Reino Unido también quiere prohibir autos a gasolina y diésel en 2040

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Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).

 

Michael Gove, ministro de medio ambiente del Reino Unido, acaba de anunciar las intenciones del gobierno local de prohibir nuevos vehículos impulsados exclusivamente por gasolina y diésel a partir del año 2040.

 

Este anuncio es solidario con el que recién efectuara el gobierno de Francia de tomar medidas similares en la misma fecha. "Hoy estamos confirmando que esto significa que no debería haber nuevos vehículos diesel o de gasolina para 2040", señaló el funcionario británico, quien además indicó que se espera que eventualmente ningún vehículo impulsado únicamente por combustibles fósiles circule en el Reino Unido para 2050.

 

 

Otras naciones de Europa, como Noruega, Holanda e incluso Alemania están buscando implementar prohibiciones similares entre 2025 y 2050, aunque otras naciones del globo, como China, también están promoviendo generosos incentivos fiscales para el desarrollo y comercialización de vehículos movidos por electricidad. Madrid, Ciudad de México, París y Atenas también se han adherido a un proyecto para prohibir autos a diésel en dichas urbes a partir de 2025.

 

Aunque el actual gobierno conservador del Reino Unido presentó una serie de recursos legales para mantener la conformación de su parque vehicular (aunque sin llegar al extremo de Estados Unidos, que abandonó el acuerdo de París), han perdido cada uno de ellos en tribunales ante grupos ambientalistas y liberales, que han aumentado su presión al gobierno desde el escándalo del DieselGate. Sadiq Khan, primer alcalde musulmán de Londres y miembro del partido Laborista opositor, señaló que el proyecto es insuficiente y que se deben de tomar medidas antes de 2040.

 

 

Inicialmente se presentará un proyecto de desguace de los vehículos más contaminantes, especialmente a diésel. Se espera que se mantenga la comercialización de vehículos híbridos e híbridos enchufables, aunque estos deberán adecuarse a normas anticontaminantes más estrictas.

 

Algunos grupos empresariales se pronunciaron por no dañar el crecimiento del sector automotriz en Europa, que “pondría en riesgo 600,000 empleos sólo en Alemania”, mientras que algunos señalan que también es necesario buscar medios para generar más electricidad para el eventual aumento de la demanda.