Veinte detenidos por 285 robos a personas mayores en varias provincias

La Guardia Civil de Palencia ha esclarecido 285 robos de dinero y joyas, por valor de 109.000 euros, a personas mayores de toda España tras detener, en la denominada operación 'Abuelas', a una banda de veinte personas, de nacionalidad rumana, en Palencia, Salamanca y Madrid.

Fuentes de la investigación han indicado hoy a EFE que la operación se inició a principios de mayo del año 2011, tras una denuncia presentada en localidad palentina de Carrión de los Condes.

El denunciante, un vecino de 70 años, comunicó a la Guardia Civil que dos jóvenes le habían solicitado que les mostrara el documento de identidad y su firma para la colaboración en la creación de un centro de atención a minusválidos.

Al llegar a su domicilio comprobó que le habían sustraído al descuido la cantidad de 400 euros.

Tras el análisis de hechos similares ocurridos en la comarca palentina y en otras zonas limítrofes, los agentes identificaron y detuvieron a los presuntos autores de los hechos, y establecieron la vinculación entre todos ellos, tras constatar la existencia de un grupo criminal dedicado en exclusiva a esta tipología delictiva.

La operación policial, que se ha desarrollado en cuatro fases, ha concluido con la detención de veinte personas, once hombres y nueve, mujeres, todos ellos de nacionalidad rumana.

Los integrantes del grupo criminal, con residencia fija en Madrid, realizaban viajes de dos a tres semanas de duración y pernoctaban en sus vehículos, todos ellos con placas de matrícula extranjera, en áreas de servicio para dificultar su localización, seguimiento e identificación.

Para ello, la organización disponía de más de una veintena de turismos indispensables para realizar los desplazamientos, y que intercambian entre ellos.

Además, las mismas fuentes han indicado a EFE que procuraban no utilizar un mismo automóvil en dos recorridos sucesivos, con objeto de no ser fácilmente reconocibles y eludir posibles identificaciones.

El grupo criminal, sin otro medio de vida conocido que la actividad delictiva a la que se dedicaban, tenían vínculos familiares entre ellos, y estaban asentados en España desde hace varios años.

Su lugar predilecto de actuación eran las poblaciones pequeñas y las víctimas y el objetivo eran siempre personas de avanzada edad, de entre 70 y 80 años.

Todos ellas eran especialmente vulnerables, con escasa o nula capacidad de reacción y a los que les resultaba fácil sensibilizar con su propósito humanitario y que posteriormente presentaba grandes dificultades para la identificación de los autores, según han indicado las mismas fuentes.