Por Javier Barranco
En España tuvimos la ocasión de probar por primera vez este auto completamente nuevo, y como curiosidad comentar que es ligeramente más corto que el modelo anterior (siete mm). No deja de sorprender este dato, pues lo habitual es que los autos nuevos sean siempre más grandes que los modelos sustituidos.
Jaguar apuesta por los motores de nueva generación de la marca tanto en cuatro como en seis cilindros, en ambos casos sobrealimentados. El primero es un dos litros turbo de 240 caballos, siendo un escalón de entrada muy bueno para esta nueva gama XF. Con relación a la competencia, esta motorización de entrada es más potente que cualquier de sus rivales directos en México. (Audi A6 1.8 TFSI, BMW Serie 520i y Mercedes- Benz E200), que con un propulsor de capacidad similar se quedan entre 184 y 190 hp. Si queremos comparar por potencia similar entre estos rivales, tenemos que ir a versiones intermedias, como el Audi A6 2.0 TFSI con 252 CV, el BMW 528i con 245 o el MB E250 con 211.
Infiniti ofrece una alternativa a los autos alemanes con el Q70, este modelo japonés destaca por tener un motor mucho más grande, ya que cuenta, mínimo, con un V6 3.7 litros de 330 caballos. Cadillac y Lincoln también tienen opciones en este segmento con el MKS y CTS (también parten con seis cilindros).
El motor V6 de 3.0 litros con supercargador tiene dos variantes, una de 340 caballos y otra de 380, que ya se han podido ver en otros modelos de la marca británica. El desempeño de las tres variantes de motor resulta brillante. Suavidad en todos los casos, especialmente en la variante menos potente del motor V6, siendo esta la mejor elección para el nuevo estandarte de la marca. El motor 2.0 litros puede ser suficiente para este auto, pero consideramos que un sedán de representación como este, lo idóneo pasa por un motor con más torque y potencia.
La transmisión en todos los casos es a la ruedas posteriores, aunque también habrá variantes con tracción integral. La caja de cambios es automática de ocho velocidades, con buen funcionamiento general, correctamente escalonada en sus desarrollos de marcha (velocidad cada 1000 rpm), aunque no supera al excelente rendimiento que da la Steptronic de BMW, hoy por hoy referencia global.
Jaguar también ha puesto mucho empeño en lo que no se ve. La plataforma modular (comparte elementos con el también nuevo XE) y carrocería emplea aluminio de manera masiva, llegando hasta el 75% el uso de este material. Esto le confiere un peso de 1,545 kilos para la variante de dos itros, un 10% menos que un Audi A6 y un BMW Serie 5, ambos en el entorno de los 1,700 kilos.
En el interior, todo es grande y minimalista. De líneas puras y sin estridencias, con un arco global que abarca todo el conjunto, desde el frente hasta las puertas delanteras. El centro de la consola está dominada por una gran pantalla táctil opcional de 10.2 pulgadas, aunque en el equipo básico se dota de una más pequeña de 8 pulgadas, desde la que se pueden controlar prácticamente todas las funciones del auto.
También dispone a petición del cliente de otra pantalla en el cuadro de instrumentos, en este caso de 12.3 pulgadas, que es la que ofrece la información más importante y puede proyectar la información de navegación entre otras (muy similar al cockpit virtual del nuevo Audi TT). El nuevo Jaguar XF también muestra cantidad de sistemas a la ayuda en la conducción, así como por el completo equipamiento, pero sobre todo, por lo fácil e intuitivo de manejar todo el sistema de infoentretenimiento.
Definitivamente Jaguar a hecho un auto muy brillante en muchos aspectos. Resalta por el diseño, el equipo, el confort y también por sus condiciones dinámicas. Agil y estable, dinámico y confortable. Un gran sedán que se pone a la altura de sus competidores, sino por delante. No hay fecha de llegada a México todavía, pero muy probablemente arribe antes de que termine el año.