Por Hernán Aceves, desde Monticello, Nueva York.
Cierto es que en este segmento de autos insignia Mercedes pegó primero hace dos años, pero es que en estos niveles no puedes tomar las cosas apresuradamente ni hacerlas al “ai se va”. Son coches muy representativos; en ellos se refleja la experiencia y capacidad técnica de una marca. BMW ha presentado al Serie 7 después, pero con un arsenal tecnológico y una cantidad de gadgets impresionantes que seguramente quitarán mucha clientela al Clase S, que hasta ahora había estado muy cómodo disfrutando de su reinado. Ya las cosas van a cambiar. ¿Por qué? Por muchos motivos, vamos a verlos.
El primero y principal es el manejo, que ofrece una comodidad y un control más que sobresalientes. Enfoquémonos en el máximo representante que será la versión larga, el 750Li y que fue el que tuvimos oportunidad de manejar en la pista del Monticello Motor Club, en Nueva York. Con esto ya puedes darte una idea de sus prestaciones. ¿Quién en su sano juicio mete un auto de estas características a una pista? Solo los ingenieros de BMW que están conscientes que han hecho un trabajo extraordinario. Mide 5.23 metros y roza las dos toneladas de peso… ¿y creerías que se siente tan ágil como un Serie 3?
El Serie 7 ha sido creado para correr al mismo tiempo que el patrón va en el asiento trasero escribiendo algún contrato millonario en una elegante mesita de madera, o viendo cómo funciona la tableta que incluye el reposabrazos central y que puede controlar los diversos ajustes de los asientos, el tipo de masaje, el clima artificial, el radio, las cortinillas de privacidad, o incluso la luz ambiental y el aroma del aire acondicionado.
Para hacer que el chofer se divierta en un circuito y el jefe vaya al mismo tiempo buscando estar lo más cómodo posible, la construcción del coche ha sido la clave.
Hay desde luego metal de alta resistencia en la gran mayoría del chasis, pero también, buscando ligereza, incorporaron piezas de aluminio y de magnesio. Asimismo existen componentes como los arcos del techo, los pilares B y C y el túnel central, fabricados en fibra de carbono. Recordemos que BMW domina bien este tema pues el i8 y el i3 cuentan con chasis, aunque en su totalidad, hecho del mismo material ultraliviano.
Al prácticamente no haber peso en el techo, el centro de gravedad es muy bajo, si a esto le sumamos una gran rigidez torsional que hay en toda la estructura, el resultado al volante es que curvea de una manera excepcional.
El resto corre a cargo de un sistema de tracción integral, ruedas traseras direccionales, y una suspensión neumática con barras estabilizadoras activas que son puestas a trabajar con motores eléctricos. La precisión es total y la respuesta del conjunto inmediata. Cero sensación de lancheo y torpeza.
Por ahora, tanto carrocería corta como larga disponen solo de dos motores, uno diésel de seis cilindros de 265 caballos y el conocido V8 con dos turbocompresores de 4,395 cc que montan el 550i y el 650i con poco más de 440 caballos y 650 Nm de par máximo. Más adelante le pondrán un motor más chico, seis en línea de 325 HP y presentarán la versión híbrida. La caja es también la automática de ocho.
La seguridad activa se ha ampliado, ahora hay funciones de asistencia de dirección y de guiado en el carril que funcionan a más de 200 km/h, de asistencia de permanencia en el carril con protección contra colisiones laterales, de prevención de colisiones en la parte trasera, así como de advertencia de tráfico lateral. Sin mencionar el control crucero adaptativo que te puede frenar el coche si es que tú no reaccionas cuando el de adelante pare por alguna emergencia. Vaya, en teoría uno puede nunca chocar con el Serie 7, aunque se tuvieran las malas intenciones de hacerlo.
Por dentro se puede pasar por lo menos una hora descubriendo lo nuevo que trae en cuanto a equipamiento y asistencias. Hay que leer un manual de cientos de páginas para entender en su totalidad todos y cada uno, pero lo que está fácil y destaca de todo es el nuevo iDrive que viene mejorado y ampliado. Primeramente cuenta ya con una pantalla táctil y, luego, es posible activar ciertas funciones mediante gestos.
Por ejemplo, si vas manejando y quieres subir el volumen del radio, basta “dibujar” un círculo hacia la derecha con el dedo índice frente a la pantalla. Si quieres bajarle, haces el círculo a la izquierda. Si quieres contestar el teléfono mueves el dedo hacia delante, si no quieres contestar, deslizas la mano hacia la derecha, como “declinando” la orden.
Por otro lado, la maraña de cables y accesorios para cargar el teléfono ya no será un problema: en la consola es posible recargar tu celular por inducción.
Pero hay otro gadget muy útil: la llave. Ésta, de generoso tamaño, cuenta con un display que además de indicarte algunos parámetros del auto, como por ejemplo cuánta gasolina te queda, o si dejaste algún cristal abierto, puede encender el aire acondicionado antes de subirte, o incluso estacionarlo si es que el cajón es muy estrecho o, sencillamente, te da flojera hacer la maniobra. Todo desde afuera a control remoto.
Manejarlo de noche es todavía más espectacular puesto que tiene opción de equipar los faros láser que generan una luz especialmente intensa y muy blanca. Su haz duplica el alcance de los faros LED, alcanzando a iluminar una distancia de 600 metros.
Sin lugar a dudas la pelea por ser el mejor auto de lujo se va a poner muy interesante. Al igual que todos los Serie 7, el nuevo está construido en la planta de Dingolfing, localizada en el estado federal de Baviera. Al día de hoy de ahí han salido 1.6 millones de ejemplares de este auto desde que apareciera en el año de 1977. En México se comenzará a vender en la recta final del año, y solo para darnos una idea de en cuánto estará, en algunos países de Europa su precio base oscila los 95,000 euros.