Tras varias semanas de negociaciones, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y el Ayuntamiento de la capital han alcanzado el esperado acuerdo para la consecución de una tarjeta que permitirá aparcar a todos los profesionales que la soliciten en la totalidad de las plazas azules con las que cuenta la villa madrileña.Esta credencial, conocida ya como la “tarjeta naranja", otorgará una especie de “salvoconducto" para todas aquellas empresas de la región que trabajen con sus vehículos industriales o comerciales en la capital. Con ella podrán aparcar hasta un máximo de 5 horas diarias en las plazas azules por un coste de 350 euros anuales –apenas un euro por día- y las empresas podrán solicitar tantas tarjetas como vehículos posean.Mientras que la Concejalía de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid aún no tiene una previsión exacta de cuántas tarjetas naranjas le solicitarán, los comerciantes sí han hecho una valoración aproximada que, según ha explicado el vicepresidente de CEIM, Salvador Santos Campano, al periódico La Razón, se situarían “entre 10.000 y 12.000 en una primera oleada". La vis polémica del asunto, por otra parte, no ha tardado en aparecer en escena. La cosa es que hasta el próximo 1 de enero –ya de 2007-, la inspección del cumplimiento de las cinco horas de uso reglamentado dependerá de la vigilancia del controlador del SER. Si se tiene en cuenta el cambio de turno de los agentes -sólo ellos sabrán a qué hora aparcó un usuario “naranja" y a qué hora debería abandonar la plaza- los “escaqueos" podrán desarrollarse en un marco de lujo para evadirse de cumplir taxativamente la ley.En cualquier caso, las posibles trampas también tienen fecha de caducidad. En un año, el consistorio prevé emitir una tarjeta prepago que, introducida en los parquímetros, dará a estos usuarios un ticket como el actual.Tras el anuncio de Fomento de cómo llevará a cabo las obras en la Puerta del Sol, el Ayuntamiento de Madrid ha hecho público el trazado definitivo para el tránsito vial por el kilómetro cero. Así, sólo quedarán libres para la circulación de vehículos la calle Mayor y la de Alcalá, cuyo sentido cambia en dirección a Cibeles, desembocando en Sevilla, para volver a incorporarse a la Carrera de San Jerónimo. Quienes no podrá atravesar Sol, teniendo que desviarse desde la calle Mayor a la calle Arenal, serán los taxis que lleven la luz verde de “libre". Este corte, previsto hasta 2008, mantendrá abierta la Gran Vía hasta esa fecha, momento en el que volverá a cortarse durante los festivos comerciales.
Ya hay tarjeta naranja para profesionales en Madrid
Desde ayer, las empresas que por motivos de trabajo desplacen sus vehículos por las calles de Madrid podrán hacerse con una tarjeta naranja que les brindará cinco horas de aparcamiento diarias. A cambio, pagarán 350 euros anuales por aparcar en las plazas de zona azul de toda la región. La rúbrica del acuerdo, entre la Confederación Empresarial y el Ayuntamiento de Madrid, se produce en pleno conflicto por la instalación de nuevos parquímetros.
