Alfa 147 1.9 JTD 5p Distinctive

Uno se enamora muchas veces en la vida, pero pocos amores son los recordados. Uno de ellos es el primer amor. Así es el Alfa 147, un amor a primera vista que está lleno de virtudes: comportamiento, prestaciones y, por qué negarlo, cuidada estética.

Amor a primera vista
Amor a primera vista

Una vez al volante, las sensaciones se multiplican de forma exponencial. El diseño interior es fantástico, una de las premisas que siempre ha presidido las tres marcas del grupo Fiat. Los materiales destilan calidad, el acabado está muy bien logrado y todos los mandos están alcance del conductor. Un volante con clara vocación deportiva y una pantalla multifunción en la consola central, que incorpora el sistema Connect , comparten el protagonismo principal dentro del 147. Pero los “secundarios" no son nada desdeñables: relojes con claro acento racing, toberas que permiten una regulación perfecta del aire del climatizador, guantera de tamaño correcto, etc. La única crítica que se le puede hacer a este interior es la visibilidad de los relojes y la dificultad de manejo de algunos mandos.

En cuanto a los relojes, que nos informan sobre la velocidad, las revoluciones, el nivel de aceite y gasolina y nos señalan posibles anomalías del vehículo, están como hundidos y su acceso visual no es muy fácil.

Los asientos son de lo mejor, agarran de una forma tremenda al conductor y resultan muy cómodos. La postura de conducción es fácil de encontrar y los reglajes no son complicados de manipular.

Quizás la única pega que se le pueda poner es la sensación claustrofóbica que pueden tener las personas altas dentro de este coche, que es provocada por el abrazo de los asientos que te hacen sentir como si viajaras en un Fórmula 1 y la escasa distancia al techo. Esto se incrementa con una visibilidad no muy brillante a través de los espejos exteriores, que venden algo de su utilidad a favor del diseño.

Las plazas traseras no son ni mucho menos amplias y como mucho pueden viajar dos personas en ellas, ofreciendo una de las peores cifras de habitabilidad entre los compactos.