Son muchas las variables que influyen tanto en el número de paneles solares que hemos de instalar para cubrir las necesidades de un hogar como para saber lo que tardaremos en amortizarlas. Pero teniendo algunos conceptos claros no será difícil averiguarlo.
Lo primero es ponernos en manos de un profesional que conoce los factores que se han de tener en cuenta y pueden ofrecernos un estudio personalizado en el que se contemplen, por ejemplo, los metros cuadrados de la vivienda, el número de personas que viven en ella, los electrodomésticos que solemos utilizar, la orientación de la vivienda, etc.
La instalación requiere, de forma general, de la colocación de un número determinado de paneles, unas baterías para acumular la energía generada por los rayos del sol y que se pueda utilizar cuando no existe radiación solar y un inversor para transformar la energía recibida en la que se utiliza convencionalmente en los hogares.
El precio medio de los paneles fluctúa entre los seiscientos y ochocientos euros por metro cuadrado de panel pero, normalmente, cuantas más placas instales, menor será el precio del metro cuadrado.
En función de la calidad del inversor, su precio puede oscilar entre los 700 y 1.600 €. Las baterías sólo serán necesarias si deseamos acumular la energía y suelen ser lo más caro del proyecto, entre los 1.500 y los 4.000 €; no son imprescindibles, pero sí necesarias si queremos contar con energía de forma continua y aprovechar toda la que generemos.
Deberemos contar también con un soporte que oriente los paneles, que no superará los 100 €, un contador bidireccional que permite registrar la curva de carga de la vivienda para optimizar el autoconsumo, 200-250 €, un cuadro de protecciones para CC y CA que incluye todas las protecciones para la instalación fotovoltaica tanto para corriente alterna como corriente continua, 350 €; y, onviamente, la legalización y el boletín, que incluye el registro y legalización de la instalación.
Para una vivienda unifamiliar, podremos instalar entre 2 y 3 paneles solares por cada 1000 kWh de consumo anual. Esta diferencia dependerá de si decidimos ajustar nuestra producción a nuestro consumo, o decidimos instalar algún panel solar más con el fin de obtener un mayor ahorro en nuestra factura de la luz gracias a la compensación de los excedentes.
La compensación de excedentes de energía fotovoltaica, es una medida para fomentar el autoconsumo que permite vender tus excedentes fotovoltaicos a la red. Por tanto, si quieres vender la energía que no utilizas y obtener un mayor ahorro en tu factura, únicamente debes contratar una tarifa que permita realizar esta venta.
También es importante informarse todas las ayudas y subvenciones disponibles en nuestra población, acordándonos de incluir las subvenciones en la declaración de la renta.
Tendremos pues que conocer primero el consumo anual de nuestra vivienda para estimar el número de paneles necesarios; y una vez dispongamos del presupuesto, o haciendo un cálculo aproximado con los precios de los distintos elementos que hemos analizado, dividir el coste de instalación entre el precio anual de luz que sueles consumir. De esta forma, obtendrás el total de los años que necesitas para amortizar el dinero invertido.