Cuando Hilda Geiringer, de 46 años, llegó a Nueva York con su hija Magda, debió sentirse aliviada. Era el año 1939. Y Geiringer, además de una talentosa matemática, era una mujer judía de Viena.
Durante seis años, había estado buscando escapar de la amenaza nazi en Europa. En ese tiempo, había huido a Turquía, estuvo un tiempo en Lisboa y se salvó, por muy poco, de ser internada en un campo nazi. Su llegada a Estados Unidos debería haber abierto un capítulo nuevo y mucho mejor. Pero trajo otros desafíos.
Era conocida como una pensadora innovadora que aplicó su conocimiento matemático a otras ciencias. Pero en Estados Unidos, tuvo que luchar durante décadas para recuperar su estatus en ese campo
Geiringer, la primera mujer en enseñar matemáticas aplicadas en una universidad alemana, era conocida como una pensadora innovadora que aplicó su conocimiento matemático a otras ciencias. Pero en Estados Unidos, tuvo que luchar durante décadas para recuperar su estatus en ese campo.
Esto no se debió al talento de Geiringer, o falta de él: formó parte de una de las primeras vanguardias en las matemáticas aplicadas del siglo XX, en un momento en que el campo estaba tratando de encontrar la legitimidad institucional y la independencia de las matemáticas puras.

Con contribuciones cruciales a las teorías matemáticas de la plasticidad y la genética de la probabilidad, Geiringer ayudó a avanzar en el campo de las matemáticas aplicadas, sentando las bases fundamentales en las que se basan muchas partes de la ciencia y la ingeniería en la actualidad.
"Debo trabajar científicamente", escribió en una carta de 1953 al presidente de Wheaton College en Massachusetts. "Es quizás la necesidad más profunda de mi vida"
Pero el trabajo de Geiringer fue más que su sustento. Era su vocación. "Debo trabajar científicamente", escribió en una carta de 1953 al presidente de Wheaton College en Massachusetts. "Es quizás la necesidad más profunda de mi vida".
¿Se le permitió satisfacer esa necesidad? ¿Bajo qué circunstancias?
Estudios matemáticos
Nacida en 1893 en la capital austriaca, en una época en la que se esperaba que las mujeres buscaran el matrimonio en lugar de la beca, los padres de Geiringer adoptaron una visión diferente y alentaron la educación de su hija. La enviaron a la escuela secundaria avanzada y luego pagaron sus estudios de matemáticas y física en la Universidad de Viena.

Mientras estuvo allí, Geiringer estudió con algunos de los matemáticos europeos más prestigiosos de principios del siglo XX, incluidos Ernst Mach y su mentor doctoral Wilhelm Wirtinger. Recibió su doctorado en matemáticas en 1917; al año siguiente, su disertación, en la que abordó la trigonometría avanzada y desarrolló una teoría generalizada para una serie de Fourier en dos variables, fue publicada en Monatshefte für Mathematik und Physik (Matemáticas y Física Mensual).
Viena tenía pocas oportunidades para una matemática judía, por lo que Wirtinger le aseguró un puesto en Berlín como editora asistente de la revista de matemáticas Jarhbuch über die Fortschritte der Mathematik (Almanaque para el progreso de las matemáticas).
Las ecuaciones de Geiringer
En 1921, se convirtió en asistente de Richard von Mises, director del recientemente establecido Instituto de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Berlín Y seis años después, en la primera profesora en la universidad. Fue la primera mujer en Alemania en ocupar un puesto de este tipo en matemáticas aplicadas.

Con las ecuaciones de Geiringer, se convirtió en codesarrolladora de la teoría de la línea de deslizamiento, un conjunto de técnicas de simplificación que analiza las condiciones en la deformación del metal
Poco después, a los 37 años, hizo una de sus contribuciones más significativas: las ecuaciones de Geiringer. Con ellas, se convirtió en codesarrolladora de la teoría de la línea de deslizamiento, un conjunto de técnicas de simplificación que analiza las condiciones en la deformación del metal.
Incluso hoy en día, esta teoría juega un papel central en la ciencia y la ingeniería.
En 1933, el talento de Geiringer fue reconocido aún más cuando fue nominada para un puesto de profesora asistente. Pero el partido nazi se hizo cargo de la política alemana el mismo año.
La Ley de restauración del servicio civil profesional, que prohibía a los "no arios" ocupar cargos en instituciones gubernamentales, hizo que perdiera su puesto universitario, junto con cientos de otros intelectuales judíos
La Ley de restauración del servicio civil profesional, que prohibía a los "no arios" ocupar cargos en instituciones gubernamentales, hizo que perdiera su puesto universitario, junto con cientos de otros intelectuales judíos.
Huida a Turquía
Con su hija Magda, nacida del matrimonio de Geiringer con un compañero matemático que había terminado en divorcio, se trasladó a Estambul.

