El nuevo Reglamento de Distribución europeo acaba de cumplir un año y los resultados no han sido tan buenos como se esperaban. No se están cumpliendo los objetivos marcados debido a que los fabricantes siguen imponiendo una gran presión sobre sus redes de ventas y servicios. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo en los más importantes mercados europeos, entre ellos España, por el International Car Distribution Programme (ICDP) y la consultora Urban Science.Lo que ha sucedido, según este análisis, es que los fabricantes han tomado un mayor control sobre sus redes de distribución y han aplicado sobre ellas unos estándares más severos, con lo que, de forma clara, están interfiriendo en el objetivo de la normativa europea, que es reducir el control de las automovilísticas sobre su franquiciado. El estudio arroja una conclusión preocupante: no se perciben los beneficios ni para las empresas del sector de la distribución, que han comprobado cómo sus márgenes de beneficio han disminuido (por la elevación de costes que ha supuesto la imposición de estándares más exigentes), ni para los compradores de automóviles, que no han visto que los precios bajasen. Juan Antonio Moral, ex presidente de Renault España y actual representante de ICDP en España, ha ido algo más allá al afirmar que “el actual reglamento favorece a los grandes y perjudica a los concesionarios débiles".Volviendo al estudio, señala que “no se va a conseguir satisfacer todas las expectativas del legislador, aunque la sensación de los concesionarios es que los clientes, finalmente, se van a beneficiar de los cambios". Un cambio importante se producirá a partir del fin de la cláusula de deslocalización en 2005, que permite la libre elección del territorio para desarrollar su actividad. Con ello, previsiblemente, aumentará la concentración de grupos distribuidores, en perjuicio de los concesionarios pequeños, que quedarán en una situación más inestable. La ICDP recomienda que se produzca una convergencia de precios en los mercados, un análisis y revisión del papel de las importadoras, un mayor equilibrio de las rentabilidades entre ventas, taller y piezas, una política estimulante entre márgenes fijos y márgenes variables y un mayor aprendizaje de la gran distribución. Otros aspectos de gran trascendencia son establecer estándares equilibrados, fabricar bajo demanda para evitar ventas empujadas por los “stocks", ayudar a los concesionarios sin intromisión en técnicas y sistemas para la mejora de la calidad y de la productividad, aprender a vivir en un sistema de ventas multicanal, y tener visión europea en las decisiones. En otro informe, llevada a cabo por Forester Grant España, se han analizado los posibles efectos futuros del Reglamento de Distribución en nuestro país. En opinión de Antonio García Patiño, director Postventa de Mercedes Benz en España, las relaciones entre concesionarios y fabricantes serán ahora más libres y el cliente tendrá la posibilidad de acceder a muchos más sitios. Por ahora, estos cambios no se están notando, pero únicamente estamos en el principio del proceso.
Según la consultora Forester, la aplicación de la Ley ha ayudado a una lenta pero progresiva homogeneización a la baja de los precios entre los Estados miembros de la UE y a un mayor fortalecimiento de la posición de los concesionarios autorizados frente al fabricante.