Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Si Lamborghini dio un puñetazo sobre la mesa cuando presentó el Miura a mediados de los sesenta, la develación del concepto Countach de 1971 (el modelo de producción llegó dos años después) representó el impacto de un meteorito; tan grande fue la relevancia que alcanzó que estuvo casi 20 años en producción, mientras en los setenta lucía adelantado a su época, en los ochenta era aún un diseño vigente.
Obra de Marcello Gandini, el diseñador italiano había maravillado al mundo un año antes con un prototipo en forma de cuña que parecía más una nave espacial, al grado que varios dudaban que algo así llegara a producción: el Lancia Stratos Zero; sin embargo, el propio Gandini llevó su concepto extremo a las calles, no en balde, el perfil marcó la pauta de la industria en los años posteriores.
Aunque de entrada pareciera que el nombre “Countach" resulta un advenedizo en la nomenclatura latina de la marca, proviene de una interjección el argot piamontés derivada de Contagio. El dramático perfil y los paneles angulares no son la única contribución del Countach, pues en él encontramos por primera vez las puertas de “tijera”, que se han vuelto una característica inseparable del deportivo halo de la casa de Sant’Agata.
Al ser un modelo de 1981 el que nos ocupa, recibe mejoras como neumáticos Pirelli P7 envolviendo los rines de 15 pulgadas tipo “teléfono”, que mejoraron notablemente la dinámica del auto, aunque el mayor ancho requirió que los arcos de la ruedas se ensancharan con aplicaciones de fibra de vidrio. También recibió la denominación LP400S, con la que el V12 de 3.9 litros tuvo una ligera pérdida de potencia (época de crisis petroleras) pasando de 375 a 355 CV, aunque una cosa se compensaba con la otra; el alerón posterior, pese a que redondeaba la estética, no aportaba gran cosa al arrastre aerodinámico, aunque sí al peso final.
Este vehículo en específico, con número de chasis 1121320, tuvo principalmente propietarios británicos, como lo atestigua el volante a la derecha; los tres primeros cambiaron el color de dorado a azul para terminar con el amarillo perla que ostenta en la actualidad. El interior negro sobre avena permanece inalterado.
Su dueño actual lo ha retenido por ocho años, en los que poco ha agregado a los 61,155 kilómetros que marca el odómetro. El precio estimado se encuentra entra las 200 y las 250 mil Libras Esterlinas (5.2 y 6.5 millones de pesos, aproximadamente), pese a pequeños desgastes aquí y allá.