Un estudio que ha recogido durante dos años datos de casi 700 mujeres de mediana edad ha revelado que el uso prolongado de ciertos somníferos o algunos contra la ansiedad no ayuda a las mujeres a dormir mejor a largo plazo, según un informe publicado en la revista médica BMJ Open.
"El uso prolongado de medicamentos para dormir no se asocia con reducciones en los problemas de sueño", declaró el autor principal del estudio, el doctor Daniel Solomon, profesor de medicina en reumatología y farmacoepidemiología en la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women's de Boston.
32 de cada 1.000 españoles ha recurrido al consumo de hipnóticos de forma habitual, los medicamentos más prescritos para inducir el sueño
"Observamos a las mujeres que tenían una descripción inicial similar de sus trastornos del sueño y comparamos a las que todavía tomaban los medicamentos después de dos años con las que nunca los habían tomado, y no encontramos diferencias en los resultados del sueño", explicó en su momento.
Según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de cuatro millones de personas en este país sufren insomnio crónico, y un 25% lo sufre de manera transitoria. Para paliar el insomnio y otros problemas, como la ansiedad, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios asegura que 32 de cada 1.000 españoles ha recurrido al consumo de hipnóticos de forma habitual, los medicamentos más prescritos para inducir el sueño.

Los datos de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos indican que muchos de estos medicamentos funcionan cuando se toman durante períodos cortos. Pero, debido a que el insomnio puede ser un problema crónico, muchas personas los toman más tiempo y se sabe poco sobre sus beneficios a largo plazo, apuntaron los investigadores.
"Mis pacientes habían venido a verme con una variedad de quejas sobre su sueño", dijo Solomon, quien es reumatólogo, y señaló que prescribía los medicamentos por períodos muy breves. "Algunos de ellos habían recibido prescripciones de medicamentos para dormir para uso a largo plazo de otros médicos, pero todavía se quejaban de su sueño".
Un gran estudio
Para explorar el impacto del uso de medicamentos para dormir a largo plazo, los investigadores utilizaron datos del Estudio de la salud de la mujer en todo el país, un estudio longitudinal multicéntrico, multiétnico y multirracial diseñado para observar los cambios biológicos y psicosociales, a medida que las mujeres hacen la transición a menopausia. Las mujeres de la investigación tenían entre 42 y 52 años y se identificaban a sí mismas como blancas, afroamericanas, hispanas, chinas o japonesas.
El estudio respalda a los expertos que dicen que los medicamentos pueden ser herramientas si se usan a corto plazo para ayudar a las personas con insomnio
Las mujeres llenaron cuestionarios anualmente. Informaron si tenían dificultades para conciliar el sueño, si se despertaban con frecuencia durante la noche y si se despertaban más temprano de lo que querían. Las respuestas se midieron en una escala del 1 al 5, siendo 1 sin dificultad alguna noche y cinco con dificultad cinco o más noches de la semana.

"Éste es un estudio importante", declaró el doctor Alon Avidan, profesor de neurología en la Facultad de Medicina David Geffen de UCLA y director del Centro de Trastornos del Sueño de esa universidad. "Es uno de los primeros que realmente siguió a un grupo de pacientes impresionantemente heterogéneo a largo plazo para responder a la pregunta sobre esos medicamentos en el manejo del insomnio".
El estudio respalda a los expertos que dicen que los medicamentos pueden ser herramientas si se usan a corto plazo para ayudar a las personas con insomnio a llegar al punto en que pueden comenzar a dormir mejor, explicó Avidan. "Pero no se pueden utilizar por sí mismos".
El problema con el uso de somníferos es que "les brinda a los pacientes algo de alivio, pero el sueño que obtienen con los medicamentos es más sedación que sueño"
El problema con el uso de somníferos para controlar los síntomas del insomnio es que "les brinda a los pacientes algo de alivio, pero el sueño que obtienen con los medicamentos es más sedación que sueño", argumentó el profesor de Medicina.
Tratar a los pacientes con insomnio solo con medicamentos es como darles medicamentos a los pacientes con diabetes y "luego decirles que no necesitan hacer ejercicio y que pueden comer todos los dulces y la comida basura que quieran", aclaró.

El estudio analizó a las mujeres en un momento de la vida en el que el sueño a menudo se interrumpe, señaló Fiona Barwick, profesora asociada clínica en los departamentos de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad de Stanford y directora del Programa de Salud Circadiana y Sueño de Stanford.
"Una vez que las mujeres llegan a la mediana edad, especialmente si son perimenopáusicas, el riesgo de problemas para dormir aumenta", dijo Barwick. "Es un momento en que las hormonas fluctúan drásticamente. El estrógeno ayuda a regular la melatonina, que nos ayuda a dormir, y el cortisol, que nos ayuda a sentirnos más alerta".