Los microorganismos beneficiosos pueden restaurarse en los recién nacidos por cesárea

Un estudio, con participación española, muestra que la exposición a la microbiota materna del recién nacido permite restituir los microrganismos beneficiosos en los partos por cesárea.

Los microorganismos beneficiosos pueden restaurarse mediante la exposición a la microbiota materna justo después del parto por cesárea. Foto: IStock.
Los microorganismos beneficiosos pueden restaurarse mediante la exposición a la microbiota materna justo después del parto por cesárea. Foto: IStock.

Los bebés nacidos por cesárea no están expuestos a los mismos microorganismos que los nacidos por parto vaginal, por lo que no presentan la misma microbiota. Sin embargo, un estudio liderado en Estados Unidos y donde participan varios centros de investigación de otros países, entre ellos el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha probado por primera vez que este conjunto de microorganismos beneficiosos puede restaurarse mediante la exposición a la microbiota materna justo después del parto. El estudio se ha publicado en la revista científica Med.

La microbiota humana consiste en miles de millones de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que viven en nuestros cuerpos. Algunos son beneficiosos, y algunos dañinos

La microbiota humana consiste en miles de millones de bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que viven en nuestros cuerpos. Algunos son beneficiosos, y algunos dañinos. Las mujeres transmiten estos microorganismos a sus bebés de forma natural en el parto, siendo los primeros colonizadores del intestino y ayudando a desarrollar su sistema inmune. Pero algunas prácticas como el uso de antibióticos y el parto por cesárea interrumpen esta transmisión de microorganismos, lo que se asocia a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles como obesidad, alergias, asma y diversas enfermedades metabólicas e inmunes.

Niño nacido por cesárea
Niño nacido por cesárea. El parto por cesárea interrumpen la transmisión de microorganismos beneficiosos. Foto: IStock.

Esta investigación analizó 177 bebés de cuatro países, entre ellos España (en concreto en la ciudad de Valencia), que fueron estudiados durante su primer año de vida. 98 nacieron por parto vaginal y 79 por cesárea, 30 de los cuales fueron expuestos a la microbiota materna con una gasa impregnada con microbiota vaginal.

Los resultados muestran que la microbiota de los bebés nacidos por cesárea y expuestos a la microbiota materna fue similar a la de los bebés nacidos por vía vaginal

Los resultados muestran que la microbiota de los bebés nacidos por cesárea y expuestos a la microbiota materna fue similar a la de los bebés nacidos por vía vaginal, con una exposición natural a ésta. Además, se observó que la microbiota vaginal de las madres en el momento del parto era similar a la de otras partes de sus cuerpos (intestino, boca y piel).

Primer estudio para restaurar la microbiota materna

Este es el primer gran estudio observacional multicéntrico que prueba cómo restituir la exposición natural a los microorganismos vaginales maternos en los bebés nacidos por cesárea. Además, el estudio muestra que esta exposición normaliza el desarrollo de la microbiota durante el primer año de vida. Los próximos pasos se centrarán en realizar ensayos clínicos aleatorios para determinar si este hecho se traduce en una protección frente al riesgo de enfermedades a corto y largo plazo.

“Necesitamos más investigaciones para determinar qué bacterias protegen contra la obesidad, el asma y las alergias, enfermedades que comparten una inflamación subyacente”

El estudio muestra que la exposición a estos microorganismos  normaliza el desarrollo de la microbiota durante el primer año de vida
El estudio muestra que la exposición a estos microorganismos normaliza el desarrollo de la microbiota durante el primer año de vida

“Necesitamos más investigaciones para determinar qué bacterias protegen contra la obesidad, el asma y las alergias, enfermedades que comparten una inflamación subyacente”, asegura la autora principal del estudio, María Gloria Domínguez Bello, profesora en el Departamento de Bioquímica y Microbiología en la Escuela de Ciencias Medioambientales y Biológicas de la Universidad Rutgers (EEUU). “Nuestros resultados apoyan la hipótesis de que la transferencia y adquisición de microbiota materna normaliza el desarrollo del microbioma de los bebés”.

Participación española en el estudio

El IATA-CSIC y el Hospital de Manises (Valencia) son los únicos centros españoles participantes en este estudio, con el seguimiento de un pequeño número de recién nacidos. “Alteraciones en la microbiota intestinal en los neonatos durante el primer año de vida se han asociado a un mayor riesgo de desarrollo de enfermedad en el niño y el futuro adulto”, revela María Carmen Collado, investigadora del CSIC que lidera el grupo español en el estudio.

El IATA CSIC y el Hospital de Manises (Valencia) hicieron un seguimiento a un pequeño número de recién nacidos
El IATA CSIC y el Hospital de Manises (Valencia) hicieron un seguimiento a un pequeño número de recién nacidos. Foto: IStock.

“El nacimiento por cesárea, la exposición a antibióticos y una baja lactancia materna están relacionadas con efectos perjudiciales en la microbiota. Así, es necesario desarrollar nuevas estrategias para modularla en los primeros momentos de la vida. Este estudio representa un ejemplo claro con una nueva intervención postnatal con efectos en la microbiota infantil durante el primer año de vida”, resume Collado.

En España, los nacimientos por cesárea se sitúan entre el 25 y el 28%, es decir, uno de cada cuatro partos, casi el doble de lo recomendado por la OMS

Según la Organización Mundial de la Salud, un 15 por ciento de los nacimientos requieren cesárea para evitar riesgos en la vida de la madre o el bebé, pero en países como Brasil, República Dominicana, Irán y China, el parto por cesárea se realiza en más del 70% de los nacimientos en ciudades. En España, los nacimientos por cesárea se sitúan entre el 25 y el 28%, es decir, uno de cada cuatro partos, casi el doble de lo recomendado por la OMS.

Fuente: Csic.