Por Héctor de Losada Fotos: Carlos Quevedo
Si tiempo atrás hubiera anunciado que compararíamos uno de esos “Bemes” que anteponen una M con un Cadillac, seguramente pensarías que este texto fue escrito desde algún pabellón del sanatorio mental de La Castañeda. Y, la verdad, estoy de acuerdo en ello, ya que los grandes lujos y el poco performance de los Cadillac de antaño, no eran como para asustar a las máquinas de velocidad bávaras.
Específicamente, hablaremos de dos modelos de reciente integración al mundo automotor, el M4, que perdió dos pistones respecto a su predecesor, pero en compensación adquirió un par de turbocargadores e inyección directa en bloque de seis en línea. Para muchos (incluyéndome), la perfecta y con más abolengo configuración de cilindros para un M.
Por otra parte, el nuevo ATS V viene a ser el nuevo y pequeño gran demonio de la firma favorita de Al Capone y Elvis Presley, el cual cuenta bajo el cofre con un V6 Twin Turbo, un fabuloso motor que empezó a enseñar su poder con aquel experimento del comediante Jay Leno, con un Camaro que presumió en el SEMA Show.
Pues bien, si ya se habían probado por separado en AUTOMÓVIL Panamericano, llegó la hora de echarlos al ruedo hasta que la gasolina y las llantas fueran aniquiladas para obtener un vencedor.
Antes que correrlos juntos, quise sentirlos uno por uno y sin presión. Desde la carretera México-Pachuca, el ATS dejó en claro que quería pelea al mostrar una contundencia al acelerar, de esas que jamás tendrá un carrito ahorrativo, ese que llaman compra inteligente y que, por lo menos aquí, no nos interesa en lo más mínimo.
Sin perder su característica elegancia y comodidad, el Caddy nos enseña ahora el músculo a través de una línea difícil de ignorar, carrocería WideBody, escapes cuádruples, pero sobre todo un frente que apasiona, con sus rejillas de doble ancho entrelazado, que permiten ver el intercooler que desata el infierno bajo el cofre. No es difícil compararlo con un linebacker de la NFL de 124 kilogramos, que trata de disfrazar su musculatura detrás de un fino traje Hugo Boss.
Pero no bastan únicamente las apariencias para competirle a un M4, por lo que el pequeño guerrero americano cuenta (como mencioné) con un V6 de 3.6 litros, nunca antes imaginado en Estados Unidos, con 464 HP y 445 libras pie de torque, fabricado en su totalidad en aluminio y con la maravillosa inyección directa, con una compresión de 10.2:1 “altísima” para un auto con un turbo. Ahora imagínate con dos, todo un adicto a la gasolina Premium, pues cualquier cosa con menos de 92 octanos le haría lo mismo que un chile habanero a un gringo.
La transmisión, aunque no es de doble embrague, se siente rápida y eficaz, aventando los ocho cambios con ese jaloneo inigualable de la tracción trasera que, en verdad, enamora. Hablando del bastidor, el ATS-V brilla por su rigidez y ligereza, sin duda de lo más nuevo y eficiente que hoy encontrarás de GM en el mundo que, en conjunto con la suspensión multibrazo trasera regulada por los amortiguadores con sistema Magnetic Ride, contribuyeron para volver al auto famoso por sus lujos, una feroz amenaza en carretera y circuitos.
Por otro lado tenemos un vehículo que no necesita muchas porras, pues se sabe de sus capacidades de acelerar a ritmos cardiacos, sí, el BMW M4, y más éste, el doradito, ese que driftea en portaaviones y deja envuelto en humo a su competencia, y que fue nuestro por un par de días, con la misión de poner en su lugar a estos americanos engreídos que se le quieren trepar a las barbas.
Pero hablemos un poco de esta dorada máquina de poder, al prender el coche todo a su alrededor deja de importar, pues el sonido que hace aun en ralentí impone. Parecería que está a 3,000 rpm cuando apenas roza las 800, lo que nos obliga a pisar un par de veces a fondo para escuchar una melodía única.
El seis en línea de tres litros es sobrealimentado con el turbocargador de doble fase, suman 432 HP y 405 libras/pie de torque y podrían no sonar como cifras espectaculares, pero son las exactas para llevar muy pero muy rápido, a este auto sin abusar de un torque incontrolable, más bien es la ecuación perfecta.
La transmisión no se puede catalogar con otro nombre más que el de “belleza”, y es que esa de doble embrague y siete cambios, te permite llevarlo al límite bajo unas maravillosas flatulencias de poder.
La suspensión, aunque en el papel es similar a la del ATS-V también con MacPherson y multibrazo, sí, es de otra colonia y lo demostró con creces en la prueba.
