Alfa 156 2.4 JTD Distinctive

Hay coches que no saben negar su herencia genética, la historia de bravura y elegancia que les ha precedido en la historia de su marca. El Alfa 156 2.4 JTD es uno de esos ejemplares agradecidos a sus antepasados. Deportivo, brillante, de estética impar, el 156 engancha a cualquiera que disfrute al volante. Lástima que unos pocos peros empañen lo que de antemano parecía un éxito total.

Alfa 156 2.4 JTD Distinctive
Alfa 156 2.4 JTD Distinctive

Pero si el consumo es un lastre para el coche, la magnífica compenetración entre motor y bastidor convierten al 156 en uno enemigo temible y aventajado. El chasis de este coche está en una categoría excepcional. Lleva muelles bastante blandos y una amortiguación muy firme, incluso demasiado, pues el confort a bordo se resiente bastante. Sin embargo, esa sólida combinación le permite unos pasos por curva espeluznantes. Aplomado y con una superficie de rodadura muy ancha, el 156 vira prácticamente plano y a velocidades a las que otros coches de su envergadura no pueden hacerlo. La dirección, rapidísima (sólo 2,2 vueltas entre topes), nos transmite la sensación de ir en un coche de carreras. Es suficiente apuntar y girar levemente el volante para que el coche salga disparado en la dirección elegida. Después, con un comportamiento de lo más neutral, no hay ningún vicio apreciable y el coche sale de la curva con facilidad, buscando la siguiente con todo el empuje del motor sobre las ruedas, sin pérdidas de motricidad. En este sentido, hay que reseñar que el control de estabilidad es muy discreto y no se manifiesta demasiado, pero no es desconectable (sí lo es de tracción). Un coche con un alma tan deportiva bien merece el derecho a entregarse a fondo sin cortapisas electrónicas. Por último, los frenos ponen la guinda a este buen bastidor. Resultan muy agresivos en su primer tramo y, después, permiten dosificar cómodamente. Hacerles flaquear es muy difícil: haría falta un esfuerzo atlético importante antes de que diesen síntomas de debilidad.

Con este equipo tan bien conjuntado, es una delicia llevarse el 156 a una zona revirada y someterlo a una buena sesión de curvas. Después, en carreteras más cómodas, su rodar aplomado y la potencia del motor permiten cruceros de más de 180 km/h sin más problemas que la dureza de la amortiguación, que acaba por castigar demasiado la espalda, y algo más de ruido del deseable.

Al hacer balance, tenemos una berlina de formato medio con un corazón brillante que, si bien no es el más ahorrador, ofrece unas prestaciones al nivel de sus rivales. Se monta sobre un bastidor que, por configuración y puesta a punto, hace del Alfa un verdadero deportivo a la hora de atacar las curvas. Cuesta 26.500 euros y, por ese precio, el equipamiento que ofrece es muy abundante. Lástima que no sea algo más habitable para competir mejor con sus rivales, pero, si se busca un coche original, rápido y útil para viajar, el 156 JTD 2.4 es una opción de lo más interesante.