Según el informe, mientras las víctimas de accidentes de turismos han descendido un 11,2 por ciento entre 2004 y 2009, los siniestros con motos implicadas han aumentado un 22 por ciento. De hecho, entre 2004 y 2007 aumentaron un 43 por ciento para caer luego un 15 por ciento entre 2007 y 2009.
De esta manera, en 2007 se alcanzó el mayor número de víctimas en accidentes de motos y ciclomotores, con 3.900, de los que 407 fueron graves o mortales. De esta cifra se pasó a 3.300 víctimas en 2009, de las que 376 fueron graves o mortales, lo que supone prácticamente una diaria. Los heridos leves fueron 3.062 (-6,5 por ciento).
En cualquier caso, en 2010 (año no incluido en el estudio del RACC pero del que ya hay datos municipales) hubo 285 víctimas menos (-7,7 por ciento) en 3.200 accidentes (-7 por ciento), con respecto a un año antes.
Para valorar adecuadamente estas cifras hay que tener en cuenta, no obstante, que el parque de ciclomotores y motocicletas de la capital ha aumentado un 33,5 por ciento en el periodo analizado hasta llegar a las 183.641 unidades, a lo que hay que sumar un 4 por ciento más de matrículas de este tipo en el pasado ejercicio.
Así, los vehículos de dos ruedas ya suponen el 10,8 por ciento del parque móvil madrileño, y las calles donde su presencia es proporcionalmente mayor en relación con el conjunto del tráfico son Castellana, José Abascal y San Bernardo.
CAUSAS DE LOS ACCIDENTES
El informe también analiza las condiciones en las que se producen normalmente los accidentes. Así, concluye que los usuarios de moto tiene 17 veces más riesgo que los de coche de tener un accidente grave o mortal, si bien cuando el conductor es una mujer el riesgo se reduce un 15 por ciento (es un 60 por ciento inferior cuando se trata de coches).
Además, el riesgo de siniestralidad más alto se registra en conductores de entre 25 y 34 años, aunque el grupo de edad en el que más está creciendo es el de 35 a 64 años.
En cuanto al marco temporal, 70 por ciento de las víctimas se producen de 8 a 19 horas, y el 30 por ciento restante, de 20 a 7 horas. Asimismo, en este horario nocturno los accidentes son más graves, con el pico máximo a las 6 horas, cuando el 20 por ciento de los siniestros son graves, frente a las 9 horas, cuando tan solo el 8 por ciento lo son.
Por otra parte, los fines de semana se registran cinco víctimas menos en la capital que entre semana, aunque sus pronósticos suelen son más graves --el 15 por ciento de las víctimas en fin de semana son graves frente al 10 por ciento de las que se producen entre semana--.
El RACC también analiza la geografía de los siniestros, y concluye que el 30 por ciento de los accidentes de la capital se concentran en tres distritos: Chamartín (10,5 por ciento), Salamanca (10,2 por ciento) y Centro (9,2 por ciento). Concretamente, las calles Bravo Murillo, Castellana y Alcalá son las que más accidentes tienen.
En cuanto a las causas de los accidentes, el 37 por ciento son por distracciones del conductor (no necesariamente del motorista), el 9 por ciento son por no respetar las preferencias de paso y el 6 por ciento, por realizar movimientos prohibidos.
Además, en el 50 por ciento de los accidentes graves se registró un control de alcoholemia positivo, mientras que en los accidentes leves o sin victimas el dato baja hasta el 38 por ciento. Las alcoholemias positivas en controles aleatorios sitúan los positivos entre los motoristas en el 10 por ciento.
En total, los costes para la ciudad de Madrid de estos niveles de accidentalidad se elevan hasta los 105 millones de euros según el RACC por gastos sanitarios, laborales, materiales, etc.
PERFIL USUARIO
En cuanto al perfil del usuario de motocicletas y ciclomotores, el RACC lo describe como hombres de entre 35 y 49 años que conducen todo tipo de cilindradas. En cuanto a las mujeres más 'moteras', son las de 25 a 34 años, aunque conducen vehículos más pequeños.
Además, la mayoría de los motoristas tienen más de diez años de experiencia conduciendo este tipo de vehículos, aunque hasta un 32 por ciento de los que conducen motos de 125 cc no ha recibido formación específica ya que sólo tienen un permiso de tipo B.
En cuanto a los vehículos son, en general, muy nuevos, ya que la antigüedad media es de 5,5 años, aunque las motos de gran cilindrada elevan algo ese dato.
Las razones por las que los madrileños utilizan este tipo de vehículos están cada vez más relacionadas con obligaciones y menos con el ocio. De hecho, el 60 por ciento de quienes usan la moto por ocio hace menos de 20 viajes semanales, mientras que el 68 por ciento de los que la usan para moverse habitualmente hacen entre diez y 30 viajes semanales, y el 45 por ciento de quienes la utilizan por trabajo hacen entre 30 y cien viajes a la semana.
Finalmente, el 41 por ciento de los 'moteros' realizan recorridos urbanos, si bien se trata principalmente de mujeres con poca experiencia y que conducen motos pequeñas.
INFRACCIONES
El informe del RACC también recoge información sobre las infracciones más habituales. Así, el 46 por ciento de las motos y el 58 por ciento de los coches se salta el semáforo cuando ya se ha puesto en rojo, y el 11 por ciento de las motos y el 3 por ciento de los coches sale antes de que el disco haya cambiado a verde.
Además, el 69 por ciento de las motos y el 27 por ciento de los coches no usan los intermitentes, el 43 por ciento de las motos no obedecen las preferencias, el 44 por ciento circulan en zigzag y el 37 por ciento giran a velocidad excesiva. Otras infracciones como fumar o hablar con el móvil mientras se conduce tienen muy poca incidencia entre los motoristas.
RECOMENDACIONES RACC
El delegado de Seguridad y Movilidad de Madrid, Pedro Calvo, y el presidente del RACC, Sebastià Salvadó, han sido los encargados de presentar el documento este viernes.
Así, Salvadó ha recomendado la adopción de medidas para la sensibilización y concienciación de la población con mensajes pensados en función de cada segmento y sus perfiles de riesgo. Además, también ha pedido a las administraciones públicas que mejoren la semaforización en los cruces, que incrementen la visibilidad de los peatones, que instalen cámaras detectoras de desobediencia de semáforos en rojo y cámaras detectoras de giros indebidos.
También han recordado que los pavimentos de algunas zonas tienen 'deficiencias graves' y han pedido que se eliminen los obstáculos rígidos prescindibles. También han sugerido la creación de un canal permanente de comunicación con los motoristas.
Para reducir los accidentes, también proponen que se discrimine el coste de las sanciones en función del riesgo creado, que se igualen las pruebas prácticas requeridas para obtener el permiso de ciclomotor a las que hacen falta para poder llevar una motocicleta, que se hagan esquemas formativos para estos conductores y que se prediga el riesgo de sufrir un accidente de cada conductor a raíz de las infracciones y sanciones que se les impongan.
Por su parte, Calvo ha recordado que la capital está adherida a la Carta Europea de Seguridad Vial y que cuenta con un plan específico para motoristas cuyos objetivos son reducir en un 25 por ciento los muertos y heridos graves, en la misma cantidad las víctimas por cada mil vehículos y en un 30 por ciento las zonas de concentración de accidentes.