Cualquier minuto parado en un poste de recarga rápida, o carga de oportunidad, puede parecer una eternidad una vez terminado ese café, esa visita al baño o ese descanso a cambiar de postura tan importante para mantener la atención. Es, de hecho, uno de los elementos que más limitan a los eléctricos como coches aptos para viajar y uno de los motivos del trabajo de fabricantes como Audi, que acaba de dar a conocer su nueva estrategia de recargas rápidas para el e-tron.
El camino elegido por Audi se aleja de la búsqueda de las potencias máximas de recarga. Ni se acercan a los 250 kW teóricos de los Tesla Model 3 conectados a los Súper Cargadores V3 de la marca americana o los 350 kW máximos del Porsche Taycan y su tecnología de 800 voltios. En Ingolstadt han sido más modestos y se han decantado en el e-tron 55 en conseguir la máxima potencia admitible de manera continua…al menos hasta 2021 cuando el e-tron GT lleve a Audi la tecnología de 800 voltios.
La carga de alta potencia del Audi e-tron 55
La curva de recarga de alta potencia del Audi e-tron 55 podría dibujarse con forma de meseta en vez de la clásica de montaña, manteniéndosellana durante mucho tiempo una vez alcanzado el pico. Admite los 150 kW de manera estable, continua, sin verse afectado por un aumento de la resistencia a la carga significativo incluso por encima del 80% de estado de carga que marca el punto de ralentización clásico en las baterías de los coches eléctricos. De hecho, un e-tron conectado a un punto HPC (High Power Charger – cargador de alta potencia) tendría una tasa de recarga muy lineal, de casi 11 km de autonomía por cada minuto enchufado. Así podría alcanzar el 80% de carga en unos 30 minutos y podría admitir el 20% restante en 15 minutos extras.
Más allá de las recargas de alta potencia de corriente continua ocasionales , el e-tron 55 cuenta con opciones de recarga menos agresivas para la batería empleando corriente alterna que serán las más habituales en la previsible utilización diara. Por un lado, podrá emplear los puntos de recarga semi rápida aprovechando el cargador embarcado de 11 kW (a partir de verano se ofrecerá como opción uno de 22 kW), y por otro las cargas domésticas lentas durante la noche tan adecuadas cuando se trata de llevar a la batería unos pocos kWh de los 86,5 de capacidad útil que tiene la batería de 95 kWh del e-tron 55.
Las claves de la estabilidad en la carga de alta potencia de Audi
Mantener la batería en el rango óptimo de temperatura es la clave de su rendimiento tanto al alimentar al motor, como a la hora de admitir carga —especialmente si es de corriente continua y alta potencia, que la haría incrementarse notablemente—. En el caso del Audi e-tron ésta debe estar entre los 25 y los 35ºC, lo que sólo puede conseguirse con un sistema de refrigeración potente y eficaz. Para ello, esta batería de iones de litio cuenta con cuatro circuitos por los que circulan 22 litros de refrigerante que disiparían en calor generado por el aumento de la resistencia eléctrica interna de la batería.
Un conjunto de perfiles extruidos se fija a la parte inferior de la carcasa de la batería con un adhesivo conductor del calor con la doble función de transmitirlo y serir como elemento de disipación de fuerzas. Adicionalmente el espacio entre la carcasa y cada uno de los módulos de celdas de la batería se rellena de un gel que además de transportar el calor sobrante al líquido refrigerante a través de la carcasa. Sirve también para separar físicamente las celdas de la batería del líquido refrigerante, lo que reduce los riesgos de un incendio en la batería en caso de accidente.
