Aunque desde su lanzamiento en 2005 no ha perdido ni un ápice de su atractivo, la vida comercial del Bugatti Veyron está llegando a su fin. A día de hoy apenas quedan una decena de unidades por vender, y la edición especial “Les Légendes de Bugatti” compuesta por 6 modelos únicos, ha puesto el broche de oro de despedida a uno de los superdeportivos más espectaculares de los últimos tiempos. Por suerte, habrá un sustituto.
El sustituto del Bugatti Veyron, del que se construirán 450 unidades, no será menos imponente que el actual. Según han desvelado fuentes de la compañía, incorporará mejoras sustanciales en su rendimiento y nuevos elementos técnicos, desde un módulo híbrido alimentado por baterías de iones de litio y acoplado al cambio automático de doble embrague, hasta la posibilidad de montar turbos eléctricos, con los cuales se conseguiría un mayor control térmico del motor y un empuje a pocas vueltas todavía más impresionante. El propulsor W16 cuatriturbo de 8 litros de cilindrada experimentará una profunda evolución para llegar a una cifra de rendimiento cercana a los 1.500 CV, con un par máximo limitado a aproximadamente 152 mkg para no dañar la caja de cambios ni el sistema de tracción total. Gracias a la incorporación de inyección directa será capaz de cumplir la normativa Euro 6 y, al mismo tiempo, reducir considerablemente su insaciable sed de gasolina.
Con estas mejoras y la previsible dieta de adelgazamiento a la que se someterá el próximo superdeportivo de Bugatti (el actual Veyron Super Sport pesa 1.840 kg), su aceleración de 0 a 100 km/h, calculada mediante simulaciones informáticas, será de 2,3 segundos. Y la velocidad máxima, nada menos que 460 km/h, cifra más teórica que práctica, porque de momento no hay neumáticos para coches de carretera capaces de soportar el esfuerzo necesario para alcanzarla.
El relevo del Bugatti Veyron, del que todavía no sabemos el nombre oficial, se presentará en 2016, y empezará a llegar a manos de sus afortunados propietarios en 2017. Aprovechará la experiencia acumulada del Grupo Volkswagen en materia de construcción ligera y contará con una estructura monocasco de fibra de carbono, para la que se desarrollarán elementos aerodinámicos activos cuya configuración y grado de apoyo variará en función del modo de conducción seleccionado. Aun así, las formas básicas de la carrocería no serán muy distintas a las del modelo actual, ya que su arquitectura y planteamiento técnico es similar, por lo que tendrá las mismas proporciones y necesidades de diseño.