Infiniti Q30: primeras impresiones

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Por Javier Barranco, desde Lisboa, Portugal.

 

Ya hemos comentado anteriormente que el nuevo Infiniti Q30, por sus medidas, sobre todo la altura libre al suelo y la altura total, está más cerca de un crossover que de un compacto hatchback; aunque también es cierto que la diferencia actual entre unos y otros es cada vez menor.

 

 

Con estas particularidades del nuevo Q30, quizá lo que más le aproxime a unos u otros es su comportamiento dinámico; sabiendo que la plataforma y la estructura de suspensiones es igual a la de un Mercedes-Benz Clase A, y, por tanto, de un Clase GLA. Pero Infiniti; y lo recalcan muy bien sus ingenieros, ha dotado al Q30 de unos muelles más duros, lo que lo hace más deportivo, rígido y estable que sus “hermanos” alemanes. También es cierto que filtra menos los baches y las ondulaciones, pero nada que puede causar ningún incómodo a la hora de realizar viajes largos o durante largos atascos en las ciudades. El Infiniti rueda muy bien, se trata de un auto muy estable, quizá el más de su categoría junto con el Serie 1 de BMW; y sobre todo ofrece unos asientos realmente excelentes, mejor que cualquiera de sus rivales directos. Y esto marca la diferencia en esos trayectos largos; ese equilibrio que ha encontrado Infiniti en la puesta a punto de la suspensión es uno de los grandes aciertos.

 

 

El motor 2.0 litros es el único que pudimos probar y resulta muy progresivo. Más parece un  propulsor atmosférico que uno soplado con turbo y esto puede hacer creer que no es tan potente como dicen las cifras (208 hp). En realidad, corre mucho y bien, pero carece de la contundencia y la pegada a medio régimen del motor Volkswagen de 2.0 litros con turbo. La caja de cambios, de siete velocidades con doble embrague, acompaña perfectamente al motor, con transiciones muy suaves y no deja de ser rápida por ello. Las relaciones de transmisión son muy largas buscando con ello reducir el consumo, especialmente las tres últimas, dando como resultado que en séptima a 2,000 revoluciones por minuto ya se rueda en el límite legal de 110 km/h. Si se busca un carácter marcadamente deportivo es una caja muy larga de desarrollos, pero para el uso cotidiano resulta muy acertada.

 

 

Por fuera es mucho más llamativo que por dentro. El interior asimétrico es de muy buena calidad tanto en el armado como en los materiales. El cuadro tiene lectura fácil, así como el manejo del dispositivo multimedia con pantalla de siete pulgadas, que resulta un poco pequeña para lo que se acostumbra en la actualidad en el segmento.

 

No se  han comunicado los precios y sí la fecha de arribo a México en las dos versiones más potentes con motor de gasolina (1.6 con 154 Hp y 2.0 con 208 Hp), ambas con trasmisión automática y tracción delantera. Estarán en los pisos de venta al inicio del segundo semestre de 2016. Viendo en qué rangos de precio se mueve la competencia podemos decir que la versión de entrada estará en los 340/370 mil pesos.