La mitad de los glaciares de Perú desaparecerá en los próximos 20 años

Un equipo de investigadores, que ha monitorizado las 18 cordilleras de glaciares de la sección peruana de los Andes, ha concluido que la mitad de éstos desaparecerá a lo largo de los próximos 20 años.

El Nevado Artesonraju, una de las más hermosas montañas de la Cordillera de los Andes y del mundo. Su glaciar se ha monetorizado.
El Nevado Artesonraju, una de las más hermosas montañas de la Cordillera de los Andes y del mundo. Su glaciar se ha monetorizado.

Equipos de científicos están estudiando el retroceso de los glaciares de los Andes peruanos, mediante el uso de fotografías satelitales y sensores instalados sobre el terreno. Los glaciares se están derritiendo como consecuencia del calentamiento del clima, lo que no solo afecta al medioambiente de la zona, sino que crea problemas culturales y económicos para toda la región.

Los investigadores han creado modelos con la ayuda de Amazon Web Services (AWS), con el fin de hacer un seguimiento y monitorización de 18 cordilleras con masas glaciares en la sección peruana de los Andes, la cadena montañosa que se extiende por el oeste de Sudamérica.

También se prevé que, para finales de este siglo, tan solo queden dos cordilleras con masas glaciares en la sección peruana de los Andes

En cuanto a los hallazgos y predicciones de los científicos hasta la fecha, cabe destacar que, según los datos más recientes, prevén que la mitad de los glaciares de los Andes peruanos desaparezca a lo largo de los próximos 20 años. También se prevé que, para finales de este siglo, tan solo queden dos cordilleras con masas glaciares en la sección peruana de los Andes.

El Nevado Sullcon, en la Cordillera Central de los Andes peruanos, en septiembre de 2019
El Nevado Sullcon, en la Cordillera Central de los Andes peruanos, en septiembre de 2019. Foto: 

Los equipos de investigación recaban datos mediante sensores sobre el terreno en los Andes, que combinan con fotografías captadas mediante satélites. La información obtenida es analizada por los climatólogos del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (o INAIGEM), en colaboración con el Ministerio de Ambiente de Perú.

El impacto medioambiental

El retroceso de los glaciares peruanos es un indicador del futuro que le esperan a otras partes de Sudamérica y a la Amazonía, afirma el doctor Christian Yarlequé, físico y especialista en ciencias de la atmósfera, que trabaja en este estudio, y que también es subdirector de Información y Análisis del INAIGEM.

“Conforme las temperaturas sigan aumentando en los valles de los Andes, los cambios se harán notar más allá de Perú, y los patrones de vientos y precipitación cambiarán como resultado del calentamiento climático"

“Los cambios a los que estamos asistiendo en el Amazonas son resultado del calentamiento climático de Perú", afirma Yarlequé. “Conforme las temperaturas sigan aumentando en los valles de los Andes, los cambios se harán notar más allá de Perú, y los patrones de vientos y precipitación cambiarán como resultado del calentamiento climático".

Las repercusiones del cambio climático en Perú se están haciendo patentes en la región andina antes que en ninguna otra, ya que ésta se ha calentado mucho más rápidamente que las regiones costeras del país, cuyo clima está atemperado por el océano Pacífico, explica Yarlequé.

El valle de Quilcayhuanca se encuentra dentro del Parque Nacional Huascarán. Es uno de los atractivos turísticos de la provincia de Huaraz con vista a montañas nevadas y cuenta con visi
El valle de Quilcayhuanca se encuentra dentro del Parque Nacional Huascarán. Es uno de los atractivos turísticos de la provincia de Huaraz, con vistas a montañas nevadas y visitas a glaciares.

“El aumento de las temperaturas medias es mayor en los Andes, que es un ecosistema más delicado y se comporta de formas muy variadas. Sin embargo, lo que está ocurriendo en la región andina puede enseñarnos mucho sobre lo que ocurrirá en regiones similares y nos dará indicativos de cuáles serán las repercusiones en regiones menos delicadas conforme estas se vayan calentando".

El coste económico

El turismo es uno de los principales motores de la economía peruana y mucha gente viaja a Perú para ver los glaciares. Incluso durante la pandemia, los turistas han mostrado su deseo de verlos de que desaparezcan.

