El estrés y la edad pueden influir en la coloración del piquituerto

Un estudio de la investigadora pamplonesa Blanca Fernández Eslava, de la Universidad de Navarra, sobre el piquituerto común desvela que la edad y el nivel de estrés de la población influyen en la coloración de su plumaje.

El proceso de muda del piquituerto ha sido el objeto de este estudio.
El proceso de muda del piquituerto ha sido el objeto de este estudio.

Algunas de las funciones reconocidas del plumaje de las aves son la termorregulación, impermeabilidad, cortejo y vuelo. Y es que suelen mudarlo de forma parcial o total para mantenerlo en buenas condiciones, debido al desgaste que produce el paso del tiempo. Éste es el fundamento sobre el que la pamplonesa Blanca Fernández Eslava ha realizado su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, bajo la dirección de los doctores David Galicia (Universidad de Navarra) y Juan Arizaga (Sociedad de Ciencias de Aranzadi).

El modelo de estudio empleado ha sido el piquituerto común (Loxia curvirostra), y se ha investigado sobre el proceso de muda y la coloración del plumaje, así como los factores ambientales que influyen en éstos. En concreto, se ha querido “conocer cuando comienza la muda en la especie, cuál es su duración, su extensión, y determinar si tiene una relación con el color del plumaje, con la reproducción o con factores ambientales. También he profundizado en la coloración del plumaje y si existe un vínculo con el tamaño del cuerpo, la edad de las aves o su supervivencia a lo largo del tiempo”, informa la doctora Fernández Eslava.

La metodología empleada por la bióloga ha consistido, por una parte, en la captura de especies con red y la posterior identificación de la especie, el sexo, y la edad. Además, de cada ejemplar se han tomado medidas biométricas

Las zonas de captura de piquituerto común han sido los municipios navarros de Uztárroz (Pirineo) y Bigüézal (Sierra de Leyre), y el municipio soriano de El Royo. La metodología empleada por la bióloga ha consistido, por una parte, en la captura de especies con red y la posterior identificación de la especie, el sexo, y la edad. Además, de cada ejemplar se han tomado medidas biométricas (pico, cráneo, tarso, alas y cola) para poder estudiar las diferencias morfológicas entre unas aves y otras. Por último, ha trabajado con una base de datos -perteneciente a Daniel Alonso, ornitólogo de la Sociedad de Ciencias de Aranzadi-, que contiene registros del piquituerto común desde hace más de dos décadas.  

Blanca Fernández Eslava es graduada en Biología y doctora por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra.
Blanca Fernández Eslava es graduada en Biología y doctora por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra. Foto: Universidad de Navarra.

Aunque se trata de investigación básica, el trabajo de la doctora Fernández arroja algunos resultados interesantes. Por ejemplo, que el número de plumas reemplazadas en el periodo de muda depende del sexo, la edad y la coloración del plumaje. “Hemos observado que las hembras adultas y los machos amarillos adultos no reemplazan todas las plumas durante su muda y que probablemente esté relacionado con el alto coste reproductivo en hembras y con estrés o mala calidad de los individuos amarillos”.

Los machos amarillos realizan la muda más tarde y en menos tiempo y adquieren un plumaje de peor calidad en comparación con los rojos

Otra de las conclusiones de este estudio es que los machos amarillos realizan la muda más tarde y en menos tiempo y adquieren un plumaje de peor calidad en comparación con los rojos. “Hemos calculado que los individuos rojos tienen una supervivencia mayor, casi el doble que los amarillos. Y también que esta coloración es un índice de menor calidad individual”, explica la experta.

Para Blanca Fernández, las mudas interrumpidas de las aves (cuando mantienen algunas plumas viejas) pueden ser un indicador de la calidad o nivel de estrés de una población (por ejemplo, la escasez de alimentos o la presencia de parásitos).  

Blanca Fernández Eslava es graduada en Biología (2006) y doctora por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra (2022). En la actualidad, continúa con la misma línea de investigación en diversos proyectos, uno de ellos con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sobre la coloración del plumaje de estas aves y la relación que existe entre recursos dietéticos, estrés y expresión génica.

Fuente: Universidad de Navarra.