BMW X1 2020, presentación

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El facelift de media vida de la SUV compacta de BMW adopta las ‘fosas nasales’ más grandes de todos los nuevos BMW, y una variante híbrida enchufable. Por Edmundo Cano     A pesar de que el ‘lavado de cara’ de la BMW X1 es relativamente profundo, la pequeña SUV de BMW sigue siendo reconocible. Nuevas defensas delantera y trasera, faros y calaveras más afilados y las ‘fosas nasales’ en la nariz más grandes que en el modelo anterior, como ha sido en todos los BMW nuevos o actualizados durante este año, son las principales diferencias visuales, aunque también encontramos nuevos diseños de rines y una paleta de colores renovada. En la cabina los cambios son mucho menos significativos, acaso podría hablarse de la pantalla táctil opcional de 10.2” al centro del tablero, y distintos patrones en las vestiduras.  

La novedad verdaderamente relevante en el facelift de la X1 viene con la versión X1 xDrive25e, un híbrido enchufable que combina un motor TwinPower Turbo de 123 hp y 162 lb/pie de torque propulsando las ruedas delanteras, mientras que un motor eléctrico de 94 hp y 122 lb/pie de torque actúa en el eje trasero, alimentado por una batería de ion/litio de 9.7 kW/h, que le permite una autonomía en modo eléctrico de hasta 50 kilómetros. Sin embargo, la X1 xDrive25e solamente está confirmada para Europa, al menos por el momento. En el viejo continente también podrá ordenarse con dos motorizaciones turbodiésel de 114 y 228 hp, y una más a gasolina de 228 hp.   En el mercado Americano, el único tren motriz confirmado es el mismo ofrecido en el modelo actual, un 2.0 litros turbocargado que produce 228 hp y 258 lb/pie de torque, acoplado a una transmisión automática de 8 cambios, tracción delantera como estándar, y tracción integral como opción. Con esta configuración, la pequeña SUV alcanza 100 km/h en 6.3 segundos.