Como mandan las reglas callejeras, la primera comparación no fue medida oficialmente, ya que consistió en un arrancón en que, por falta de una guapa pin-up que diera la salida con una mascada de seda roja, tuvimos que conformarnos con un fotógrafo obeso a la cuenta de uno, dos, tres. La diferencia del launch control del M4 le permitió despegar primero ante un enllantado ATS, el cual nunca recuperó la ventaja que defendió el Beme como los valientes, pues cruzó la meta con 400 metros de ventaja.
Pero había llegado la hora de rodar con tiempos oficiales y ganas de pelear entre ellos. La aceleración de cero a 100 se diferenció en apenas décimas de segundo, ya que el Cadillac resultó victorioso con un tiempo de 5.16, solo 54 centésimas más rápido que el M4, una cifra equivalente a un parpadeo. La tendencia se repitió en el cuarto de milla, con tiempos de 13.30 y 13.73, respectivamente, y de ahí hasta toparlos adonde el camino, la valentía y el gobernador lo permitieran. El Cadillac nos dejó un buen sabor de boca con sus 261 km/h, pero sentimos que el M4 (limitado de fábrica a 250 km/h) rebasaría el top speed del auto americano con lujo de facilidad: ¿280? ¿300? Necesitamos un escáner para desbloquearlo y con gusto te lo informamos.
A la hora de frenar, nos percatamos también de que ambos son algo serio, aunque aquí la ligereza del BMW se impuso no únicamente en distancia, con 35.6 m de 100 km/h a la inmovilidad, cifra que raya en la excelencia, aunque los 37.5 del V no avergüenzan a nadie.
Pero como no son dragsters ni funny cars, y estos autos presumen su bastidor y geometría de suspensión, habría que probarlos en vueltas rápidas.
Comenzamos conociendo las virtudes de cada uno sin torturarlos al máximo. Y es que las llantas, ya un poco cansadas de ambos, no durarían más de 10 vueltas a ritmo AUTOMÓVIL.
Ya calientitos de neumáticos y espíritu, empezamos a recorrer el circuito Moisés Solana. Con bastante irreverencia, la cola de los autos nunca estuvo quieta. Las exigentes curvas hacían que la física pasara la factura y derivara en divertidas descolocaciones tirándoles al drift.
Aunque los caballos extra del Caddy hacían que al final de las rectas llegara a más velocidad tope, las curvas seguían perteneciendo al Beme, el cual apunta mejor y deja entrar a los giros a mayor velocidad, permitiendo al conductor algunos errores que en otro auto terminarían en un trompo seguro, y todo esto con el modo Sport +, en donde la electrónica es todo, menos metiche con el diferencial.
Los motores, impecables. Ningún testigo en el tablero distrajo nuestra atención, aunque los frenos de ATS sí flaquearon un poco en comparación a los de su rival teutón, provocando que el americano sucumbiera por casi un segundo en su mejor tiempo de vuelta.
Al final del día, el ganador de las vueltas rápidas fue el M4, que demuestra que si bien le pisan los talones, continúa dominando en la pista de carreras.
Moraleja: si tienes un M4 y te reta un ATS-V en el cuarto de milla, disfraza tu cautela y táchalo de inmaduro. Pero si el reto es en pista con curvas, apuesta toda tu quincena.
BMW M4
Unidad probada
1,449,900 pesos (a fecha de la prueba)
Cadillac ATS V-Series Coupé
Unidad probada
1,471,000 pesos (a fecha de la prueba)
Resumen técnico
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BMW M4 |
Cadillac ATS-V |
MOTOR |
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Tipo/cilindrada: |
L6, 3.0l |
V6, 3.6l |
Potencia máxima: |
431 hp a 5,500 rpm |
464 hp a 5,850 rpm |
Par máximo: |
550 Nm a 1,850 rpm |
603 Nm a 3,500 rpm |
TRANSMISIÓN |
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Caja: |
Manual robotizada |
Automática |
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Siete velocidades |
ocho velocidades |
Tracción: |
Trasera |
Trasera |
DIMENSIONES |
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Largo x ancho x alto: |
467 x 187 x 138 cm |
469 x 184 x 138 cm |
Distancia entre ejes: |
271 cm |
278 cm |
Cajuela: |
445 litros |
295 litros |
Peso vacío: |
1,615 kg |
1,750 kg |
PRUEBAS AUTOMÓVIL(a 2,240 msnm) |
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0 a 400 metros: |
13.73 s |
13.30 s |
Rebase 80 a 120 km/h |
2.85 s |
3.08 s |
Frenado de 100 a 0 km/h: |
35.6 m |
37.5 m |
Consumo medio: |
10.7 km/l |
10.4 km/l |