¿Sabes que cualquiera puede optar por el coche del mismísimo Zapatero? Todos los vehículos que pertenecen al Parque
Móvil del Estado (PME) salen a subasta cíclicamente: así, el Gobierno renueva la flota de sus funcionarios.
Estos coches están en perfecto estado. De hecho, una de las funciones del PME (organismo dependiente de Hacienda) es mantenerlos y repararlos en sus garajes. Según los datos facilinados por el propio organismo, las subastas no son muy frecuentes, pero, cuando se realizan, son todo un éxito. Por ejemplo, en 2004, en una única sesión, se vendieron 79 vehículos, por los que recaudaron 247.740 euros. El protagonista de la puja fue un Mercedes Benz modelo Corvo E. La subasta se inicia con el precio de tasación del coche, pero, normalmente, se llega a pagar el doble de ese dinero. Los habituales a estas citas destacan que se trata de vehículos con escaso kilometraje. En teoría (incluso hay un Real Decreto que así lo regula), las personas con coche oficial sólo lo pueden usarlo “para su trabajo". Además, estos modelos han contado con un conductor profesional y siempre han sido guardados en garaje; no superan los 13 años de antigüedad y suelen ser vehículos de gama media y alta. Hace unos días, la
flota del EME se ha renovado con ocho vehículos híbridos. Durante 2007, adquirirán 80 vehículos que utilicen bioetanol 85.
Pincha sobre las imágenes si quieres ver sus datos. A los depósitos municipales llega cada día multitud de coches: la mayoría provienen de accidentes o son vehículos abandonados. Estos modelos se desguazan en lotes. Pero también llegan automóviles por mandato judicial o porque sus dueños tienen multas impagadas a Hacienda. Estos últimos suelen estar en perfecto estado.
En los depósitos no puedes comprar coches, ni siquiera ir a verlos. Sin embargo, estos modelos se ponen a la venta (normalmente el Ayuntamiento realiza la subasta). En el caso de que nadie puje por los vehículos, y después de un plazo determinado, se achatarrarán. La corrupción en Marbella ha salpicado al mundo de la automoción. Si se hacía “negocio" con bolsas de basuras, ¿por qué no con coches? La “Operación Malaya" desveló que el ex jefe de la Policía Local de Marbella, Rafael del Pozo, subastaba vehículos interceptados por la grúa municipal o coches retirados en controles de alcoholemia. Las subastas, que eran públicas, siempre se declaraban desiertas. Así, los coches pasaban a manos del Ayuntamiento. Por ejemplo, para un Masserati, se fijó un precio de partida de apenas 100.000 pesetas (era el año 2.000): nadie lo adquirió. Estos vehículos pasaban a la empresa privada responsable de la grúa (cuyo propietario también está imputado en la “Operación Malaya") en concepto de gasto de depósito. La ex alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, conducía habitualmente un BMW X5 que había sido robado en Francia. Este coche, junto a un Rolls Royce que usaba Gil, serán subastados en breve.