En ese momento, el presidente de Turquía, Mustafa Kemal Ataturk, estaba instituyendo reformas a nivel nacional para modernizar el país y la educación superior después de la independencia del Imperio Otomano. Esto incluyó dar la bienvenida a casi 200 eruditos alemanes, entre ellos von Mises y Geiringer. Von Mises fue nombrado presidente de matemáticas en la recién fundada Universidad de Estambul, mientras que ella se convirtió en profesora con un contrato de cinco años.
Prosperó en Estambul con publicaciones e investigaciones innovadoras, pero su contrato no fue renovado y, al morir Ataturk, abandonó el país, junto con von Mises
Prosperó en Estambul con publicaciones e investigaciones innovadoras, pero su contrato no fue renovado y, al morir Ataturk, abandonó el país, junto con von Mises
Pusieron su mirada en los Estados Unidos, donde científicos como Albert Einstein y Oswald Veblen intentaban ubicar a sus colegas. Pero emigrar a Estados Unidos, con sus estrictas cuotas anuales, no fue fácil, especialmente en 1939. Finalmente, Van Mises, encontró un puesto en Harvard, pero ella, por su condición de mujer.
Sin permiso para permanecer en Lisboa, Geiringer y Magda se enfrentaron a la deportación a Alemania y al internamiento en un campo nazi
Sin casa ni trabajo, Geiringer quedó literalmente a la deriva. Mientras ella y Magda se dirigían al Mediterráneo desde Londres, la Segunda Guerra Mundial comenzó oficialmente, dejándolas varadas en Lisboa, cuando se les negó el pasaporte alemán para regresar a Inglaterra. Sin permiso para permanecer en Lisboa, Geiringer y Magda se enfrentaron a la deportación a Alemania y al internamiento en un campo nazi.

Geiringer estaba desesperada. Von Mises, junto con Einstein y Veblen, intentó encontrarle trabajo las universidades femeninas Bryn Mawr y Smith College, con la esperanza de asegurarle un trabajo a Geiringer y, con él, una visa. Geiringer incluso sugirió que se casaran para acelerar el proceso de inmigración
Al final, Bryn Mawr, una universidad de mujeres en Pensilvania, lo logró. Aunque el puesto que ofrecieron no fue remunerado, Geiringer lo aceptó y ella y Magda recibieron sus visas. Después de seis años de incertidumbre, pudieron establecerse. Von Mises y Geiringer incluso se casaron poco después, en 1943.
Universidad para mujeres

Cuando Geiringer estaba buscando puestos durante la Segunda Guerra Mundial, las matemáticas aplicadas estaban en demanda en los Estados Unidos. “El crecimiento de las matemáticas aplicadas en Estados Unidos tiene que ver con la investigación relacionada con la guerra”, dice Alma Steingart, historiadora de matemáticas aplicadas en la Universidad de Columbia en Nueva York. "Mucho de esto proviene del hecho de que se trata de una preparación para la guerra y hay movilización en muchos frentes".
A pesar de la demanda y las calificaciones de Geiringer, su género la descalificó para muchos trabajos
Incluso después de la guerra, el campo creció. Pero a pesar de la demanda y las calificaciones de Geiringer, su género la descalificó para muchos trabajos.
Después de cinco años en Bryn Mawr y de buscar un puesto universitario, Geiringer se convirtió en jefa del departamento de matemáticas en Wheaton College, otra universidad para mujeres en Norton, Massachusetts.
Las universidades para mujeres brindaban oportunidades esenciales como profesoras y estudiantes, pero no apoyaban el mismo tipo de investigación sofisticada que Geiringer había estado haciendo. Nunca encontró un puesto igual al que tenía en Alemania y Turquía.

Después de aceptar su trabajo en Wheaton, Geiringer le escribió a Von Mises: “Espero que haya mejores condiciones para las próximas generaciones de mujeres. Mientras tanto, hay que seguir adelante lo mejor posible ".
Permaneció en Wheaton, que le otorgó un doctorado honoris causa en Matemáticas, hasta su jubilación en 1959, ese mismo año fue elegida miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias
Y Geiringer continuó. Permaneció en Wheaton, que le otorgó un doctorado honoris causa en Matemáticas, hasta su jubilación en 1959, ese mismo año fue elegida miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias.
Ella todavía investigaba cuando encontró el tiempo para su proyecto más significativo tras su llegada a EEUU: compilar, editar y publicar el libro inacabado de Von Mises en dos ediciones después de su muerte en 1953: Estadística y Verdad, en 1964, y Teoría Matemática de Probabilidad y Estadística, en 1957.
Aunque Geiringer no obtuvo exactamente lo que quería, nunca se dio por vencida en perseguir su sueño.