"El turismo es una industria de futuro que no teme a los cambios". Esta frase de Michelle Bachelette, médica y expresidenta de Chile, es un gran espejo de uno de los pasatiempos más transversales y perennes del planeta: viajar. ¿Por qué? Hay infinidad de lugares que visitar, disponibles para todo tipo de bolsillos y de querencias. Turismo de sol y playa, rural, gastronómico, de naturaleza, cultural…, pero hay uno que no se puede obviar, el turismo futbolístico, que evoluciona a pasos agigantados.
Los atractivos que tienen Londres, Madrid, Barcelona, Roma o París son sustento suficiente para atraer visitantes de todo el globo terráqueo, pero contar con equipos de élite en el deporte rey es un aliciente más y una llave para un tipo de ‘clientes’ que, de otra manera, optarían por otros destinos. La fiebre por el fútbol no para de crecer y las casas de apuestas o las redes sociales, pasatiempos germinados por el desarrollo tecnológico, son un buen baremo de ello. Cada día es más habitual que seguidores del balompié inviertan su tiempo en seguir a sus equipos a través de estas plataformas, con el aliciente de poder añadir picante al encuentro o la temporada en cuestión.
En páginas como William Hill, por ejemplo, se puede apostar en directo o con miras futuras: campeón de liga, de la Champions, del partido de la jornada... Todo ello aderezado con la simple posibilidad de estar al tanto de lo que ocurre al momento. Este novedoso contexto viene de la mano del segundo deslizado, la citadas redes. Es más, de entre la ‘nube’ de ‘celebrities’ norteamericanas que copan los puestos de honor de ‘instagramers’ con más seguidores aparecen solamente tres excepciones, y son tres futbolistas: Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Neymar. De hecho, el astro portugués, recién retornado al Manchester United, es el líder absoluto de esta clasificación de popularidad 'made in siglo XXI', donde los likes y los followers dictan sentencia.
Mánchester abre sus puertas al fenómeno fan
Las casas de apuestas e Instagram precisan de manera más o menos fidedigna las masas que se mueven al son del fútbol, algo que beneficia a las ciudades anteriormente mencionadas a la hora de generar ingresos turísticos. ¿Qué sería de Mánchester sin el United, ahora de Cristiano Ronaldo de nuevo, y el City de Pep Guardiola? Llegado el fin de semana, las hordas de fans llegados de todas partes llenan la ciudad de la revolución industrial de banderas. Noruega, Suecia, Japón, Singapur…
La procedencia de los turistas futbolísticos es de lo más variopinta. Y la ciudad le abre las puertas, sabedora del potencial económico de ello. Incluso, futbolistas y exfutbolistas como Juan Mata o Rio Ferdinand probaron suerte con la hostelería; e incluso hoteles, como el ‘Hotel Football’ que abrieron los hermanos Neville, Paul Scholes y compañía a un paso de Old Trafford. También estan las múltiples inversiones hoteleras del propio Cristiano, tanto en Mánchester como fuera de ella. En definitiva, el turismo no solamente se alimenta de monumentos y accidentes naturales, el deporte, con el fútbol como rey absoluto, es una llave maestra para abrirle las puertas a turistas de todo credo, raza y condición.