Por ahora, estas prendas son obligatorias sólo para los trabajadores que faenan en las carreteras, los policías municipales, los guardias de Tráfico y los transportistas de mercancías peligrosas, pero el PP quiere que todos los conductores lleven uno en sus coches para casos de avería antes de que finalice el próximo año.
No hay normativa europea al respecto y ninguno de nuestros socios de la UE estudia su implantación, pero el Partido Popular, según alega su diputada Ana Torme, cree que su implantación evitará numerosos atropellos. El Comisario Europeo del Automóvil (CEA)</font color="#0000CC"> defiende que los chalecos son "una medida de bajo coste que puede ayudar a salvar muchas vidas al año".
Para Automovilistas Europeos Asociados (AEA), el tema tiene una importante vertiente económica. Según ha desvelado un portavoz de esta asociación a Autopista Online, "el Partido Popular tiene algún interés oculto".
"Detrás hay un negociete de 72.000 millones de pesetas y la medida socialmente no es rentable", afirman desde AEA. Además, han consultado las fuentes de la DGT y, según sus cálculos, en 2000, el 71 por ciento de los atropellos se produjeron de día. De los que acontecieron por la noche, sólo el 3,97 por ciento tuvo como escenario vías no iluminadas. Si, como afirma AEA, 22 personas fueron atropelladas al reparar sus vehículos, la estadística refleja que tan sólo una persona se podía haber salvado usando estas prendas.
"Estamos comprometidos con que se reduzca la siniestralidad en España, pero no vamos a permitir que, tras la bandera de la seguridad vial, se abra un negociete privado", señala Mario Arnaldo, presidente de AEA. Esta asociación cree que es más que sospechoso que uno de los fabricantes de elementos reflectantes en España, 3M, sea miembro y financie la PRI (Prévention Routière Internationale)</font color="#0000CC">, que es quien promueve esta iniciativa.
Además, AEA reitera que "existe una campaña orquestada para inducir a los automovilistas a comprar un accesorio que no es obligatorio".
Preguntados al respecto, el Comisariado Europeo del Automóvil contesta que "no se pretende vender". "Estas acusaciones son falsas e infundadas. Además, ¿cuando se hace una carretera, no hay una empresa detrás, o, cuando se hace una ley de la telefonía, no hay compañías de manos libres? Eso nos da completamente igual. Se trata de evitar muertes", contesta Antonio Lucas, responsable de Comunicación de este organismo.
En CEA señalan que, con las luces de cruce, el conductor ve lo que hay hasta 50 metros por delante de su parabrisas. Si circula a 90 km/h, el vehículo necesitará alrededor de 100 metros para detenerse del todo. El material reflectante es divisado por el conductor a una distancia aproximada de 300 metros.
Esta asociación aboga por que se vigile que no se vendan prendas no homologadas y que se evite el desabastecimiento de estos materiales, como ocurrió con los triángulos. En la actualidad, estas prendas se pueden adquirir en tiendas especializadas en el mundo del automóvil por entre 6 y 12 euros (1.000 a 2.000 pesetas), un precio que se abaratará cuando se incremente sus peticiones. No hay que olvidar que, en España, hay 23 millones de vehículos, por lo que los chalecos tendrán una considerable demanda.