El brillo y los pigmentos brillantes a menudo se fabrican utilizando compuestos tóxicos o microplásticos contaminantes. Eso hace que las cosas brillantes, notoriamente difíciles de limpiar en la casa, también tengan consecuencias negativas para el medio ambiente.
Una alternativa nueva, no tóxica y biodegradable podría cambiar eso. En el material, la celulosa, el principal bloque de construcción de las paredes celulares de las plantas, crea patrones a nanoescala que dan lugar a colores estructurales vibrantes. Tal material podría usarse para hacer purpurina ecológica y pigmentos brillantes para pinturas, cosméticos o envases, informó un equipo de investigadores el 11 de noviembre en Nature Materials.
La inspiración para aprovechar la celulosa provino de la planta africana Pollia condensata, que produce frutas azules brillantes e iridiscentes llamadas bayas de mármol
La inspiración para aprovechar la celulosa provino de la planta africana Pollia condensata, que produce frutas azules brillantes e iridiscentes llamadas bayas de mármol. Pequeños patrones de fibras de celulosa en las paredes celulares de las bayas reflejan longitudes de onda específicas de luz, para crear el tono característico. "Pensé, si las plantas pueden hacerlo, deberíamos ser capaces de hacerlo", declaró la química Silvia Vignolini de la Universidad de Cambridge.

Vignolini y sus colegas prepararon una mezcla acuosa que contenía fibras de celulosa y la vertieron sobre plástico. A medida que el líquido se secaba en una película, las fibras en forma de varillas se asentaban en estructuras helicoidales, que se asemejaban a escaleras de caracol. Los factores de ajuste, como la pendiente de esas escaleras, cambiaron las longitudes de onda de luz que reflejaban los arreglos de celulosa y, por lo tanto, el color de la película.
Eso permitió a los investigadores, como personajes de cuentos de hadas que hacen girar paja en oro, transformar su lado claro a base de plantas en cintas brillantes de un metro de largo con un arco iris de colores
Eso permitió a los investigadores, como personajes de cuentos de hadas que hacen girar paja en oro, transformar su lado claro a base de plantas en cintas brillantes de un metro de largo con un arco iris de colores. Estas franjas podrían ser despegadas de su plataforma de plástico y molidas para hacer purpurina.
"Puedes usar cualquier tipo de celulosa", dice Vignolini. Su equipo usó celulosa de pulpa de madera, pero podría haber usado cáscaras de frutas o fibras de algodón sobrantes de la producción textil.
Los investigadores necesitan probar los impactos ambientales de su nuevo material brillante. Pero Vignolini es optimista de que los materiales que utilizan ingredientes tan naturales tienen un futuro brillante.
Fuente. ScienceNews.