El nombre de la dieta BRAT proviene del acrónimo de los alimentos que contiene y significa plátanos (Banana), arroz (Rice), puré de manzana (Apple puree) y tostadas (Toasts).
Según la revista Healthline, en el pasado, los pediatras la recomendaban para tratar los problemas estomacales de los niños. La idea es que estos alimentos suaves y fáciles de digerir pueden aliviar los síntomas y reducir la diarrea. Sin embargo, en la actualidad, los expertos creen que ésta puede no ser la mejor opción para tratar estas afecciones.
¿Qué es la dieta BRAT?
La dieta BRAT, como se ha señalado más arriba, consiste en una combinación de alimentos blandos, bajos en fibra, suaves y, supuestamente, agradables para el estómago, de tal manera que puede ayudar al paciente a sentirse mejor.
Aunque la dieta BRAT puede ser útil durante períodos cortos, existen riesgos asociados con seguir una alimentación tan baja en fibra, proteínas y grasas durante largo tiempo
Según la publicación médica, si bien ésta puede ser útil durante períodos cortos, existen riesgos asociados con seguir una dieta tan baja en fibra, proteínas y grasas durante largo tiempo.
Respecto a lo que se puede comer con la dieta BRAT, en principio es importante señalar que algunos médicos especifican que una dieta blanda es diferente a ésta. Así, la mayoría está de acuerdo en que el paciente puede comer algo más que plátanos, puré de manzana, arroz y tostadas. La clave consiste en tomar alimentos blandos que sean suaves para el estómago.
Los alimentos aceptables de la dieta BRAT se consideran alimentos vinculantes, lo que significa que son bajos en fibra y pueden detener la diarrea, reafirmando las heces.
¿Es efectiva la dieta BRAT?
Aunque se ha recomendado durante décadas, ningún ensayo clínico reciente ha analizado si la dieta BRAT es eficaz como tratamiento para la las enfermedades gastrointestinales.
Otros planes de alimentación más equilibrados, desde el punto de vista nutricional, pueden mejorar la recuperación y reducir aún más los síntomas
Y es que, a pesar de que puede aliviar los síntomas en algunas personas, los médicos no recomiendan seguir esta dieta. Sin embargo, otros planes de alimentación más equilibrados, desde el punto de vista nutricional, pueden mejorar la recuperación y reducir aún más los síntomas.
El plátano y el arroz
Dicho todo esto, es importante destacar que algunos investigadores han estudiado las posibles funciones de los plátanos y el arroz en el tratamiento de la diarrea.
Los plátanos contienen pectina, un almidón que es beneficioso para el tracto digestivo. Varios estudios encontraron que la pulpa de plátano verde puede reducir tanto la diarrea como el estreñimiento en los niños.
En este mismo sentido, otra investigación demostró que el arroz en forma de sopa podía tratar eficazmente la diarrea en los niños que lo consumían, junto con una solución de rehidratación oral recetada.
Sin embargo, los posibles efectos de los alimentos individuales sobre la diarrea no dan una idea precisa de cómo puede afectar al cuerpo una dieta que contenga solo esos alimentos, debido a que algunas deficiencias nutricionales pueden empeorarla.
Alternativas a la dieta BRAT
Lo importante es seguir una dieta blanda. Así, se pueden añadir alimentos suaves, como caldos, galletas saladas y cereales. No obstante, para obtener un alivio a largo plazo, se ha de apostar por una dieta equilibrada de proteínas, carbohidratos y grasas saludables.
Por otro lado, las bacterias beneficiosas llamadas probióticos pueden ayudar a acortar el curso de la diarrea. El yogur natural, el kéfir, el chucrut, la sopa de miso y las verduras fermentadas son grandes opciones.
Durante el proceso de recuperación de los síntomas estomacales, cuando se reintroduce los alimentos sólidos, es esencial la hidratación
Durante el proceso de recuperación de los síntomas estomacales, cuando se reintroduce los alimentos sólidos, es esencial la hidratación. Además de beber agua y té, otras opciones útiles, como las bebidas que contienen electrolitos.
En cuanto a los alimentos que no se deben comer, en líneas generales se ha de evitar aquellos que no son "insípidos", tales como la leche y los productos lácteos, los fritos, gaseosas o picantes; las proteínas, como bistec, cerdo, salmón y sardinas; verduras crudas, incluidas las de ensalada, palitos de zanahoria, brócoli y coliflor; frutas ácidas, como bayas, uvas, naranjas, limones y limas; bebidas muy calientes o frías alcohol, café u otras que contengan cafeína.
