Por Rogelio Rivera Nava Fotos: Carlos Quevedo
El reconocer un modelo de Audi del resto de la gama empieza a parecer como elegir un cachorro bóxer de una camada. Todos los Audi actuales guardan una semejanza que quizá raya en el aburrimiento (un fenómeno generalizado en el resto de las marcas). De todas formas el Q2 tiene toques distintivos entre la gama de Audi, tales como la figura hexagonal alargada en los costados o la navaja (blade) del R8, que en el Q2 no podía estar colocada en un peor lugar para obstruir la visibilidad: el poste “C”. Sea como sea, el Q2 no es muy fotogénico, pero en “vivo” resulta muy atractivo. Por si no se nota, este es un piropo para el Q2.
Si se restan las marcas ordinarias, quedan como rivales más directos del Q2 el BMW X1, el Range Rover Evoque, el Mercedes Clase A y el Mini Countryman. Pero los mayores rivales del Q2 quizás estén en su propia marca. Aunque la distancia entre ejes del Q2 es muy similar a la del A3 de tres puertas y del Q3, el Q2 tiene una longitud menor que estos dos, y en cuanto a altura, se ubica entre ambos. Tal vez la mayor cualidad del Q2 sea precisamente su tamaño, ni muy reducido ni muy estorboso. Colocarse en el asiento del conductor es bastante cómodo, porque no hay que bajar (como en el A3) ni subir (como en el Q3).
En el Q2 el espacio es justo en todas las plazas para pasajeros de 1.85 metros, excepto para quien viaje en medio del asiento posterior, que contará con menos altura y un espacio más corto para los hombros. El área y el ángulo de apertura de las puertas posteriores hace necesario agachar la cabeza para entrar, y dificulta maniobrar con sillas para bebés voluminosas.
El precio básico del Q2 exige mucho por el emblema de los cuatro aros, pues hay modelos con el mismo equipamiento de menor precio en el resto de marcas del consorcio VW. Con el Q2 los dispositivos de comodidad y de seguridad que el cliente puede pedir opcionalmente son vastos, entre los cuales hay asistentes de estacionamiento y de cambio de carril, por mencionar solo dos; eso sí, con su costo. ¿Quieres un Q2 1.4 l con todo y “para llevar”? Prepárate a desembolsar 808,750 pesos.
El motor 1.4 TFSI COD y la transmisión S-Tronic –ambos muy conocidos– no dan sorpresas. Al pisar fuerte el acelerador se conseguirán aceleraciones razonables. Nada que quite el aliento. El Q2 se recupera de 80 a 120 en 7.3 segundos, puede recorrer un kilómetro con salida parada en 40.1 segundos y logra el 0-100 en 10.1 segundos. Para conseguir un Q2 más emocionante, puede elegirse con otro motor conocido: el 2.0 TFSI, que viene con tracción integral obligatoria.
La S-Tronic es un prodigio para andar rápido, pero peca de ser una transmisión deportiva con máscara de “automática”. Para funcionar con suavidad, la caja requiere que el conductor ponga algunas atenciones. Lo que sí podría mejorarse es el lento desembrague desde 0 km/h, que parece requerir medio segundo de anticipación para que el auto empiece a moverse. Seguramente se hace así para proteger al embrague de abusos.
Si el conductor actúa con moderación, el motor logrará buenos rendimientos de combustible: 9.2 km/l en tránsito pesado y 19.5 km/l en una autopista plana, según nuestras pruebas. El 1.4 TFSI COD tiene trucos efectivos para ahorrar combustible. El sistema que le da el nombre COD al motor (cylinder on demand) desactiva dos cilindros a velocidades fijas hasta 115 km/h. La transición del COD no se percibe en absoluto. En bajadas con pendiente leve, la transmisión S-Tronic también contribuye a ahorrar, pues desembraga para avanzar sin acelerar. Si la inclinación es mayor se sentirá una retención, porque el embrague va conectado. Por cierto, en un auto normal esta segunda opción es más economizadora y segura que ir en neutral.
La suspensión tiene un buen equilibrio entre el balanceo que permite (moderado) y la suavidad de marcha, que es firme, aunque relajada y cómoda. El Q2 puede rodar a ritmos animados, y será difícil notar la humilde suspensión trasera mediante eje flexible. Durante maniobras bruscas el control de estabilidad ayuda con contundencia. En cuanto a los frenos, éstos pueden detener al Q2 de 140 a 0 km/h en 73.9 metros, y su resistencia a la fatiga es suficiente. En tres detenciones consecutivas desde 100 km/h registramos 37.0, 37.1 y 37.5 m.
La dirección tiene una desmultiplicación no lineal, que cambia el ángulo de las ruedas con mayor rapidez conforme se gira el volante a mayor velocidad. Esto es muy útil para maniobras en espacios limitados. En cuanto a la sensación del volante, ésta es la que puede esperarse de una asistencia eléctrica actual: aunque parece debatirse en un limbo de insensibilidad, cumple su cometido con precisión. Una dirección eléctrica no es, ni será jamás, semejante a una hidráulica.
El Q2 llena otro intervalo en el cada vez más colorido abanico que conforma la gama Audi. El Q2 tal vez esté clasificado entre los crossovers más por moda que por su configuración, pero no nos engaña: es un hatchback hecho y derecho. Este es otro piropo para el Q2.
Unidad probada
599,900 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
- Tamaño ideal
- Rendimiento y economía
- Marcha ágil y cómoda
NOS GUSTARÍA
- Cristal en vez del blade
- Transmisión manual
- Multilink trasera
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 1,395 cc, Turbo
Potencia máxima: 150 HP a 5,000 rpm
Par máximo: 250 Nm entre 1,500 y 3,500 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Manual robotizada, siete velocidades
Tracción: Delantera
DIMENSIONES
Peso vacío: 1,280 kg
Tanque de combustible: 50 litros
Largo x ancho x alto: 419 x 179 x 151 cm
Distancia entre ejes: 260 cm
Cajuela: 405 litros
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 17.53 s
Rebase 80 a 120 km/h: 7.35 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 36.9 m
Consumo medio: 15.2 km/l