Cumplimos años y poco a poco vamos notando pequeños achaques. Que si me duele aquí, que si me suena esto, que si mira esto otro… Y a nuestros coches les pasa lo mismo. Pequeñas averías que ponen en riesgo nuestra seguridad y la de nuestro bolsillo. Te contamos qué tienes que revisar para que no te multen por un mal estado del vehículo.
Un buen filtro para saber si nuestro coche cumple con las condiciones de seguridad mínimas es la ITV. De hecho, según datos de la DGT, 1 de cada 6 coches con más de 10 años no superaron estas pruebas. Hablamos del 16,6 por ciento de los automóviles que tienen más de una década a sus espaldas. Pero es que, además, el riesgo de morir o sufrir heridas graves se multiplica por dos en caso de accidente si circulamos en un coche de entre 10 y 15 años de antigüedad en comparación a un vehículo con menos de 5 años.
Por tu propia seguridad, en primer lugar, y para no ser multados, llevar un mantenimiento al día de nuestro coche es esencial. Y son los coches con más edad los que más dolores de cabeza suelen dar en este apartado, porque, como decimos, los años se van notando y hay que estar más pendiente de las pequeñas averías y los desgastes propios de los componentes.
¿Qué debemos tener en cuenta para que no nos multen?
Por su puesto, el primer componente que debemos cuidar es el neumático. La ley marca que no se puede circular con un dibujo inferior a 1,6 milímetros, pero es bueno no apurarlo, llevar la presión adecuada y cambiar las gomas (y hasta la llanta) si hemos dado un bordillazo peligroso. La multa por no llevar los neumáticos en buen estado es de 200 euros, pero más problemático es sufrir un reventón o pinchazo cuando estamos circulando.
En estos días de lluvia y de muchas horas de noche, el alumbrado también es esencial. Circular con las bombillas funcias, mal calibradas o faltas de potencia no sólo no pone en riesgo a nosotros, también al resto de conductores. Ve y hazte ver, porque de no hacerlo te puede costar 200 euros de multa.
Precisamente sobre este último apartado de ver bien lo que tenemos delante trata esta multa de entre 80 y 200 euros. Si un agente considera que estamos circulando con restos de nieve o hielo en el parabrisas que dificultan nuestra visión nos estaremos enfrentando a un castigo de la ya mencionada cuantía. Y además, no estaremos circulando de manera segura.
Del mismo modo, cuida que los conductos por los que circule el combustible estén en el mejor estado. Quedarnos tirados en la carretera sin gasolina supone una multa de 200 euros pero es que ésta puede alcanzar los 3.000 euros si llevamos el combustible hasta el coche en un recipiente no homologado.
Por último, cuida que la matrícula no presente daños que interfieran en una correcta lectura de la misma. Si un agente entiende que ésta no es legible, debido a la suciedad o algún otro desperfecto, la sanción también es de 200 euros pero es que puede llegar a alcanzar los 6.000 euros de multa y la retirada de 3 puntos del carné de conducir si entiende que la placa se ha matriculado a propósito para hacerla ilegible.