Mario Picazo: "El calentamiento de nuestros océanos alcanza valores récord"

Mario Picazo estrena editorial en las páginas de la revista GEO y lo hace poniendo el acento en los océanos, esa inmensa masa de agua que juega un papel importantísimo no solo en los fenómenos meteorológicos sino también como almacén de carbono.

Mario Picazo

Cerca del 71 por ciento de nuestro planeta esta cubierto de agua, la mayoría en forma de océanos que ayudan y mucho a regular su clima. Los océanos, no solo regulan la temperatura global, intervienen en todos los fenómenos meteorológicos que vivimos día a día y también juegan un papel fundamental a la hora de almacenar carbono y regular la vida marina.

Hoy también sabemos que la interacción entre la atmósfera y los océanos para regular la cantidad de carbono que estos almacenan se está intensificando. Durante los últimos 200 años, los océanos han absorbido una tercera parte del dióxido de carbono (CO2) que hemos generado los humanos. También se han quedado con cerca del 93 por ciento del exceso de energía atrapada por los gases de efecto invernadero procedentes en su mayoría de la quema de combustibles fósiles.

Los océanos atlántico y austral son los que más se calientan

Según datos publicados por la NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica), este pasado 2021 ha sido el sexto año más cálido del registro de la temperatura media nivel global. Pero, aunque el planeta en su conjunto no ha registrado un año récord de anomalías térmicas, bajo la superficie de nuestros océanos sí se han medido temperaturas récord.

El agua retiene más energía que la tierra, de ahí que la zona superior de los océanos refleje mejor que ningún otro lugar el calentamiento global que experimenta el planeta. Los datos de temperatura de nuestros océanos, sobre todo los obtenidos con registros satelitales, nos dicen que hoy, son los más cálidos del registro desde que se miden las temperaturas del agua.

Debido al calentamiento oceánico, ya estamos notando cambios en los patrones de la circulación atmosférica y oceánica, y la presencia de un clima cada vez más extremo.
Debido al calentamiento oceánico, ya estamos notando cambios en los patrones de la circulación atmosférica y oceánica, y la presencia de un clima cada vez más extremo.

A medida que se calienta el agua oceánica, ese exceso de energía sirve para intensificar borrascas, frentes y otros sistemas meteorológicos. Aunque sabemos que los océanos se calientan cada año más, este 2021 no ha estado entre los más cálidos en parte debido a la presencia del fenómeno de La Niña, un patrón de agua fría que aparece en el Pacífico ecuatorial y afecta a la meteorología de medio mundo.

Todos los océanos se están calentando, aunque los que mayor ritmo de calentamiento experimentan son el océano Atlántico y el océano Austral que rodea la Antártida. El de este último, preocupa y mucho por el deshielo que puede llegar a producir en el continente Antártico. El calor acumulado en el agua funde las plataformas de hielo y provoca el desprendimiento de enormes icebergs. Este fenómeno, junto al de la expansión del agua por calentamiento, acaba aumentando del nivel del mar en numerosas zonas costeras del planeta.

El deshielo, junto al de la expansión del agua por calentamiento, acaba aumentando del nivel del mar en numerosas zonas costeras del planeta

Ese calor que acumulan los océanos forma parte del calentamiento global general. Al aumentar la temperatura del aire también lo hace la evaporación, y eso ayuda a secar la tierra, y en algunos casos amplificar las olas de calor y los incendios forestales. El calentamiento de los océanos también se traduce en más vapor de agua para los llamados ¨ríos atmosféricos¨. Son corrientes de aire sobrecargadas de humedad que llegan a zonas terrestres, aumentando el riesgo de copiosas precipitaciones que causan inundaciones.

Hoy sabemos que el calor acumulado en nuestros océanos está en niveles récord. Los 500 metros superiores de océano se han estado calentando desde 1980. Las aguas más profundas de 500 a 1.000 metros, lo han hecho desde aproximadamente 1990 y las profundidades de 1000 a 1.500 metros desde 1998. Por debajo de los 1.500 metros, el calentamiento ha sido notable desde 2005.

Debido al calentamiento oceánico, ya estamos notando cambios en los patrones de la circulación atmosférica y oceánica, y la presencia de un clima cada vez más extremo. Pero los expertos también advierten que la química de nuestros océanos esta cambiando al mayor ritmo de los últimos 65 millones de años. Absorber tanto dióxido de carbono aumenta los niveles de la acidez del agua. Si a eso sumamos el aumento de la temperatura, el impacto sobre la fauna marina y la población mundial que de ella depende, va a ser cada vez mayor durante los próximos años.