Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía: la difícil situación de España

En el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía España tiene mucho que meditar, muchos aspectos que poner sobre la mesa y analizar ante los alarmantes datos que sobre desertificación y sequía arrojamos en nuestro país.

Planeta 2030

Foto: iStock
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La Asamblea General de Naciones Unidas designó, en 1994, el 17 de junio como Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este día marca el aniversario de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.

En el caso de España, entre el 75% y el 80% de nuestro territorio está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Un dato preocupante para el Día Mundial de lucha contra la Desertificación y la Sequía, dos fenómenos diferentes pero íntimamente relacionados por la acción que el ser humano ha provocado en su entorno. Y dos fenómenos que se agravarán en un futuro cercano, como consecuencia del cambio climático, si no hacemos algo antes para mitigarlo.

Desertización y desertificación

Pongamos por delante que desertización y desertificación no tienen el mismo significado.

La desertización es un proceso natural en el que una zona varía de húmeda a desértica, sin la intervención humana. Puede haber varias causas, como factores astronómicos, geomorfológicos o dinámicos. Como ejemplo tenemos el Sahara que hace miles de años era una sabana y en la actualidad es una zona desértica.

La desertificación es un proceso en el que una zona fértil pierde su potencial de producción debido a la intervención humana. Las causas son erosión del suelo, falta de agua y destrucción de la cubierta vegetal. Sucede como consecuencia de exceso de cultivos, pastoreo o deforestación.

Desertificación y sequía

La sequía se produce cuando las lluvias son inferiores a los niveles normales, causando una grave falta de agua, y abarca periodos de tiempo de corto a medio plazo, mientras que la desertificación, es un fenómeno a largo plazo.

Ambos fenómenos, además de tener efectos devastadores para el medio ambiente y la biodiversidad, pueden tener graves consecuencias sociales y económicas (obliga a la población a abandonar las zonas afectadas, genera pobreza, problemas de salud…).

Las zonas más afectadas

El riesgo de desertificación y sequía es especialmente grave en el sur de Portugal, España y el sur de Italia, el sureste de Grecia, Malta, Chipre y las zonas ribereñas del mar Negro en Bulgaria y Rumanía.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, se prevé que la Península Ibérica sea la región europea más afectada por el aumento de episodios de sequía. Como consecuencia de ello, el riesgo de desertificación también se incrementará en todo el territorio.

La Desertificación amenza al 80% de España. Foto: Philippe Paternolli/iStock
La desertificación amenza al 80% de España. Foto: Philippe Paternolli/iStock

La realidad de España

  • Entre el 75% y el 80% de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo, según el Ministerio de Medio Ambiente (3)
  • Un tercio de España ya sufre una tasa de desertificación muy alta y lo peor es que, si no se toman medidas urgentemente, esa superficie árida seguirá creciendo. 
  • La sobreexplotación de los recursos hídricos, las malas prácticas agrarias en zonas de pendiente, el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y la urbanización irracional resultan también responsables de esta situación.
  • El sudeste del país es donde se sufrirá una mayor desertificación, un aumento de las temperaturas, un descenso de las precipitaciones o una creciente escasez de agua. 
  • Según los datos del anterior Ministerio de Medio Ambiente, se prevé un escenario donde el total de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas en España llegará a los 37,4 millones de hectáreas de las 50,5 millones del total del territorio. Estas magnitudes no dejan lugar a dudas, éste es un fenómeno que no afecta solo a la mitad sur peninsular, se va abriendo camino hacia el norte
  • Siete de las diez cuencas hidrográficas con mayor estrés hídrico (sequía crónica) de toda Europa se encuentran en España (Agencia Europea del Medio Ambiente).

Fuente: Greenpeace