Investigadores de la Universidad de Cambridge que han estudiado unos restos hallados en la ciudad encontraron que el cambio de zapatos de punta redonda por los de punta alargada y elegantes, a finales de la Edad Media, coincidió con un aumento significativo de hallux valgus, comúnmente conocido como juanete. Esta deformidad menor provoca que el dedo más grande se incline hacia afuera y se forme una protuberancia ósea en su base, en la parte interna del pie.
Este equipo también descubrió que las personas medievales mayores con hallux valgus tenían significativamente más probabilidades de sufrir una fractura ósea como consecuencia de una caída, en comparación con aquellos de una edad similar con pies normales.
Las personas medievales mayores con hallux valgus tenían significativamente más probabilidades de sufrir una fractura ósea como consecuencia de una caída
Si bien varios factores pueden predisponer a alguien a padecer juanetes, desde la genética hasta el desequilibrio muscular, con mucho, la causa contemporánea más común son las botas y los zapatos constrictivos. La condición se asocia también a usar tacones altos.
Resultado de las investigaciones
Tras examinar 177 esqueletos de cuatro cementerios en la ciudad Cambridge, los especialistas descubrieron que el 27 % de los difuntos que datan de los siglos XIV y XV habían sido afectados por esta condición. A diferencia de solo el 6 % de los enterrados entre los siglos XI y XIII.
Los investigadores aclaran que el estilo del zapato cambió significativamente durante el siglo XIV: que pasó de ser de punta redondeada, a punta puntiaguda larga, considerada más elegante.

Este descubrimiento se hizo público en un artículo publicado en el International Journal of Paleopathology, donde el coautor del estudio, Piers Mitchell, del Departamento de Arqueología de Cambridge, afirmaba: "El siglo XIV trajo una gran cantidad de nuevos estilos de vestido y calzado en una amplia gama de telas y colores. Entre estas tendencias de la moda, estaban los zapatos de punta larga, llamados poulaines".
Para añadir más adelante que “los restos de zapatos excavados en lugares como Londres y Cambridge sugieren que a finales del siglo XIV casi todos los tipos de calzado eran al menos ligeramente puntiagudos, un estilo común entre adultos y niños por igual".
“Los restos de zapatos excavados en lugares como Londres y Cambridge sugieren que a finales del siglo XIV casi todos los tipos de calzado eran al menos ligeramente puntiagudos"
MitchelI ha explicado respecto al trabajo que "investigamos los cambios que ocurrieron entre los períodos alto y tardío de la Edad Media, y nos dimos cuenta de que el aumento de hallux valgus con el tiempo puede deberse a la introducción de estos nuevos estilos de calzado".

La primera autora, la doctora Jenna Dittmar, quien dirigió el trabajo mientras estaba en Cambridge, dijo: "Pensamos que los juanetes son un problema moderno, pero este trabajo muestra que en realidad era una de las afecciones más comunes entre los adultos medievales".
Prevalencia de juanetes entre los ricos
Los restos provenían de cuatro sitios separados alrededor de Cambridge: un hospital de caridad (ahora parte del St John's College); los terrenos de un antiguo convento agustina, donde fueron enterrados clérigos y benefactores ricos; un cementerio parroquial local en lo que era el borde de la ciudad; y un lugar de enterramiento rural junto a un pueblo a 6 km al sur de Cambridge.
Casi la mitad de los enterrados en el convento -un 43%-, incluidos cinco de los once individuos identificados como clérigos por las hebillas de su cinturón, llevaba la marca del juanete
Allí encontraron una prevalencia de juanetes vinculada a la riqueza de los enterrados. Así, casi la mitad de los enterrados en el convento -un 43%-, incluidos cinco de los once individuos identificados como clérigos por las hebillas de su cinturón, llevaba la marca del juanete.

Por otro lado, solo un 3% de los estudiados en el cementerio rural mostró signos de juanetes, un 10% de los hallados en el parroquial (que principalmente tenía a los trabajadores pobres) y un 23% de los enterrados en el hospital padecían esta afección.
Plaga de juanetes entre el clero
Respecto a la plaga de juanetes entre el clero, los investigadores apuntan que, tras años de vestir pobremente, “en los siglos XIII XIV era cada vez más común que aquellos en órdenes clericales en Gran Bretaña usaran ropa elegante, un motivo de preocupación entre los funcionarios de la iglesia de alto rango".
En 1215, la iglesia prohibió al clero usar zapatos puntiagudos. Aunque sirvió para poco, ya que existen varios decretos sobre indiscreciones en vestimenta clerical que aparecieron en 1281 y 1342.
"La adopción de prendas de moda por parte del clero fue tan común que estimuló críticas en la literatura contemporánea, como se ve en la representación de Chaucer del monje en los Cuentos de Canterbury"
"La adopción de prendas de moda por parte del clero fue tan común que estimuló críticas en la literatura contemporánea, como se ve en la representación de Chaucer del monje en los Cuentos de Canterbury", dijo Mitchell.
A través de la sociedad medieval tardía, la moda de los zapatos puntiagudos se volvió tan extrema que en 1463 el rey Eduardo IV aprobó una ley que limitaba el tamaño de la punta para los habitantes de Londres, dictaminando que el complemento no podía exceder las dos pulgadas dentro de la ciudad.
Por otra parte, la investigación también sugiere que los costos de salud de la moda de los zapatos en este periodo no se limitaron a los juanetes.
Jenna Dittmar descubrió que los restos óseos con hallux valgus de personas con zapatos puntiagudos también eran más propensos a mostrar signos de fracturas, que generalmente eran el resultado de una caída. Esta asociación era significativa entre aquellos que murieron mayores de 45 años, lde lo que se desprende que la moda juvenil también era adaptada por la mediana edad, incluso en la época medieval.
Fuente: News Network Archaeology.