Arabia Saudita analiza inversión en Lucid Motors

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Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).

 

En días anteriores, Elon Musk, CEO y presidente de Tesla, anunció a través de sus redes sociales que ya contaba con el capital para recomprar sus acciones públicas en el mercado bursátil, tras sostener conversaciones con los encargados del fondo soberano de Arabia Saudita.

 

 

Sin embargo, los saudíes, en voz del príncipe heredero Mohammed bin Salman, negaron que el trato estuviese concretado y aclararon que sólo estaban en conversaciones con el fabricante de autos eléctricos. Esto atrajo investigaciones y demandas sobre Musk y Tesla por “manuipular” el mercado bursátil.

 

 

El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita existe desde 1971, pero tras varias reformas estructurales, en 2015 se nombró una nueva dirigencia y se le facultó para expandir sus inversiones alrededor del mundo, esto, con el fin de reducir la dependencia del petróleo tras las fluctuaciones en el precio del barril de años recientes.

 

 

Se convirtió en el fondo soberano de inversión más grande del mundo, con un valor de 2 billones de dólares (2,000,000,000,000) con activos provenientes de la petrolera saudí Aramco, propietaria de la mayor red de hidrocarburos y gas natural del mundo, con participaciones en firmas con enfoque en tecnología y energías renovables como Tesla, de la que poseen el 5% en acciones.

 

 

La recompra de Tesla por un valor de 70,000 millones de dólares (MDD) parecía no sólo segura, sino lógica, pero el fondo saudí se toma su tiempo para este tipo de decisiones. De hecho, parece ganar más fuerza un plan de inversión en una de las pretendidas competidoras de Tesla: Lucid Motors (anteriormente Atieva).

 

 

La inversión sería por unos más “razonables” 1,000 MDD, con un monto inicial de 500 MDD para destrabar las finanzas de la firma también asentada en California, que si bien presentó un interesante sedán prototipo Lucid Air (en la galería) de 1,000 HP en 2016, no ha tenido los fondos para construir un solo ejemplar. El resto del dinero estaría condicionado a una serie de objetivos.

 

NIO, otra firma naciente de autos eléctricos, pero de capital chino, estimo que la mayoría de sus competidoras desaparecerían en el mediano plazo, quizá el fondo saudí podría cambiar esta percepción.