Cuando allá por 2015, “EL CLIENTE", todo un respetado coleccionista de cavallinos rampantes y entusiasta conocedor de la historia Ferrari cuya identidad no ha transcendido, llamó a fábrica para pedirles cierto encargo, seguramente en Ferrari se mostraron más respetuosos que nunca con aquel protocolo empresarial de buenas maneras que en su primer artículo dice: El cliente tiene la razón; en el 2º, reza: El cliente siempre tiene la razón. Y en el 3º, que despeja cualquier duda que persistiera, asevera: Y si no la tiene, se aplican los artículos 1º y 2º.
El caso es que el susodicho “CLIENTE" suspiraba por un coche de carreras , pero no le valía uno de los “vulgares" Ferrari 488 de circuito que la marca versiona a partir del 488 Pista matriculable para diferentes competiciones. Claro que quería un coche con una base técnica de vanguardia, pero con un matiz: debía estar inspirado en dos icónicos Ferrari, en el 330 P3/P4 por un lado y en el Dino 206 S de 1966 por otro.
El encargo obligó a juntar a diseñadores e ingenieros de Ferrari de todas las áreas. Por ejemplo, no se aprobaría que un matiz evocador supusiera penalizar la aerodinámica, y así la inspiración en el pasado no debería implicar concesiones que penalizaran el rendimiento de un prototipo puro de competición. Además, las restricciones técnicas que se contemplan en los coches de competición oficiales tampoco deberían limitar su desarrollo, dando mayor libertad a los ingenieros para mejorar incluso su rendimiento mecánico y aerodinámico. No es de extrañar que ante semejante desarrollo, el Ferrari P80/C haya necesitado el tiempo de desarrollo más largo que cualquier otro Ferrari one-off realizado hasta la fecha.
Desde un primer momento se tomó la decisión de utilizar el chasis del Ferrari 488 con especificaciones GT3, por su mayor distancia entre ejes ( 50 mm) respecto a otras versiones. Al margen de las ventajas técnicas, los diseñadores aprovecharon la mayor libertad creativa que les proporcionaban esos 50 mm para enfatizar el efecto de cabina adelantada y parte trasera alargada, una de las piedras angulares del estilo del Ferrari P80/C desde las primeras fases del diseño. A partir de ahí, se diseñó una carrocería de fibra de carbono en la que prevaleciendo el rendimiento en pista aprovechando la experiencia adquirida con el 488 GT3, muchos matices hacen referencia “por contrato" no solo a los Ferrari 330 P3/P4, también homenajean al Ferrari Dino y 250 LM. Destaca en el Ferrari P80/C su sobredimensionado alerón posterior, que es desmontable, el spoiler delantero, el agresivo difusor posterior, las innumerables tomas de refrigeración o la luneta delantera simulando integrar las ventanillas. También por “contrato" se diseñaron dos tipos de llantas: unas de 18 pulgadas con sistema de sujeción monotuerca y otras de 21 para exhibición del Ferrari P80/C con el alerón trasero desmontado.
El habitáculo del Ferrari P80/C igualmente se beneficia de todo el trabajo desarrollado en el 488 GT3 y no puede negar su origen en la más alta competición. La fibra de carbono es la base de no pocos elementos, soportes y zonas estructurales. Monta una jaula antivuelco y unos espectaculares asientos en fibra de carbono tapizados en un exclusivo color azul. Por cierto, el color exterior es un Rojo Vero brillante, nombre elegido también por el cliente.
Como en el 488 GT3 donante, el Ferrari P80/C monta su mismo bloque motor 3.9 V8, pero sin las restricciones técnicas exigidas en las competiciones oficiales que lo capan a 550 CV. La potencia es uno de los pocos datos no comunicados por Ferrari, pero teniendo en cuanta que en el 488 Pista este 3.9 V8 Biturbo rinde 720 CV, no creemos que el enigmático propietario del Ferrari P80/C haya querido menos y sí más.