguida no es necesario hacer uso de un tarado de amortiguación excesivamente duro, pero no por ello se renuncia a un agarre en curva excepcional, ni a una precisión de guiado perfecta. Las reacciones del Alfa 8C Spider son previsibles y progresivas, incluso con el control de estabilidad desconectado, lo que lo convierte en un auténtico juguete en manos expertas, con todas las cualidades que se podrían esperar de un superdeportivo de propulsión posterior. Se pueden redondear las curvas a base de gas, o cerrando más la dirección cuando el coche está apoyado, situaciones en las que el 8C Spider hará gala de unas maneras nobles, casi fáciles. En cualquier caso, con el control de estabilidad activado y pulsando la tecla 'Sport' ya se puede disfrutar sobremanera. A diferencia de lo que cabría esperar, el cambio manual pilotado puede resultar sumamente suave si funciona en modo automático, pero su personalidad cambia por completo al usarlo con las levas, sobre todo en modo 'Sport'. Al pulsar este botón también varía la respuesta del pedal del acelerador, la dureza de la dirección y el mapeado de la centralita, de modo que el motor se vuelve más puntiagudo y su sonido, todavía más espectacular y adictivo. Estamos ante un coche de ensueño que encierra lo mejor de Italia en materia deportiva.