Nissan Sentra 2017: primeras impresiones

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Por Manuel Fernández (Mfer_89, desde Newport Beach, California)

 

En marzo se lanzará en México el facelift recibido por el Sentra, que con casi 40,000 unidades comercializadas durante 2015, es uno de los pilares de ventas de la casa japonesa en el país.

 

Como bien se había visto desde su revelación durante el Salón de Los Ángeles en noviembre pasado, la delantera adopta en faros, defensas y parrilla la identidad estrenada por el Maxima y heredada a los pocos meses por el Altima. Atrás se modificó el conjunto óptico junto a unos rines que también se revisaron.

 

 

A bordo, saltan a la vista algunas decoraciones en negro brillante y unos instrumentos con una pantalla de cinco pulgadas que provee distintos datos relativos al computador de viaje o el navegador, ésta será parte del equipamiento desde la versión intermedia. El selector y el volante son inéditos en sus formas, inspirado éste último, de acuerdo al fabricante, en el 370Z.

 

En lo mecánico conserva el cuatro en línea aspirado de 1.8 litros con 130 caballos, si bien se intervino el actuar de la caja CVT para simular mejor la acción de una automática convencional e intentar eliminar esa sensación de arrastre tan criticada en este tipo de transmisiones. Esto es evidente más que todo en aceleraciones a fondo en las que se da una caída de revoluciones, simulando un cambio de marchas pero sin eliminar la suavidad en ciudad típica de estas cajas.

 

Aún al nivel del mar, hará falta mucha exigencia al propulsor para hacer adelantamientos o incorporaciones, algo más evidente si hay una pendiente de por medio. Puede que en dichas circunstancias ayude pasar la palanca al modo “L” para que el régimen de giro esté desde antes en un rango óptimo, pero el Sentra es una alternativa más lógica para ciudad que para carretera pues su desempeño sigue sin ser un apartado de resaltar.

 

Otros aspectos retocados son la insonorización por medio de otros soportes del motor, aislantes en las puertas o el parabrisas, una suspensión con otra puesta a punto en bujes y amortiguadores traseros, en el tren delantero y con la adición de una pieza estructural que provee mayor rigidez. Además, hay cambios en la dirección para mejorar su respuesta.

 

 

 

En los kilómetros hechos, lo que se pudo notar de estas variaciones es, en efecto, una respuesta al volante un poco más directa y aplomada al abordar curvas abiertas, ganando algo en la sensación de seguridad pues el auto reemplazado era uno de los menos destacados en ese sentido al doblar, se sentía más en casa en una autopista. La marcha gana en homogeneidad y silencio con todo y que se anuncia que es más dura.  

 

Ya en todo lo demás, mantiene su cabina espaciosa, una postura de manejo elevada y sobre unos asientos sin mucho soporte y buena visibilidad.

 

Los cambios en la dotación de accesorios para México abarcan la inclusión de discos de freno traseros desde la vertiente Advance y detector de objetos en el punto ciego y alerta por tráfico cruzado (por ejemplo, al salir de un estacionamiento en reversa) en el Exclusive, que sigue siendo el único con seis bolsas de aire contra las dos de los demás.

 

El control de estabilidad (ESP o ESC), ya presente en diversos competidores e incluso en automóviles del segmento inferior en otras marcas, aún no se menciona para el Sentra, o eso es lo que se pudo comprobar en la información técnica proveída de momento por el representante.