Con la incorporación de Lituania a los países que conforman la Agencia Espacial Europea, la organización ha decidido ampliar hasta el 18 de junio el pazo de entrega de las solicitudes para ocupar una de las plazas de astronauta ofertadas, a fin de que los lituanos puedan acceder a ellas.
Una tarde como otra cualquiera, mientras Helen Sharman volvía en coche de trabajar como química en una fábrica de chocolate, escuchó un anuncio que le cambiaría la vida. Buscaban al primer astronauta británico y ella fue una de las más de 13.5000 personas que respondieron a la insólita oferta laboral.
Aunque no tenía esperanzas de ser elegida —la mayoría de los astronautas eran exmilitares o expilotos y hombres—, fue una de las seleccionadas. En 1991, con 27 años, Sharman viajó al espacio en el marco de la misión Juno, dirigida por la entonces Unión Soviética, y pasó ocho días orbitando la Tierra en la estación espacial Mir.
No fue un camino fácil. Antes de llegar a hacer historia, tuvo que aprender ruso, someterse a un duro proceso de selección psicológico, médico y técnico, y superar un entrenamiento intensivo de vuelo de 18 meses en la conocida como Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú (Rusia).
Treinta años después de su hazaña, Sharman celebra que la Agencia Espacial Europea (ESA según sus siglas en inglés) haya convocado un nuevo proceso de selección, tras once años desde el anterior, en el que persiguen impulsar la presencia de las mujeres y de otros colectivos infrarrepresentados en el espacio.
“Estoy encantada de que haya una nueva selección de astronautas de la ESA y que la agencia quiera una mejor representación de la diversidad de la población en sus tripulaciones espaciales”, indica a SINC la primera astronauta británica.
Los requisitos para ser astronáuta
El proceso completo durará unos 18 meses, desde el anuncio de la vacante hasta el nombramiento y presentación de los candidatos seleccionados, según cuentan a SINC fuentes de la ESA. Las solicitudes podrán enviarse a través de la web a partir del 31 de marzo hasta el 18 de junio de 2021, y hasta octubre de 2022 no se anunciará el nombramiento de los nuevos astronautas.
Los candidatos deberán tener un máster universitario —no es necesario doctorado— y al menos tres años de experiencia profesional en ciencias naturales, medicina, ingeniería, matemáticas o informática.
La agencia destaca que el proceso está abierto a cualquier persona cualificada con independencia de su género, orientación sexual, etnia o creencias. Además, por primera vez, convocan una o dos plazas para personas con discapacidad física.
Entre los requisitos, los candidatos tendrán que pertenecer a Estados miembros de la ESA o de los Estados asociados y contar con un nivel de inglés fluido, con conocimiento de otros idiomas.
También valorarán mantener la calma frente a situaciones de alto estrés, una gran motivación y que los candidatos estén mentalizados de que tendrán horarios de trabajo poco corrientes, viajarán lejos de sus familias y su lugar de trabajo podría estar fuera de Europa. Además, buscan aspirantes que quieran participar en experimentos relacionados con ciencias de la vida.
En una rueda de prensa telemática, Rosario Martín Sánchez, responsable de la Unidad de Seguridad Social y Políticas Relacionadas de la ESA, ha explicado que la agencia busca dos perfiles de astronautas: habrá 4 plazas de carrera y 20 plazas para la reserva.
La ESA busca dos perfiles de astronautas: cuatro plazas de carrera y 20 de reserva
Los astronautas de carrera formarán parte de la plantilla de la ESA y se ocuparán de misiones de larga duración y mayor complejidad. Por su parte, los integrantes de la reserva seguirán en sus puestos de trabajo actuales y se incorporarán a la ESA puntualmente cuando llegue su misión. La convocatoria para reserva es una novedad dentro de la agencia.

“Animamos a las mujeres a presentarse con el objetivo de aumentar la diversidad de género en el cuerpo de astronautas”, ha alentado Martín Sánchez. De los siete en activo que la ESA tiene en estos momentos, solo hay una mujer, la italiana Samantha Cristoforetti.
El personal de la agencia espera recibir miles de candidaturas, teniendo en cuenta que en la anterior convocatoria la cifra de las finalmente válidas llegó a las 8.500. Aunque no hay una edad mínima para presentarse —la titulación universitaria requerida más los tres años de experiencia laboral sirven como referencia—, sí hay una edad máxima, 50 años, ya que está previsto que los astronautas puedan hacer al menos dos vuelos.
Quienes pasen el largo proceso de selección podrán a optar a misiones en la Estación Espacial Internacional, conducir nuevos vehículos espaciales o incluso viajar a la Luna y a otros cuerpos celestes en los futuros proyectos.
Parastronautas: la apuesta por personas con discapacidad
Además de contar con más mujeres, la ESA también apuesta por incorporar a sus filas a más colectivos olvidados en la carrera aeroespacial, como las personas con discapacidad. Parastronaut es un proyecto piloto pionero con el que la agencia buscará a una o dos personas que estén psicológica, cognitiva, técnica y profesionalmente cualificadas para ser astronautas, pero que tengan una limitación física que normalmente les impediría ser seleccionadas debido a los requisitos del hardware espacial actual.

“La ESA está dispuesta a invertir en las adaptaciones necesarias del hardware espacial en un esfuerzo por permitir que este profesional excelentemente cualificado pueda servir como miembro de la tripulación en una misión espacial segura y útil”, subrayan desde la agencia. Los seleccionados para Parastronaut formarán parte del grupo de reserva de astronautas porque la agencia aún tiene por delante todo un trabajo de adaptación que llevará tiempo.
La agencia cuenta con el asesoramiento del Comité Paralímpico Internacional para incluir en el proceso a personas con discapacidad física
Los candidatos pueden tener alguna de las siguientes discapacidades: deficiencias en las extremidades inferiores —debido a una amputación o deficiencia congénita—, deficiencia de uno o dos pies por la zona del tobillo —amputación de Lisfranc—, deficiencia de una o dos piernas por debajo de la rodilla, diferencia en la longitud de las piernas —extremidades que faltan o más cortas al nacer o por un traumatismo— y personas de baja estatura —menores de 130 centímetro—.
Según Sergi Vaquer Araujo, médico aeroespacial sénior de la ESA, la agencia cuenta con el asesoramiento del Comité Paralímpico Internacional para este proceso, en el que los candidatos deberán cumplir con los mismos criterios de selección que el resto de aspirantes. La idea es ampliarlo en un futuro a otras discapacidades.
Fuente: SINC/ESA