“El paisaje va a cambiar, por lo que cabría esperar menores volúmenes de turismo, simplemente por el hecho de que las vistas que busca la gente al viajar a regiones como ésta habrán cambiado"

Los pueblos andinos, que dependen del turismo y cuyos glaciares se derritan en primer lugar, deberán replantearse sus planes turísticos. Si la industria no se adapta, puede llegar incluso a desaparecer. “El paisaje va a cambiar, por lo que cabría esperar menores volúmenes de turismo, simplemente por el hecho de que las vistas que busca la gente al viajar a regiones como ésta habrán cambiado", comenta Yarlequé.

La desaparición de una fuente científica

Como es el caso de otros glaciares de todo el mundo, el hielo de los glaciares peruanos representa un historial del clima de los últimos miles de años. De desaparecer los glaciares, esta información física del pasado desparecería con ellos.

El Glaciar de Artesonraju se ha monetorizado para conocer su evolución.
El Glaciar de Artesonraju se ha monitorizado para conocer su evolución.

“Los glaciares contienen datos de climatologías pasadas, y contienen indicios de hasta hace 10.000 años”. apunta Yarlequé. “Del mismo modo en que los turistas muestran su deseo de ver los glaciares antes de que desaparezcan, los científicos tienen gran interés en recabar todos los datos posibles mientras los glaciares sigan intactos, para poder usarlos y así validar sus modelos y teorías sobre el pasado climático de la región y del planeta en su conjunto. Somos conscientes de que estos datos desaparecerán pronto, por lo que los científicos queremos salvarlos antes de que desaparezcan”.

El impacto en la cultura

Por otro lado, el ser humano se asentó en las laderas de los Andes peruanos en tiempos preincaicos, hace más de 15.000 años y, con el paso de los siglos, se ha ido adaptando a los cambios en el clima y las temperaturas.

“Cuando estudiamos a los incas, podemos entender cómo vivían en los Andes durante los periodos de El Niño (más húmedos) y las estaciones secas. Entendían bien el clima y tenían sus propios planes y acciones de mitigación,” añade Yarlequé. “Los incas se desplazaban ladera arriba y ladera abajo para adaptarse a los cambios en el clima, para plantar cosechas y cuidar de su ganado, dependiendo de la precipitación o de si necesitan acceder al agua acumulada en los glaciares.”

Cada vez más gente se ve forzada a abandonar sus rutinas tradicionales y a mudarse a regiones de los Andes a mayor altitud

Sin embargo, estos patrones migratorios dependen enteramente de la existencia de los glaciares. Sin ellos, quedan obsoletos. Ya en la actualidad, cada vez más gente se ve forzada a abandonar sus rutinas tradicionales y a mudarse a regiones de los Andes a mayor altitud.

“Se ven en la necesidad de plantar sus cosechas de patatas y boniatos a cada vez mayor altitud, y también llevan a su ganado a pastar ladera arriba", menciona Yarlequé. “Pero, ¿qué pasará cuando ya no puedan subir a mayor altitud? ¿Qué pasará cuando ya no queden glaciares de los que obtener el agua?”

Todo está cambiando en Perú, porque los glaciares se están derritiendo.
Todo está cambiando en Perú, porque los glaciares se están derritiendo.

Yarlequé teme que las tecnologías, cosechas y procesos incas no se adapten bien al nuevo entorno. No obstante, también apunta a que los incas han sabido dar con soluciones durante miles de años.

"No solo debemos entender la situación como un cambio climático, sino que estamos ante un cambio cultural provocado por él”

“Los peruanos andinos, los incas, son auténticos genios a la hora de resolver problemas; y no solo aquellos relacionados con el clima, sino problemas sociales y cotidianos,” comenta Yarlequé. “Pero todo está cambiando en Perú, porque los glaciares se están derritiendo. Tendrán que dar con nuevas cosechas; las mismas patatas de siempre no van a crecer. Necesitarán nuevas fuentes de ingresos y de producción. Por esto mismo no solo debemos entender la situación como un cambio climático, sino que estamos ante un cambio cultural provocado por él”.

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