Volkswagen Up!: primeras impresiones

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Por Esaú Ponce (@EsauPonceA)

 

Pareciera que el Volkswagen Up! llega a destiempo a nuestro mercado, ya que si tenemos en cuenta que en Europa entró a producción desde 2011, mientras que en Brasil (donde se importa a México), hizo lo propio desde 2014, entendemos que no se trata precisamente de una novedad. Sin embargo, nuestra primera impresión es que a pesar de los años, este pequeño urbano luce buenos argumentos para abrirse paso en un segmento dominado por los Hyundai Grand i10 y Chevrolet Spark.

 

Ciertamente, lo primero que llama la atención del Up! es su diseño carismático, cuyos trazos ovalados y limpios, hicieron que más de uno le encontrara algún parecido con los Volkswagen Sedán y Combi de los 60 y 70. Por cierto, durante su presentación realizada en Guadalajara, Jalisco (aquí detalles y precios), pudimos convivir con el Cross Up!, que se distingue de sus hermanos por su estética con elementos decorativos tipo “off road”.

 

Al menos en las variantes tope, el habitáculo luce una buena presentación, alejada a lo acostumbrado en los productos de origen carioca, donde la introducción de acabados al color de la carrocería a lo largo del tablero, un volante forrado en piel con insertos tipo piano y unos asientos bitono, nos hablan de su orientación juvenil. En lo referente a los demás plásticos, se encuentran a la altura del segmento y hay que ser un poco quisquillosos para encontrar algunas rebabas e imperfecciones menores.

 

Respecto al equipamiento, y con el fin de mantener un precio competitivo, la marca decidió darle mayor prioridad a la seguridad que al confort. Por eso monta dos bolsas de aire frontales, frenos ABS, sensores de reversa y sistema de anclaje ISOFIX; Volkswagen sacrifica algunos ítems que seguramente algunos extrañarán como los cristales eléctricos traseros, controles de audio al volante o un sistema de infotenimiento más avanzado.

 

Al volante, llama la atención el buen desempeño del diminuto L3 de 1.0 litros con 75  HP y 95 Nm (70 lb-pie) de torque , ya que si bien parece poco enérgico, es gracias a su bajo peso (950 kg) y una caja manual con buen escalonamiento que puede moverse con agilidad en ciudad. Aún así hay que tomar en cuenta que en muchas ocasiones habrá que acelerar a fondo y hacer los cambios en la zona alta del tacómetro para integrarnos a vías de alta velocidad.

 

El calibrado de la suspensión tiende a firme, por lo que transitar por caminos maltratados o con la presencia de muchos topes, puede llegar a ser un poco incómodo. Caso contrario al momento de afrontar vías rápidas donde podemos rodar a velocidades por arriba de los 120 km/h (y hasta un poco más) con pleno control y sin temor a que algún camión nos saque del camino a causa del golpe de aire que tanto afecta a los autos pequeños. Todo esto con un bajo consumo, que al menos en nuestro primer contacto nunca fue inferior a los 16 km/l (habrá que corroborarlo en nuestras pruebas).

 

En resumen, encontramos en el Up! un automóvil carismático y seguro, que gracias a su correcto desempeño dinámico, puede salir de su zona de confort y afrontar caminos de mayor dificultad con total seguridad. Pero lo que es un hecho, es que nos hubiera gustado que el Up! hubiese llegado un poco antes para haberlo enfrentado a sus rivales directos en nuestro pasado Master Test de urbanos “low cost”. Será para la otra.